La muerte de Acacio según Alfredo Rangel
10 de septiembre de 2007
El Ministerio de Defensa alega tener interceptaciones que comprueban la muerte del ‘Negro Acacio’, un jefe de frente de las FARC en el Vichada. El director del semanario Voz, Carlos Lozano, pone en duda ese “positivo” militar.
De Acacio se dice que se trata –o se trataba- de un líder carismático y muy querido en la guerrilla.
Para el analista Alfredo Rangel, que retornó este lunes a sus columnas de El Tiempo, si la muerte de Acacio se comprueba, sería “el más importante golpe (…) a la estructura económica y financiera de las FARC”.
Según Rangel, Acacio combatió durante muchos años en “la más importante zona donde se extrae la mayor parte de la principal fuente de recursos económicos de las Farc: el narcotráfico”.
“Era el más eficiente gerente y procurador de recursos de toda la organización”. Rangel calcula que por cuenta del negocio de la droga a la guerrilla le entran unos 200 millones de dólares.
Dice que fue Acacio el que adelantó el supuesto trueque de drogas por diez mil fusiles AK-47 procedentes de Jordania, en tiempos de la zona del Caguán.
En todo caso, comenta Rangel sobre los jefes guerrilleros, de ser cierta la muerte de Acacio, “las Fuerzas Militares habrían demostrado que rastrearlos, infiltrarlos, ubicarlos y capturarlos, o darlos de baja, ya no es un imposible como antes. Que, en consecuencia, su libertad de movimientos se les ha restringido de manera notoria en las zonas donde hasta hace poco tiempo tenían sus santuarios y áreas de refugio seguro. Así, la muerte reciente de alias J.J., la operación que le pisó los pies a Carlos Lozada, y la baja de ‘Acacio’ son indicios de que en las zonas de retaguardia de las Farc la presencia de las Fuerzas Militares es mayor y más efectiva. Y es sabido que en la guerra, los hechos que demuestran la vulnerabilidad de los jefes reduce el ímpetu bélico de la tropa”.
“La acción efectiva de las Fuerzas Militares contra los comandantes de la guerrilla en el sur del país podría tener como respuesta el traslado de la guerra hacia otros sitios de importancia estratégica para el país”.
A eso atribuye Rangel el ataque en
“Fue allí, precisamente, donde las Farc emboscaron y mataron a diez militares del Batallón de Alta Montaña en días recientes”.
Escrito en : Desde Bogotá,El fin justifica los medios,La guerra y la paz
