Por Fabiana Frayssinet
R脥O DE JANEIRO, 12 jun (IPS/TerraViva) El rol de Am茅rica Latina como proveedor mundial de materias primas, en expansi贸n por la creciente demanda de alimentos y minerales, conlleva un alto costo ambiental. Activistas y expertos entienden que el dilema es buscar nuevas formas de producci贸n o sustituir el actual modelo exportador.
Ernesto Guhl Nannetti, director del colombiano Quinaxi, Instituto para el Desarrollo Sostenible, lanz贸 la primera piedra.
Trabajador informal en una poza de obtenci贸n de oro en Per煤. Cr茅dito: Milagros Salazar/IPS
“Con el proceso de crecimiento de China o del sudeste asi谩tico se dispar贸 la demanda de materias primas, y eso ha contribuido a un fuerte incremento del proceso de extracci贸n en Am茅rica Latina, con los consecuentes da帽os ambientales importantes, especialmente en la miner铆a de oro y de metales”, dijo en entrevista con IPS.
Nannetti integr贸 el grupo internacional que elabor贸 el quinto informe sobre las Perspectivas del Medio Ambiente Mundial (GEO-5), presentado el mi茅rcoles 6 en R铆o de Janeiro por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
El ambientalista advirti贸 que, si los gobiernos latinoamericanos no “le ponen l铆mites claros” a la explotaci贸n de recursos minerales o establecen 谩reas espec铆ficas para hacerlo, “puede haber efectos muy graves a futuro”
Ya lo dec铆a en 2010 un an谩lisis de la Comisi贸n Econ贸mica para Am茅rica Latina y el Caribe, al advertir que las exportaciones de la regi贸n “est谩n ancladas” en sus recursos naturales. En 2009, casi 40 por ciento de las ventas eran de materias primas frente a 26,7 por ciento en 1999. En los pa铆ses mineros y especialmente petroleros, la proporci贸n fue mayor.
Pero ahora el argumento se refuerza ambientalmente desde informes como el del GEO-5, que dedica un cap铆tulo a esta regi贸n, que cuenta con 23 por ciento de todos los bosques del mundo y 31 por ciento de sus recursos de agua dulce.
“Los ricos recursos naturales latinoamericanos y caribe帽os son fundamentales para la salud ambiental del planeta, pero cualquier intento de protegerlos ser谩 insuficiente si sus gobiernos no redoblan esfuerzos para crear nuevas pol铆ticas de protecci贸n y aplicar las existentes”, alerta el PNUMA.
El documento no responsabiliza directamente de la degradaci贸n de recursos al modelo exportador, pero aporta datos llamativos al respecto.
“El crecimiento de la poblaci贸n y los padrones de consumo insostenibles han diezmado ambientes naturales en pro de la agricultura y la extracci贸n de materias primas, con impactos sobre la biodiversidad de la regi贸n”, se帽ala.
Uno de los ejemplos citados es el aumento de las tierras cultivables en 83 por ciento desde 1960, coincidiendo con una deforestaci贸n expansiva. La regi贸n perdi贸 cuatro millones de hect谩reas por a帽o entre 2005 y 2010. El aumento de la demanda mundial de carne vacuna tambi茅n aport贸 lo suyo en este da帽o.
El GEO-5 destaca que el aumento de los precios de los alimentos, as铆 como de las mezclas obligatorias impuestas a los biocombustibles, de parte de Europa por ejemplo, estimularon el aumento de las plantaciones de palma africana en Colombia y Guatemala, de la ca帽a de az煤car para producir etanol en Brasil y de soja en el sur de Am茅rica.
La pecuaria, que consume mundialmente ocho por ciento del agua, tambi茅n incidi贸 en la disminuci贸n de la cantidad y calidad de los recursos h铆dricos de la regi贸n. Y la biodiversidad de los tr贸picos se redujo 30 por ciento desde 1992, por varios factores ligados, entre otros, “las pr谩cticas insostenibles del uso de la tierra”.
Tambi茅n afectada por la expansi贸n de la frontera agr铆cola, la selva amaz贸nica podr铆a reducir un tercio de su bioma hacia 2100 por el cambio clim谩tico.
En la actual etapa de capitalismo se percibe una “nueva divisi贸n internacional de la producci贸n”, asegur贸聽Jo茫o Pedro St茅dile, dirigente del brasile帽o Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra y de la red internacional La V铆a Campesina.
En esa nueva repartici贸n, St茅dile dijo a IPS que a Am茅rica Latina le correspondi贸 el papel de exportador de materias primas minerales y agropecuarias, a Asia el de las industrias intensivas por su bajo costo salarial, y al hemisferio norte el de las industrias de alta tecnolog铆a y altos salarios.
Luego apunt贸 como segunda causa la “ofensiva del capital financiero”, en peligro en el Norte tras la crisis nacida en 2008 en Estados Unidos, que “se corri贸 para nuestra regi贸n para apoderarse de los recursos naturales”.
“Los pueblos locales son los que se quedan con el pasivo de la contaminaci贸n y los desequilibrios clim谩ticos que generan sequ铆as, inundaciones entre otros desastres”, explic贸.
Un modelo que, seg煤n St茅dile, si bien se repite en toda la regi贸n, tiene en Brasil un ejemplo “tr谩gico”.
Un informe del local Banco Nacional de Desarrollo cuantifica las inversiones en este pa铆s para el periodo 2012-2015.
De los 534.000 millones de reales (260.000 millones de d贸lares) previstos, 60 por ciento ser谩n para petr贸leo y gas, 10 por ciento para explotaci贸n mineral y 10 por ciento para la industria de celulosa. “Eso quiere decir que 80 por ciento de esas inversiones productivas ser谩n para la exportaci贸n de bienes minerales y materias primas”, subray贸.
El PNUMA se帽ala experiencias positivas como las que en Brasil ampliaron las 谩reas protegidas de bosques, o condicionaron cr茅ditos rurales a la protecci贸n ambiental.
Otro colaborador de ese informe, Carlos Klink, secretario de Cambios Clim谩ticos del Ministerio de Medio Ambiente de Brasil, propone soluciones “cient铆ficas”, en las cuales “deben basarse quienes toman las decisiones”.
El experto estudi贸 el Cerrado, el segundo mayor bioma brasile帽o despu茅s de la Amazonia, que por la expansi贸n agr铆cola ha registrado los peores 铆ndices de deforestaci贸n del pa铆s.
El desaf铆o era “conciliar el uso de la tierra con la conservaci贸n” sin sacrificar el desarrollo agr铆cola que trajo “beneficios socioecon贸micos innegables”.
“驴Qu茅 hacer con esas tierras degradadas? Tuvimos capacidad cient铆fica para mejorarlas cambiando apenas el tipo de producci贸n”, ejemplific贸.
Una respuesta a la que apuntan tambi茅n organismos como el Fondo de las Naciones Unidas para la Alimentaci贸n y la Agricultura: promover “un desarrollo de la producci贸n y el consumo m谩s sostenibles. Una revoluci贸n doblemente verde”, se帽al贸 en una entrevista con IPS su director, Jos茅 Graziano.
Mientras, la Cumbre de los Pueblos, paralela a la conferencia R铆o+20, cuestiona “soluciones a los l铆mites del planeta” como los transg茅nicos, los agrocombustibles, la nanotecnolog铆a y la biolog铆a sint茅tica, y plantea encarar las verdaderas causas de la degradaci贸n ambiental, o sea “un fallido modelo econ贸mico ahora disfrazado de verde”.
El sentido de urgencia es al menos un谩nime.(FIN/2012)
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