Por Fabiana Frayssinet
R脥O DE JANEIRO, 17 jun (TerraViva) Los pa铆ses BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sud谩frica) tienen ante s铆 una elecci贸n clave: optar por una cooperaci贸n “del bien”, en busca del desarrollo sostenible, o una alianza “del mal”, que siga los pasos de la ayuda tradicional, que criticaban cuando eran sus beneficiarios.
Esa fue la conclusi贸n de un debate sobre los desaf铆os de sostenibilidad de los BRICS, en la Cumbre de los Pueblos de R铆o+20.
Debate sobre BRICS y cooperaci贸n en la Cumbre de los Pueblos. Cr茅dito: Fabiana Frayssinet/IPS
Pa铆ses como Brasil, si bien no dejaron de recibir ayuda internacional, por el tama帽o de sus econom铆as tambi茅n se han convertido en donantes mundiales, expuso Adriano Campolina, de la filial de ActionAid en Brasil.
Al mismo tiempo que su gobierno promueve la peque帽a producci贸n agr铆cola familiar para combatir la pobreza y la desigualdad y mejorar la seguridad alimentaria, Brasil multiplica la “agricultura patronal”, basada en los monocultivos y en la concentraci贸n de la tierra, que crea desempleo y afecta el ambiente, describi贸 el activista m谩s tarde a TerraViva.
“Esas contradicciones se terminan reproduciendo en su estrategia de cooperaci贸n”, alert贸.
Por un lado, el gobierno promueve una cooperaci贸n t茅cnica “del bien” con pa铆ses africanos, en agricultura familiar y autosuficiencia alimentaria, por ejemplo.
Por otro, practica 鈥渦na cooperaci贸n del mal鈥, como la que promueve el desarrollo de su propia tecnolog铆a para producir etanol de ca帽a de az煤car y adquiere tierras a gran escala en terceros pa铆ses para implantar monocultivos como soja o ca帽a, repitiendo el modelo del agronegocio nacional, describi贸.
Olga Ponizova, del Centro para el Desarrollo Sustentable de Rusia (Eco-Accord), describi贸 una estrategia similar en su pa铆s, como el apoyo de Mosc煤 a la 鈥渆xportaci贸n鈥 de reactores nucleares a trav茅s de subsidios.
“El desaf铆o es que no por ser m谩s ricos repitamos, como donadores, la estrategia imperialista de cooperaci贸n pasada”, sostuvo Vera Masag茫o, de la Associa莽茫o Brasileira de Organiza莽玫es n茫o Governamentais.
Es posible aplicar una “cooperaci贸n del bien” o “solidaria”, exportando experiencias de 茅xito que son fruto de a帽os de conquistas sociales, propuso.
El problema m谩s grave, seg煤n el brasile帽o Sergio Schlesinger, es otro tipo de cooperaci贸n que, si bien no es contabilizada oficialmente, es m谩s voluminosa en recursos invertidos.
Se trata de la participaci贸n del sector privado brasile帽o en la cooperaci贸n internacional a trav茅s de subsidios otorgados por instituciones estatales como el Banco Nacional de Desarrollo, describi贸 Schlesinger, de la Federa莽茫o de 脫rg茫os para Assist锚ncia Social e Educacional.
Ese tipo de asistencia subsidiada para proyectos en pa铆ses con los que se coopera acaba beneficiando a transnacionales brasile帽as de petr贸leo, miner铆a, infraestructura y agroalimentaci贸n.
El especialista detall贸 la estrategia brasile帽a de 鈥渄e multiplicar el n煤mero de pa铆ses abastecedores de etanol鈥 en 脕frica, Asia y el resto de Am茅rica Latina, sin monopolizar el mercado mundial.
“Brasil percibi贸 que su deseo de ser un gran proveedor mundial de biocombustibles no podr铆a concretarse con 茅l como 煤nico productor, y por eso comenz贸 a estimular a otros pa铆ses 鈥搇a mayor铆a en 脕frica鈥 a invertir en eso”, explic贸 a TerraViva.
Ese tipo de cooperaci贸n tiene intereses poco claros, describi贸.
El temor de Masag茫o es que se repita “lo que hac铆an pa铆ses del Norte, criticados por pr谩cticas prohibidas como condicionar la ayuda a la compra de productos o tecnolog铆as propias”.
El brasile帽o Adhemar Mineiro, estudioso de las econom铆as BRICS, se帽al贸 las consecuencias socio-ambientales de ese esquema.
“Con la internacionalizaci贸n de sus empresas, Brasil se ha convertido en el gran proveedor de minerales, energ铆a y agroalimentos”, describi贸 el economista. Ese modelo de explotaci贸n de recursos naturales en Brasil parece “insustentable”, pero se lo aplica en el exterior, alert贸.
La sudafricana Marcia Andrews, de Peoples Dialogue, propuso ejercer m谩s control para estudiar y evitar mecanismos de cooperaci贸n como los descriptos por parte de Brasil y de China.
“Ninguno de los BRICS tiene un historial de desarrollo sostenible limpio”, indic贸.
En este aspecto, apunt贸 Andrews, es preocupante la inclusi贸n de su pa铆s en los BRICS, que atribuy贸 a la presi贸n de China, que ve a Sud谩frica como una “puerta de entrada” al continente africano para sus inversiones y su comercio.
Pero poner de manifiesto estas contradicciones no es tan sencillo en pa铆ses como Sud谩frica o Brasil, gobernados por partidos de tradici贸n izquierdista y centroizquierdista, que protagonizaron largas luchas por la libertad y la democracia.
“驴C贸mo construir una oposici贸n hegem贸nica contra gobiernos que se dicen progresistas?”, se pregunt贸 Andrews, articulando una inquietud que ya es de muchos en la Cumbre de los Pueblos. (FIN/2012)
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