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El científico estadounidense Craig Venter quedará en la historia porque en septiembre de 2006 anunció que su equipo de investigadores había concluido la elaboración del primer mapa genético completo de un ser humano: el del propio Venter.
Según ese mapa, un ser humano tiene 4.1 millones de diferencias que lo hacen para siempre único, original e irrepetible, con respecto a cualquier otro individuo.
Nadie ha tenido, ni tendrá nunca, esa misma conformación genética. Por más uniformes que se pongan tropas.
Un año y medio después de ese anuncio, las víctimas de la guerra colombiana llaman a expresar un “Sí a la Vida”.
Invocan la ética para que se ponga fin a la crisis humanitaria que “obstaculiza las posibilidades para construir una sociedad civilizada en la que el respeto a la vida y a la dignidad humana sea el principio esencial de la convivencia”.
Este es el texto del Llamamiento de las Víctimas, que será leído en la manifestación del 6 de marzo.
Por la Vida, la Paz y la Democracia
Llamamiento de todos los sectores de víctimas de
crímenes contra la humanidad en Colombia
Quienes suscribimos este llamamiento, víctimas de crímenes contra la humanidad en Colombia, declaramos lo siguiente:
- Que rechazamos todas las formas de crímenes contra la humanidad. Que en Colombia se ha presentado una masiva y sistemática violación de los derechos humanos por parte de agentes del Estado y de la estrategia paramilitar que ha generado la comisión de crímenes contra la humanidad, como genocidio, desaparición forzada, ejecuciones extrajudiciales, torturas, desplazamientos forzados. Asimismo, que los grupos insurgentes han incurrido en infracciones al derecho internacional humanitario, siendo el secuestro una de sus más graves manifestaciones. Esta crisis humanitaria obstaculiza las posibilidades para construir una sociedad civilizada en la que el respeto a la vida y la dignidad humana sean el principio esencial de la convivencia.
- Que resulta inadmisible toda justificación pública de estos crímenes bien sea por razones ideológicas, de Estado, bajo el pretexto de la seguridad nacional, del pretendido derecho a la autodefensa, de la acumulación de la riqueza y del despojo de tierras o de cualquier otro argumento que se emplee para legitimar lo que, a la luz de la ética y del inquebrantable derecho a la vida, es inhumano. Consideramos que toda expresión o discurso con el que se pretendan ignorar los derechos humanos y el derecho humanitario nos aleja del camino de la paz y la democracia. La sociedad, por su parte, debe actuar para exigir el respeto de los derechos a la verdad, la justicia, la reparación integral y las garantías de no repetición.
- Hacemos un llamado para que las víctimas sean respetadas, no se manipule su sufrimiento, no se haga uso de ellas con fines políticos, electorales, económicos o militares. Llamamos a que no se afecte su dignidad de ninguna manera, a que se desista del intento de contraponerlas unas a otras, y a que no se vulneren aún más sus derechos convirtiéndolas en blanco de nuevas agresiones. Llamamos a que sus propuestas y argumentos sean asumidos con seriedad y respeto.
- Hacemos un llamado por el Acuerdo Humanitario que permita el regreso de las personas secuestradas al seno de sus familias y la sociedad, y porque sean respaldadas todas aquellas gestiones de facilitación, acompañamiento y veeduría nacional e internacional que contribuyan a estos propósitos. Que se evite a toda costa cualquier tipo de operación militar que ponga en riesgo sus vidas o comprometa de algún modo su integridad.
- Exigimos verdad, justicia y reparación para todas las victimas de crímenes contra la humanidad y genocidio; que se devuelvan los desaparecidos a sus familiares, se restituyan las tierras a los desplazados; se desmonten en forma definitiva los grupos paramilitares, se acaben los vínculos de éstos con instancias estatales, empresas multinacionales o partidos políticos y que todos los vinculados a la parapolítica responsables de violaciones de los derechos humanos sean sancionados y sus crímenes esclarecidos ante el país y el mundo.
- Después de más de cuarenta años de conflicto armado ininterrumpido urge encontrar caminos viables que nos permitan avanzar sin más demoras ni dilaciones hacia la solución política negociada del conflicto armado, en la cual se preserven los derechos de las víctimas. Reiteramos nuestra convicción de que la guerra que padece Colombia sólo podrá ser superada a través de un diálogo nacional, amplio, pluralista y concertado con la sociedad.
Hoy nos une y nos asiste la imperiosa necesidad de acercamientos entre las víctimas y todos los sectores de la sociedad colombiana para construir una sociedad democrática sustentada en la paz con justicia social, el respeto integral de los derechos humanos y la dignidad humana.
Firman:
Asociación Colombiana de Familiares de Miembros de la Fuerza Pública, Retenidos y Liberados por Grupos Guerrilleros, ASFAMIPAZ.
Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado
Yolanda Pulecio
Madre de Ingrid Betancourt
Movimiento Hijos e Hijas por la Memoria y contra la Impunidad
Familiares de los Desaparecidos del Palacio de Justicia
Fundación “Manuel Cepeda Vargas”
Víctimas y sobrevivientes de la Unión Patriótica y del Partido Comunista Colombiano
Pueblo Kankuamo Desplazado en Bogotá
Zonas Humanitarias y Zonas de Biodiversidad de los Consejos Comunitarios del Jiguamiandó y Curvaradó
Zonas Humanitarias y Zonas de Biodiversidad de las Comunidades de Autodeterminación, Vida, Dignidad del Cacarica, CAVIDA
Zona Humanitaria de la Comunidad de Vida y Trabajo de La Balsita, Dabeiba
Zona Humanitaria de la Comunidad Civil de Vida y Paz del Alto Ariari, CIVIPAZ
Consejo Comunitario del Río Bajo Naya, Valle del Cauca
Familiares de Víctimas de Trujillo, Valle del Cauca
Familiares de Víctimas de Inzá, Cauca
Asociación de Familiares de Víctimas de la Violencia Política de Río Sucio, Chocó, CLAMORES
Movimiento Regional de Víctimas de Crímenes de Estado, Sucre
Movimiento Regional de Víctimas de Crímenes de Estado, Antioquia
Asociación Regional de Víctimas de la Violencia del Terrorismo de Estado en el Magdalena Medio, ASORVIM
Familiares de Desaparecidos forzadamente, Familiares Colombia
Fundación “Nydia Erika Bautista” para los Derechos Humanos
Comunidad de Ullucos del Resguardo Indígena de San Francisco, Cauca
Asociación Tequendama de Sucre, Cauca
Asociación Nacional de Ayuda Solidaria, ANDAS
Comité Ejecutivo Nacional
Seccional Barrancabermeja
Acompañamiento Psicosocial y en Salud Mental a Víctimas de Violencia Política, AVRE
Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz
Colectivo de Abogados “José Alvear Restrepo”
Comité de Solidaridad con los Presos Políticos
Fundación Afro y Cultura “La Esperanza”
Resguardo Indígena Emberá de Urada, Jiguamiandó, Coredocito
Asociación Campesina para el Desarrollo Integral del Sur del Putumayo, ACADISP
Corporación Vínculos
Red de Alternativas a la Impunidad y a la Globalización del Mercado
febrero 24th, 2008
El ministro de Defensa Juan Manuel Santos y el general Freddy Padilla, comandante de las fuerzas militares, tuvieron que dedicarse este viernes a tranquilizar al mundo y a las familias tras la noticia, la víspera, de que el ejército conoce la ubicación de los cuatro rehenes que están en proceso de ser liberados por las FARC.
Padilla dijo que desde hace “más de 12 días” conoce el sitio donde están los cuatro rehenes. Y que las tropas están quietas.
El ministro Santos remarcó que el gobierno, con el anuncio, trata de “facilitar” la entrega.
La verdad, no les fue bien con la brillante idea de desviar la atención –la tensión- en el momento repleto de riesgos que conlleva una liberación.
No les fue bien. El rechazo al extraño anuncio, que llena de espanto a las familias, ha sido casi general.
Digo “casi”, porque hubo varios que entendieron la cosa así: el gobierno cuenta que sabe dónde están los rehenes, pero que no los va a hacer matar. Qué alivio.
El argumento, esgrimido incluso por la Iglesia Católica, no impidió que otros se acordaran de montajes y mentiras relacionados con ambos protagonistas, Santos y Padilla.
Las “correcciones y matices”, como expresó el periodista Néstor Morales, fueron en el sentido de decir que el rescate humanitario del ex senador Jorge Eduardo Gechem puede hacerse en el sitio donde está, supuestamente a 15 km de los otros tres políticos, debido a que se encuentra “muy enfermo”.
El ministro y el general volvieron hoy, pues, un tema militar (dominamos el territorio que a finales de año no dominábamos) en un tema humanitario – por cuenta del estado de salud Gechem.
“Ninguno de los dos controla totalmente la situación”, dijo el ex presidente Néstor Kirchner el 31 de diciembre durante la fallida “Operación Emmanuel”, refiriéndose al gobierno colombiano y a las FARC.
Y ése, precisamente, es el peligro.
Por cierto: la interceptación de las mensajeras que llevaban al presidente venezolano Hugo Chávez las pruebas de supervivencia, en noviembre; el bombardeo a la unidad guerrillera que guiaba a las rehenes Clara Rojas y Consuelo González a la libertad, en diciembre y enero; y la ubicación de los cuatro rehenes ahora, no parecen avances militares realmente.
Más bien suenan como a un aprovechamiento de oportunidades generadas por gestión de otros, en momentos de alta exposición, no sólo al riesgo, el riesgo de otros.
Sino también, en momentos de alta exposición mediática.
febrero 22nd, 2008
“Invitamos a la humanidad a acercarse a conocer, a permitirse ser sensible frente a estas víctimas que han sido casi sistemáticamente desconocidas, aisladas, silenciadas, a quienes se les ha negado la posibilidad de ser reconocidas socialmente”, dice el comunicado de la Comisión Ética por la Verdad en Crímenes de Lesa Humanidad, encabezada por el Premio Nóbel de Paz Adolfo Pérez Esquivel.
La Comisión anuncia que acompañará en Colombia la manifestación del 6 de marzo, asistirá en Bogotá al IV Encuentro del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado y luego viajará por el país durante varios días.
La Comisión considera que el ataque del asesor presidencial José Obdulio Gaviria contra la demostración de homenaje a las víctimas «requiere una rectificación, como medio efectivo de garantía y de protección».
Texto completo:
Acompañamos el 6 de Marzo el homenaje a las víctimas
Comisión Ética por la Verdad en Crímenes de Lesa Humanidad
En días pasados hemos conocido a través de la radio colombiana que el asesor presidencial de Álvaro Uribe Vélez, José Obdulio Gaviria, ha indicado respecto al acto de homenaje a las Víctimas, convocado por el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado para el próximo 6 de marzo, que este ha sido convocado por las FARC EP y rechaza que en Colombia existan Crímenes de Estado.
Como integrantes de la Comisión Ética de la Verdad en Crímenes de Lesa Humanidad, iniciativa del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado, como un mecanismo de escucha de las propuestas de afirmación del Derecho a la memoria y a la verdad, así como de reconocimiento a las iniciativas de reparación integral, manifestamos nuestro absoluto desacuerdo con la apreciación del asesor, que parece expresar el pensamiento del Presidente.
En desarrollo de nuestras funciones como integrantes de la Comisión Ética de la Verdad, desde hace un año, nos hemos dirigido a diversas regiones de Colombia.
Allí hemos escuchado, y hemos sido en ocasiones también testigos de las secuelas, que las técnicas y los métodos usados por las Fuerzas Militares, entre ellas la estrategia paramilitar, han generado en personas, familias, comunidades, pueblos por la consumación de crímenes que lesionan los principios básicos de humanidad.
Bajo un mismo patrón de actuación se ha aniquilado, se ha destruido y se ha perseguido a habitantes y sus proyectos de vida para imponer un modelo de sociedad, de relaciones económicas, ambientales y territoriales en lo que se hace evidente la responsabilidad del Estado.
Dicho patrón de actuación se ha pretendido legitimar en la Doctrina de la Seguridad Nacional que concibe a los civiles como enemigos, que percibe las expresiones sociales de reivindicación de derechos como “guerrilleras”, y que alecciona a la sociedad y la culpabiliza por la presencia de la guerrilla en sus territorios.
Parte de esa Doctrina se expresa hoy en las apreciaciones de altas esferas del gobierno sobre el Acto de homenaje a las Víctimas
En segundo lugar, el convocante de este Acto de Homenaje a las Víctimas ha sido el Movimiento Nacional de Victimas, que aglutina a diversas expresiones de familiares de desaparecidos forzados, de torturados, de desplazados forzosos, de ejecutados, de indígenas, de afrocolombianos, de mestizos, de sindicalistas, de exiliados, de ciudadanos y ciudadanas, de defensores de derechos humanos.
El uso o distorsión por parte de terceros de su convocatoria no es responsabilidad del Movimiento Nacional de Victimas.
Sus voceros han rechazado públicamente su tergiversación por terceros. Ellas y ellos han insistido, han afirmado que se trata de un Acto de dignificación y de Homenaje a las Víctimas.
Reiteramos nuestra preocupación por la vida e integridad personal de los integrantes del Movimiento Nacional de Victimas, que desde el comienzo de su expresión como organización de las familias de las víctimas y de la sociedad civil ha sido objeto de intimidaciones, amenazas, falsas acusaciones, desprestigio y crímenes de algunos de sus integrantes.
Hoy en ese escenario de descalificación oficial no rectificada, personas y organizaciones del Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado han recibido intimidaciones, amenazas de muerte por parte de estructuras paramilitares.
Así mismo, la animadversión de ciudadanos contra el Acto de Homenaje se ha sustentado en esas apreciaciones de personas vinculadas con el gobierno, lo que requiere una rectificación, como medio efectivo de garantía y de protección.
Invitamos a la humanidad a acercarse a conocer, a permitirse ser sensible frente a estas víctimas que han sido casi sistemáticamente desconocidas, aisladas, silenciadas, a quienes se les ha negado la posibilidad de ser reconocidas socialmente.
Luego de encontrarse con esta otra realidad, que refleja las profundas contradicciones de la democracia colombiana, a actuar en solidaridad y en consonancia el próximo 6 de marzo.
Participación, como homenaje a los más de 60 mil víctimas de Crímenes de Estado, los más de 4 millones de desplazados y despojados de más de 6 millones de hectáreas de tierra, las más de 1500 fosas comunes, los cerca de 1000 ejecutados extrajudicialmente desde el 2002 hasta enero de 2008, y por el Acuerdo Humanitario para lograr la libertad de los retenidos y secuestrados por las guerrillas. .
A los periodistas de los medios de información, los apelamos a actuar en libertad de conciencia, asumiendo una actitud razonable y de respeto a los códigos deontológicos en los aspectos referentes a la responsabilidad social, a la imparcialidad y a la confrontación de fuentes respecto a lo que significa el derecho a la memoria y a la Verdad que poseen las víctimas de crímenes de Estado.
La información democrática es una condición de respeto y de dignificación a las víctimas, presupuesto básico del derecho a la memoria, punto de partida para la Verdad, la Justicia, la Reparación Integral y la No Repetición.
Creemos que solamente de este modo es posible enfrentar el olvido y la construcción del poder que cimienta un provenir de destrucción, de involución y de negación de la democracia.
Suscriben integrantes de la Comisión Ética de la Verdad
Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de Paz
Movimiento de Trabajadores Rurales de Brasil, MST
Mirta Baravalle, Madres de la Plaza de Mayo-Línea Fundadora- Argentina
Francois Houtart, Centre Tricontinental, Bélgica
Enrique Nuñez, Comisión Etica contra la Tortura-Chile
Asociación Comunitaria Universitaria Santo Tomás de Aquino, Madrid-España
Rainer Huhle, Centro de Derechos Humanos de Nürenberg, Alemania
Liz Deligio, School of the Americas Watch, SOAW, USA
Charity Ryerson, School of the Americas Watch, SOAW, USA
Miguel Alvarez, Verapaz, Comisión de Paz de México
Carlos Fazio, profesor universitario UNAM, escritor
Gilberto López y Rivas, Profesor Universitario UNAM
Libertad Sánchez, Asociación por la Recuperación de la memoria histórica de Mérida, España
Coalición de los Pobres, USA
Febrero 19 de 2007
febrero 19th, 2008
«Si los periodistas mediocres quieren guerra, guerra tendrán»
La frase es de Mario Vanemerak, director técnico de Millonarios, equipo de fútbol de Bogotá. Menos mal que no la dijo Chávez.
febrero 7th, 2008
POR LOS DESAPARECIDOS
POR LOS DESPLAZADOS
POR LOS MASACRADOS
POR LOS EJECUTADOS
En Colombia han sido desplazadas cerca de cuatro millones de personas, en su mayoría por los grupos paramilitares. Estos grupos, solos o en conjunto con miembros de las fuerzas militares, han desaparecido al menos a 15.000 compatriotas y los han enterrado en más de 3.000 fosas comunes o han arrojado sus cadáveres a los ríos; han asesinado a más de 1.700 indígenas, 2.550 sindicalistas, y cerca de 5.000 miembros de la Unión Patriótica. Regularmente torturan a sus víctimas antes de matarlas. Entre 1982 y 2005 los paramilitares perpetraron más de 3.500 masacres, y robaron más de seis millones de hectáreas de tierra. Desde 2002, después de su “desmovilización”, han asesinado a 600 personas cada año. Llegaron a controlar el 35% del Parlamento. Desde 2002 hasta hoy, miembros del Ejército Nacional han cometido más de 950 ejecuciones, la mayoría presentadas como “positivos”. Tan solo en enero de 2008, los paramilitares cometieron 2 masacres, 9 desapariciones forzadas, 8 homicidios, y el Ejército ha cometido 16 ejecuciones extrajudiciales.
En Colombia, agentes del Estado y paramilitares violan los derechos humanos y el derecho humanitario. Muchos grupos paramilitares no se han desmovilizado. Ahora se hacen llamar Águilas Negras. Muchos parapolíticos están en cargos públicos y diplomáticos.
Usted marchó el 4 de febrero. ¿Acompañará el 6 de marzo a las víctimas de los paramilitares, los parapolíticos y los agentes del Estado? Nunca más fosas comunes. Nunca más desplazamientos forzados. Nunca más paramilitares. Nunca más parapolíticos. Nunca más crímenes de Estado.
El Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado
convoca:
6 DE MARZO DE 2008
Homenaje nacional a las víctimas del paramilitarismo, la parapolítica y los crímenes de Estado
febrero 5th, 2008
La gigantesca manifestación de repudio “contra las FARC”, sus secuestros y demás formas de violencia que comete, fue precedida de un bombardeo diario de invitaciones por Internet, de distinta procedencia. A ello se sumó una activa campaña en los grandes medios.
En las discusiones por e-mail que se armaban a veces en estas semanas previas, algunos argumentaban que la guerrilla no es la única que comete atrocidades. La respuesta era recurrente: organiza tú una marcha contra los paramilitares y te prometo que voy, pero ésta del 4 de febrero es contra las FARC.
Algo por el estilo se decía en los medios radiales que monitoreo habitualmente: Caracol, W Radio, RCN.
Los organizadores de la marcha, iniciativa de un grupo Facebook que recibió el respaldo gubernamental y financiación privada, calificaron de “tergiversación” cualquier convocatoria que se hiciera a favor o en contra de cualquier cosa que no fuera esa guerrilla campesina.
Temían especialmente que el mensaje “se dispersara”. Cualquier iniciativa divergente fue descalificada como “contramarcha”.
Expresaron que lo malo de la manifestación del 5 de julio de 2007, de rechazo a la matanza de 11 diputados regionales rehenes de las FARC, fue que allí hubo también una demanda urgente a favor del acuerdo humanitario, cuando era una marcha contra el secuestro.
Esa protesta, efectivamente, tuvo como denominador común la exigencia de libertad, y así lo reseñaron los medios.
Ahora podremos comprobar si es cierto que tanta gente se une a una protesta contra los poderosos y ubicuos paramilitares.
El Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado está convocando, para el próximo 6 de marzo, una manifestación contra los grupos paramilitares, los parapolíticos y los agentes estatales involucrados en violaciones de derechos humanos. El objetivo de esta demostración es exigir que cesen los crímenes de los paramilitares y que se desmantelen definitivamente sus estructuras no desmovilizadas, que se acabe la parapolítica y que cesen las ejecuciones extrajudiciales cometidas por miembros de la Fuerza Pública.
La semana pasada, Iván Cepeda, hijo del asesinado periodista y senador de la Unión Patriótica Manuel Cepeda, dirigió una carta a Álvaro García, director de noticias del canal televisivo privado RCN. RCN Televisión, según me informan, puso la tarima y el sistema de sonido en la Plaza de Bolívar de Bogotá.
La misiva de Cepeda da claves sobre cómo se maneja la información en los grandes medios de Colombia.
Señor Director,
Difiero de la forma en que su noticiero cubre la realidad política y social de nuestro país. En particular, considero que existe un notable desequilibrio en la manera en que registra las noticias concernientes a la violencia y al conflicto armado. Mientras informa y condena con vehemencia los crímenes que cometen las guerrillas, no ocurre lo mismo cuando se trata de aquellos atribuibles a los grupos paramilitares, a los líderes políticos que se han aliado con ellos, o a miembros de la Fuerza Pública que actúan arbitrariamente contra la población civil. No es cuestión solamente de la proporción informativa. Es cierto que su noticiero presenta en ocasiones estos hechos. Pero regularmente lo hace de manera confusa, fragmentaria, y sin que se produzca una censura contundente a los autores de esas formas de violencia. No se analizan en profundidad los móviles, ni se identifica claramente a los responsables, ni se explica el contexto de esos crímenes. Así, el televidente solo percibe actos aislados que no guardan relación entre ellos.
Como Usted sabe, se cumplen seis años del inicio del proceso de desmovilización y dos de aplicación de la Ley de Justicia y Paz. Los grupos paramilitares siguen delinquiendo, ejecutando masacres, cometiendo secuestros y desapariciones, narcotraficando, desplazando comunidades. Se ha probado judicialmente la responsabilidad de algunos congresistas en las investigaciones por la llamada parapolítica. Sin embargo, han sido reemplazados por otros igualmente corruptos. Muchos políticos siguen sin ser investigados, y cuando son denunciados, el Gobierno los nombra en cargos diplomáticos. También se ha probado judicialmente que agentes de las fuerzas militares cometen homicidios, y que tales hechos se califican con el eufemismo de “falsos positivos”. Es inadmisible que todo esto no merezca una condena unánime de los grandes medios de comunicación. Que se siga negando o minimizando esta otra realidad. Es inconcebible que una fracción significativa de la opinión pública, que solo se informa a través de la televisión, siga considerando al paramilitarismo como un mal menor, que ha sido ineludible e incluso deseable. ¿Cuándo su noticiero ha organizado campañas para condenar estos fenómenos?
El 31 de enero de este año en el programa ‘Hora 20’ de Caracol Radio usted aseguró que de ser convocada una marcha contra los grupos paramilitares y su acción criminal participaría con gusto en ella, y además que tal iniciativa contaría con el respaldo de su medio de comunicación.
El próximo 6 de marzo, el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado ha convocado a una manifestación contra los grupos paramilitares, los parapolíticos y los agentes estatales involucrados en violaciones de derechos humanos. El objetivo de esta demostración es exigir que cesen los crímenes de los paramilitares y que se desmantelen definitivamente sus estructuras no desmovilizadas, que se acabe la parapolítica y que cesen las ejecuciones extrajudiciales cometidas por miembros de la Fuerza Pública.
¿Dará Usted su apoyo a esta manifestación ciudadana? ¿Su noticiero le dará un despliegue informativo equivalente al que ha dado a la marcha que se llevará a cabo el próximo 4 de febrero?
febrero 4th, 2008
El secretariado del Estado Mayor Central de las FARC confirma, con fecha 31 de enero, en comunicado dado a conocer por el noticiero de televisión Noticias Uno en la noche del 2 de febrero, la liberación de los parlamentarios Gloria Polanco de Losada, Luis Eladio Pérez y Orlando Beltrán Cuellar.
Las Farc indican que los tres rehenes les serán entregados «personalmente o por intermedio de delegados y en territorio colombiano» al presidente venezolano Hugo Chávez y a la senadora Piedad Córdoba. (Ver: Oído atento a la selva)
Comunicado (textual):
1. Como reconocimiento a sus persistentes esfuerzos por concretar un Acuerdo Humanitario, les queremos solicitar al presidente Hugo Chávez y la senadora Piedad Córdoba, que reciban, personalmente o por intermedio de delegados y en territorio colombiano, a los parlamentarios Gloria Polanco de Losada, Luis Eladio Pérez y Orlando Beltrán Cuéllar a quienes liberaremos unilateralmente dado su estado de salud.
2. Para garantizar el éxito de esta gestión y previniendo los peligros que la rodearán, debemos organizar los mecanismos necesarios con suficiente tiempo. Trabajaremos sin prisas ni pausas.
3. Estas liberaciones, son consecuencia directa del esfuerzo realista, integral y transparente del presidente Chávez y otros gobiernos de países amigos, en la búsqueda de soluciones políticas de fondo a la crisis humanitaria y al conflicto que lacera a Colombia y que afecta a todo el Continente.
4. Nuestra decisión por concretar un Intercambio Humanitario integral, como única forma de lograr la libertad de todos los prisioneros de guerra, se mantiene, refuerza y levanta hoy más que nunca por encima de la ofensiva gringa y uribista contra las FARC.
5. Nada ni nadie puede desmentir la criminal impunidad con que ha delinquido y pretende continuar delinquiendo la clase dirigente colombiana, ni mucho menos, la infame y humillante injerencia del gobierno de los Estados Unidos en nuestros asuntos internos. Mientras ello perdure, nuestra decisión de combate continuará acrecentándose día a día, contra los corruptos dirigentes políticos y por la soberanía nacional.
6. La tarea del libertador Simón Bolívar aún está sin concluir!.
Secretariado del Estado Mayor Central.
FARC-EP.
Montañas de Colombia, Enero 31 del 2008
febrero 3rd, 2008
«El rostro de los secuestrados y el de las víctimas de otros crímenes atroces es la imagen especular de nuestra inacción. Si la idea de la humanidad todavía tiene sentido para nosotros, debemos cambiar radicalmente el curso de los acontecimientos en Colombia», dice el párrafo final del manifiesto «Contra la barbarie cotidiana», publicado el 31 de enero en el diario francés «Libération», y el 30 en el diario belga «Le Soir».
Lleva las firmas, entre otros, de Noam Chomsky, Orlando Fals Borda, Juan Gelman, Laura Restrepo, Juan Manuel Roca, Jota Mario Arbeláez, Boaventura de Sousa Santos, Philippe Texier, Alain Touraine, … y más nombres, provenientes de Alemania, Gran Bretaña, Argentina, Bélgica, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Cuba, Salvador, España, Suiza, Venezuela, Uruguay, Turquía, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Suecia, Portugal, Perú, México, Italia y Guinea Bissau.
El llamamiento condena el secuestro y el juego táctico de la guerrilla y el gobierno en torno a rehenes y prisioneros de guerra; la desaparición forzada; el desplazamiento forzado; la irresponsabilidad del gobierno colombiano al negarse a reconocer que existe un conflicto armado para no aplicar el Derecho Internacional Humanitario, y su aceptación tácita de la connivencia paramilitares-narcotráfico-fuerza pública; la incapacidad de la justicia de traducir a hechos concretos los principios de verdad, reparación integral y de no repetición. La intervención militar estadounidense que permite que continúe “una guerra que ha atravesado todas las fronteras de lo inhumano” y el silencio de la Unión Europea, que “no cesa de cerrar los ojos frente a esta tragedia humanitaria, en nombre de intereses económicos que no son discutidos públicamente”.
Exigen “que las FARC liberen inmediatamente y sin ninguna condición a todos los secuestrados civiles en su poder, bien sea por motivos económicos o políticos”, pues los civiles no pueden ser objeto de canje alguno.
El gobierno, agregan, debe hacer un gesto de responsabilidad equivalente, abandonar definitivamente la hipótesis de un rescate militar y sentar las bases de un acuerdo humanitario que permita el intercambio inmediato de prisioneros (guerrilleros encarcelados contra policías y militares).
La comunidad internacional debe por su parte garantizar “la continuidad irrevocable” y el fortalecimiento de la oficina de la ONU para los derechos humanos en Colombia; la Unión Europea debe enviar un delegado permanente para reforzar la labor diplomática por el acuerdo humanitario; y desarrollar mecanismos para obligar al Estado colombiano a dar garantías efectivas a las organizaciones que han entablado acciones frente a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, así como reconstruir la independencia de la rama judicial.
“Al pueblo colombiano le corresponde definir la vía política que le permita reencontrar la justicia social y rechazar las diversas formas de violencia que tienen lugar en su territorio”, señalan.
He aquí el texto en español:
Contra la barbarie cotidiana
Nosotros, intelectuales y ciudadanos progresistas, comprometidos con la democracia y con la justicia social, que deseamos el surgimiento de sociedades libres de todas las formas de violencia (política, económica, social, cultural) y defendemos el derecho de los pueblos a construir alternativas frente a los peligros de un capitalismo sin límites; nosotros, que amamos Colombia para vivir en ella cada día; nosotros, que de ella hemos huido; nosotros que en ella tenemos amigos o que sólo la conocemos a la distancia; nosotros, deseamos expresar nuestro dolor y nuestra vergüenza frente a los secuestrados y, por medio de ellos, frente a la tragedia humanitaria colombiana, que oprime a la población civil y niega los principios más elementales de la dignidad humana.
1. Expresamos nuestra condena total a la práctica del secuestro, realizada por las FARC, las otras guerrillas, los paramilitares, algunos miembros de la fuerza pública y la delincuencia común. El secuestro es en sí mismo un crimen atroz, que conduce al agotamiento físico y a la muerte social de las personas afectadas. Además, debido a las condiciones de insalubridad en las que sucede y a la intensificación del conflicto, expone a estas personas definitivamente a la muerte. Nada, absolutamente nada, puede justificar esta práctica. Tampoco los otros crímenes (atentados, amenazas, asesinatos, masacres) cometidos contra la población civil, por parte de grupos armados ilegales o por miembros de las fuerzas armadas y de policía, cuyas estrategias exclusivamente guerreristas los han conducido a desvirtuar su proyecto político y ético inicial.
2. Condenamos con igual fuerza las actitudes irresponsables e inaceptables del gobierno colombiano en relación con: su rechazo al reconocimiento del conflicto armado y a la consecuente aplicación de los principios del Derecho Internacional Humanitario, el sufrimiento que le ocasiona a las familias de los secuestrados anunciando continuamente las operaciones militares de rescate, los insultos y las acusaciones dirigidos a la oposición democrática que los convierte en objetivo potencial o real de los grupos paramilitares, la aceptación tácita de la connivencia entre éstos, los narcotraficantes y los dirigentes políticos en un contexto donde la justicia es incapaz de traducir concretamente a los principios de verdad, reparación integral y de no repetición.
Finalmente, resaltamos el fracaso de la política de “seguridad democrática”, incapaz de garantizarle la vida a los más desprotegidos socialmente, con la cual se intenta legitimar todas las acciones gubernamentales mediante el recurso a la “guerra contra el terrorismo”.
3. Condenamos además las políticas de algunos miembros de la Comunidad Internacional, en particular las del gobierno de los Estados Unidos que, con los Planes “Colombia”, “Patriota” y “Consolidación”, le suministran al gobierno colombiano los medios militares y financieros para que continúe con una guerra que ha atravesado todas las fronteras de lo inhumano.
Por su parte, la Unión Europea no cesa de cerrar los ojos frente a esta tragedia humanitaria, en nombre de intereses económicos que no son discutidos públicamente, como sucedió en los últimos días con las negociaciones con la Comunidad Andina de Naciones.
La crisis humanitaria en Colombia se perpetúa, como lo demuestran los informes de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. ¿Es necesario recordar que Colombia tiene más de 3.000 personas secuestradas – de las cuales un poco menos de un tercio está detenida por las FARC [Fuente: Las Voces del Secuestro] –, 30.000 víctimas de desaparición forzada – esencialmente por la acción de grupos paramilitares [los desaparecidos son personas brutalmente separadas de su vida cotidiana, a menudo torturados y cuyos cuerpos no son devueltos a sus familias. Borrados de la noche a la mañana de la sociedad, son objeto de una doble negación: por parte del poder existente, que niega esta realidad; por parte de la opinión pública internacional, que no tiene conocimiento de esta situación. Fuente: Fidh] –, y 3,9 millones de desplazados?
¿Hay que recordar que, junto con Sudán, tiene el mayor número de desplazados en el mundo, que 60% de la población vive por debajo del umbral de pobreza y que es el escenario de injusticias sociales y culturales insoportables?
Por estas razones, llamamos a una movilización inmediata de todas las voces democráticas, en Colombia, Latinoamérica, en la Unión Europea y en los Estados Unidos, para contribuir a la liberación de los secuestrados y a la realización del acuerdo humanitario, etapas necesarias en la construcción de una solución no violenta y negociada del conflicto armado.
Con este propósito, nosotros demandamos públicamente:
1. Que las FARC liberen inmediatamente y sin ninguna condición todos los secuestrados civiles en su poder, bien sea por motivos económicos o políticos. Es necesario precisar que por estos últimos no se pide ninguna recompensa, no deben ser objeto de un intercambio humanitario como si fueran combatientes y su vida es responsabilidad exclusiva de sus captores. Frente al dolor de los familiares, las FARC deben tener una mínima coherencia con su propuesta política y ética, y crear las condiciones para su liberación. De lo contrario, su lucha pierde todo sentido. Si hasta ahora se ha supuesto que este gesto debe constituir una contrapartida al acuerdo humanitario, nosotros consideramos que debe anticiparlo: los videos y las cartas recientes de los secuestrados políticos son un llamado desesperado para tomar medidas inmediatas. Esta exigencia de liberación la hacemos ante todos los actores responsables del secuestro.
2. Que el gobierno realice un gesto de responsabilidad equivalente, que en consecuencia abandone definitivamente la hipótesis de un rescate militar y siente las bases de un acuerdo humanitario que permita el intercambio inmediato de prisioneros (guerrilleros encarcelados contra policías y militares secuestrados). Al respecto, hay que subrayar la lógica jurídica y moral de dicho acuerdo: en el marco del Derecho Internacional, busca regular pacíficamente y en un tiempo determinado, el intercambio de prisioneros durante las guerras. Por lo tanto, implica la inclusión de una lógica de no-violencia dentro de una situación de violencia estructural. Con tal propósito, ninguna de las alternativas propuestas por las partes y la sociedad debe ser ignorada, y la negociación para la liberación de los secuestrados no debe seguir siendo sometida a juegos tácticos de las partes en medio de estrategias bélicas.
3. Que la Comunidad Internacional demuestre un compromiso real con la paz y los derechos humanos en Colombia. Por consiguiente, formulamos tres peticiones específicas: la continuidad irrevocable de la oficina de las Naciones Unidas in situ y el fortalecimiento de sus medios de acción; el envío de un delegado permanente de la Unión Europea, que refuerce la labor de la diplomacia europea con respecto al acuerdo humanitario; el desarrollo de diversos mecanismos que obliguen al Estado colombiano a darle garantías efectivas a las organizaciones que han entablado acciones frente a la Corte Interamericana de Derechos Humanos para que éstas lleguen a buen término. Estos elementos deben ser considerados como las primeras etapas de la reconstrucción de un sistema judicial totalmente independiente, capaz de poner fin a los crímenes cometidos por las partes en conflicto y de responder a las exigencias de las organizaciones de víctimas sobre el reconocimiento del derecho inalienable a la verdad, la reparación integral y la no repetición de los crímenes cometidos.
Al pueblo colombiano le corresponde definir la vía política que le permita reencontrar la justicia social y rechazar las diversas formas de violencia que tienen lugar en su territorio.
Entre las pruebas de vida de los secuestrados dadas a conocer una de ellas llamó especialmente nuestra atención: la que Ingrid Betancourt dirige a su madre. Es un mensaje perturbador por su mezcla de intimidad y de universalidad, de agotamiento y de resistencia moral; sus palabras son el lazo de unión entre las víctimas anónimas y el resto del mundo.
Su autora cita a Albert Camus. En tal sentido, para hacerle eco a sus palabras, es conveniente recordar el siguiente fragmento del autor de El Extranjero: “la tiranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios sino sobre las fallas de los liberales” (A. Camus, Actuelles I).
El rostro de los secuestrados y el de las víctimas de otros crímenes atroces es la imagen especular de nuestra inacción. Si la idea de la humanidad todavía tiene sentido para nosotros, debemos cambiar radicalmente el curso de los acontecimientos en Colombia.
febrero 2nd, 2008
El episodio de los cuatro asaltantes de un banco venezolano en la población de Altagracia de Orituco, a 150 kilómetros de Caracas, terminó bien.
Los delincuentes tuvieron como rehenes, por más de 27 horas, a unas 40 personas que se hallaban en una oficina del Banco Provincial. La cifra incluía a una mujer con siete meses y medio de embarazo y a un bebé de tres meses.
Esta mañana, Darío Arizmendi, director de Caracol Radio, sostuvo extensas entrevistas al aire con los asaltantes y con varios rehenes, así como con autoridades venezolanas a cargo de la crisis.
Ésta comenzó a resolverse cuando cinco voluntarios –tres mujeres y dos hombres- se ofrecieron a acompañar a los captores a bordo de una ambulancia que éstos exigían para huir.
Tras dos horas y media de andar en la ambulancia, por la vía entre Altagracia y Guatire, una población 50 kilómetros al este de Caracas, los asaltantes se entregaron. No hubo heridos.
Entre el maratón de entrevistas de Arizmendi, antes de que entrara en escena la ambulancia, hubo una que me llamó poderosamente la atención.
Un oficial venezolano, cuyo nombre no retuve, dijo que la situación se estaba tratando con todo cuidado debido a que el Estado tiene la obligación no solamente de garantizar la vida de los rehenes sino, también, de garantizar la vida de los asaltantes. “Ese es nuestro deber, como Estado”, dijo.
Lo único que puedo decir es que esa frase, ese concepto, aquí en Colombia, suena completamente marciano.
enero 29th, 2008
Familia Raza Nación, es el lema de Tercera Fuerza Bogotá, grupo autor de este vídeo que cita a la Marcha Anti- FARC el 4 de febrero.
“Únete a nosotros, es la solución, únete y luchemos”, dice un activista de TFB, sospechosamente parecido a TFP (Tradición Familia Propiedad), en el que militó el jefe paramilitar Salvatore Mancuso cuando era estudiante de la Pontificia Universidad Javeriana en Bogotá.
Este es el texto de la marcha que resuena en el vídeo:
Nadie nos podrá vencer
Vencer jamás
Unidos siempre
Somos mucho más
Que aquellos que
Nos quieren callar
Al poder nunca jamás
Llegarán los violentos
Cada quien a trabajar
El terrorismo a derrotar
Nuestro compromiso y nuestra entrega
Es hacer valer la libertad
Nuestro compromiso es Colombia
Así ganamos todos
El ejército de Colombia
Con su pueblo
Lucha por una causa justa
En otro vídeo se habla de “La verdad de Tercera Fuerza Bogotá”
Y este es el texto de una canción que allí se escucha:
Fascistas colombianos
Fascistas bogotanos
Como serán de idiotas
Todos estos fulanos
Podrán tener
Cabello rubio
Podrán tener
La piel muy blanca
Podrán tener
Ojos azules
Pero ser arios puros
Es lo que les falta
Será que son idiotas
O qué es lo que les pasa
América Latina
Es la mezcla de las razas
Y aunque tu abuelito
Haya sido alemán
Se comió negras costeñas
Antes de irse a Boyacá
Jájájá me río
De los fachos
Que hay en Bogotá
Un tercer vídeo registra la “Primera manifestación antifascista” en Bogotá, en el lluvioso abril de 2007.
A propósito de los ataques a Piedad Córdoba en el aeropuerto y en el vuelo hacia Caracas, escribe Alfredo Molano en El Espectador:
“El pasado miércoles, la senadora Piedad Córdoba viajaba a Caracas en un vuelo desde Bogotá. En la cola para pasar la aduana fue brutalmente agredida por un energúmeno: “apátrida, hijueputa, malnacida, gonorrea negra, guerrillera”, gritaba el enardecido, mientras alzando los brazos remataba: “¡Te voy a romper la cara, puta!”.
“La violenta escena tuvo lugar ante la complacencia de muchos pasajeros y la indiferencia activa de las autoridades dedicadas a confiscar cortaúñas.”
Por ser fin de semana, vale recordar una buena película:
El fascismo ordinario, documental histórico de 1965 de Míjail Romm, discípulo de Serguéi Eisenstein (138 minutos, Parte 1 y Parte 2)
El fascismo ordinario aborda el carácter populista del fascismo y el efecto de la propaganda vulgar y ordinaria en la psicología de masas, que llevó al extremo de hacer del ser humano una simple máquina de matar.
enero 27th, 2008
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