Por Julio Godoy
RÍO DE JANEIRO, 17 jun (TerraViva) Dos nuevas leyes de protección ambiental y sustanciales reformas a otras tantas hacen de México un ejemplo repetidamente mencionado en el Primer Congreso Mundial de Legisladores ambientalistas, celebrado en esta ciudad brasileña desde el viernes 15 hasta este domingo 17.
Las dos normas vigentes desde el 6 de este mes, de protección civil en caso de riesgo y de cambio climático, constituyen un nuevo paradigma en la legislación mexicana ambiental, según el vicepresidente de la organización mundial de legisladores ambientalistas GLOBE International, Barry Gardiner.
Además, el parlamento mexicano aprobó reformas sustanciales a las leyes de desarrollo forestal sustentable y de equilibrio ecológico y servicios ambientales. El propósito es reducir emisiones de gases de efecto invernadero causadas por la deforestación y la degradación de los bosques y optimizar el manejo de servicios ambientales para beneficiar directamente a las poblaciones locales.
Estas reformas fueron posibles gracias al apoyo de varias instituciones internacionales, como el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y las agencias de cooperación de Alemania y Noruega.
Legisladores mexicanos presentes en el congreso dijeron a TerraViva que GLOBE fue una instancia esencial en la preparación de las nuevas leyes.
El ambiente político nacional tras las controvertidas elecciones de 2006, manchadas por acusaciones de fraude contra el entonces nuevo presidente Felipe Calderón, “no permitían una cooperación multipartidista”, según la fórmula de la senadora Yeidckol Polevnsky, del opositor Partido de la Revolución Democrática.
“Para nosotros, legisladores mexicanos, GLOBE constituyó un espacio neutral que impulsó el diálogo multipartidario y ofreció asesoramiento en cuestiones técnicas ambientales y de procesos legislativos y administrativos”, dijo Polevnsky a TerraViva.
La ley de protección civil moderniza normas en materia de construcciones en zonas de riesgo sísmico, obliga a la contratación de seguros a personas individuales y jurídicas e impone a los gobiernos federal, estadual y municipal la creación de mapas de riesgo y la homologación y capacitación de responsables de la protección civil.
“Después de la tragedia del terremoto de 1985, que mató a más de 10.000 personas y causó daños de más de 7.000 millones de dólares, era evidente que México necesitaba una ley moderna de protección civil”, dijo a TerraViva el senador Alcibíades García Lizardi, miembro del opositor partido Convergencia.
Sin embargo, la primera norma en la materia fue aprobada apenas en 2000, añadió García Lizardi. “Pero era una ley con muchas deficiencias”.
Por otra parte, la legislación sobre cambio climático nació de la conciencia de los legisladores de que México, aun sin ser un país con altas emisiones de gases invernadero, necesitaba adoptar medidas de mitigación y de adaptación al calentamiento global.
La senadora Polevnsky detalló que la norma obliga al gobierno a concebir una estrategia de mitigación de gases invernadero y, sobre todo, de adaptación a los efectos del cambio climático a mediano y largo plazo.
“Se establece que una estrategia de adaptación de 10, 20 y 40 años, sea concebida, revisada y actualizada regularmente” dijo. La norma “también obliga al levantamiento de un inventario de especies de fauna y flora para medir efectivamente la mejora o el deterioro de nuestra biodiversidad”.
De acuerdo al texto legal, las emisiones de gases invernadero deben abatirse en 30 por ciento hacia el año 2020, y en 50 por ciento para 2050. “Fijamos como base el año 2000 para hacer la reducción más efectiva”, explicó la senadora.
El diputado Nicolás Bellizia Aboaf, del opositor Partido Revolucionario Institucional, coincidió con sus colegas.
“Sin el apoyo de GLOBE, el (gobernante) Partido Acción Nacional nunca habría aceptado cooperar con la oposición en la formulación y aprobación de estas leyes ambientales”, concluyó. (FIN/2012)