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«El diálogo lo apoyan los Estados Unidos, la Unión Europea, el Vaticano, muchos países, personalidades del movimiento asociativo en Colombia», menos el expresidente Uribe Vélez y su grupo de ultraderecha, dijo a un periódico suizo el guerrillero negociador de las FARC Rodrigo Granda, de nombre de combate Ricardo Téllez (aquí reseña de la entrevista según El Espectador).
La cooperación internacional no se quedó del todo quieta durante los annis horribilia 2002-2010. Mantuvo, por ejemplo, el G-24, que agrupa en Colombia a los países donantes, básicamente los miembros de la Unión Europea, más Estados Unidos, Canadá y Japón, acompañados por Brasil, Argentina y México.
Ahora, la cooperación internacional contribuirá con recursos al Fondo de Justicia Transicional, creado hace tres años para canalizar el apoyo de la comunidad internacional en Colombia. Según la directora-país del PNUD en Colombia, la uruguaya Silvia Rucks citada por El Tiempo, hasta el momento la cooperación internacional ha aportado 26 millones de dólares a la paz de Colombia. Dice el diario que ahora están a la espera de resultados del proceso de paz para destinar nuevos recursos. Lo que buscan las embajadas de países donantes en Colombia es contribuir a una política pública de justicia transicional.
«Es necesario el acompañamiento de la comunidad internacional en centralizar la participación de las víctimas y construir una red nacional para el mejoramiento de la participación y el mejoramiento de la justicia», dijo Rucks. Y resaltó la importancia de garantizar la seguridad de las víctimas, fortalecer los mecanismos de protección y diseñar nuevos mecanismos de prevención, señala hoy 8 de octubre el diario bogotano.
Actualización:
Aquí está la noticia tal como la presentó El Espectador en la tarde
Colombia Reports: Colombia will receive $1.5million from the international community as part of a plan to reintegrate victims of violence and demobilized guerillas into society, reported Radio Caracol Monday
octubre 8th, 2012
El proceso de paz más avanzado con las FARC tuvo lugar durante el gobierno de Belisario Betancur (1982-1986).
En El Espectador de hoy lunes 8 de octubre, Betancur muestra su acuerdo en que se negocie en medio de la guerra:
¿Qué opina de la iniciativa de paz del gobierno Santos con las Farc?
Estoy encantado, veo además que están tomando todas las precauciones del caso para que no se repitan los errores del pasado. Veo en las Farc una fatiga, cierto cansancio. Por otra parte, creo que los idealismos que en un principio pudieron justificar la misión subversiva, en mi juicio ya desaparecieron, están deslegitimados y ya se les dio respuesta a las preguntas que le llegaban a los gobiernos.
¿Qué le parece la idea de negociar en medio del conflicto?
Es que tiene que ser así. Los que negocian son los combatientes, si ya han dejado las armas, ¿qué van a negociar?
¿Qué recomendación daría para que el proceso tenga éxito?
No, recomendaciones no daré, pero pienso que el proceso va a ser exitoso, por la manera en que el Gobierno está enrutando su capacidad de negociación.
(Extracto de http://www.elespectador.com/entretenimiento/unchatcon/articulo-379897-el-genio-de-montana)
octubre 8th, 2012
Menos aún torturándolos, ni presentándolos como falsos positivos.
La organización humanitaria alemana Diakonie Katastrophenhilfe me envió este doloroso comunicado de su organización socia en Colombia, Tierra de Paz.
La Corporación Justicia y Dignidad denunció en un comunicado público el asesinato de Norbey Martínez Bonilla, menor de 15 años, oriundo y residente de la vereda El Pedregal, municipio de Caloto en el Norte del Cauca, quien gozaba de medidas cautelares otorgadas por la CIDH MC-97/2010.
En la comunicación la ONG manifiesta que:
1. Durante las hostilidades presentadas el día viernes 28 de septiembre en zona rural del municipio de Caloto fue denunciada la desaparición de un joven de 15 años oriundo y residente de la vereda El Pedregal identificado como Norbey Martínez Bonilla. El día sábado, familiares iniciaron la búsqueda ante la Fiscalía, Alcaldía y la Policía sin obtener resultados.
2. El día 30 de septiembre medios de comunicación y el ejército presentaron un guerrillero con el alias “Yair” dado de baja durante los combates en ésta zona. De acuerdo a información oficial el individuo llevaba más de diez años en la guerrilla y pertenecía a sus fuerzas especiales.
3. El día martes 2 de octubre en el Instituto de Medicina Legal de Cali es entregado el cadáver de Norbey a sus familiares. La ONG “Corporación Justicia y Dignidad”, denunció que:
“Insólitamente el cadáver no tiene la lengua, tiene heridas en los dedos y una herida en el cuello y en el glúteo derecho con elemento desconocido. Llama la atención que el cuerpo sin vida del menor fue entregado con coseduras en todas sus extremidades. Así mismo, el uniforme camuflado que presuntamente portaba, aparece sin perforaciones”.
Ante esto, la ONG hizo las solicitudes pertinentes al Estado Colombiano, la ONU, Comisión Interamericana de DDHH, medios de comunicación y otras ONG de DH para la divulgación de la información.
octubre 5th, 2012
El miércoles 17 de octubre hay rueda de prensa en Oslo. Tema: el inicio formal del diálogo gobierno colombiano-FARC por la paz.
Tal es la única información oficial que ha dado hasta ahora el Ministerio de Relaciones Exteriores de Noruega, país garante del proceso de paz junto con Cuba.
Me llama la atención que Caracol Radio reproduce sin glosas el cable de EFE, el cual dice claramente algo que es cierto:
Una vez iniciado el proceso en Oslo, está previsto que las negociaciones se trasladen luego a La Habana, donde continuarán por un período indefinido.
Lo acordado entre el gobierno y las FARC, efectivamente, es que la negociación es por periodo indefinido. Aunque para consumo interno el presidente Juan Manuel Santos afirme que será cuestión de meses, y no de años.
El documento suscrito por el gobierno colombiano y las FARC dice, respecto a los plazos:
Iniciar conversaciones directas e ininterrumpidas (…)
Garantizar la efectividad del proceso y concluir el trabajo sobre los puntos de la agenda de manera expedita y en el menor tiempo posible, para cumplir con las expectativas de la sociedad sobre pronto acuerdo. En todo caso, la duración estará sujeta a evaluaciones periódicas de los avances.
Habla asimismo de que habrá un «Cronograma»
Acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera
Aquí el despacho de EFE en Caracol Radio.
octubre 4th, 2012
Roy Chaderton es embajador de Venezuela ante la OEA. Entre sus muchos cargos, este diplomático de carrera ha sido embajador en Noruega (1987–1990), embajador en Colombia (2001–2002) y canciller (mayo de 2002 a febrero de 2004).
Además de Venezuela, el otro país acompañante del diálogo de paz colombiano es Chile. El gobierno de Sebastián Piñera designó el 5 de septiembre como “acompañante” a Milenko Skoknic, jefe del gabinete de la Cancillería chilena.
Cuba y Noruega participan como países garantes.
Milenko Skonik, acompañante por parte de Chile.
octubre 2nd, 2012
El gobierno reglamentó la ley de orden público para garantizar «la seguridad e integridad» de los representantes de las FARC que participarán en las negociaciones de paz en Oslo y La Habana. Los negociadores podrán salir de Colombia “sin ningún inconveniente”, sostiene El Tiempo.
El 24 de septiembre, Juan Manuel Santos expidió el decreto 1980, que establece la suspensión de las órdenes de captura para los voceros de la guerrilla, tanto las vigentes como las que sobrevengan mientras dure el diálogo de paz. Esta medida es temporal y «no los exime de la acción penal sino que paraliza la acción de la Fuerza Pública» a la hora de detener a los guerrilleros.
Previamente, el 18, el gobierno expidió la resolución 339, que «autoriza el desarrollo de una mesa de diálogo, en la que se conversará sobre los puntos consignados en la agenda del Acuerdo General para la Terminación del Conflicto».
octubre 2nd, 2012
Simón Trinidad le escribió a Juan Manuel Santos.
“Mi asistencia como delegado de la paz es factible”, dice la breve misiva, según la publica RCN Radio.
“Basta una sencilla gestión política y diplomática de su parte ante el gobierno de los Estados Unidos, usted lo sabe muy bien”, agrega el hombre condenado a 60 años de prisión en Estados Unidos, por haber capturado las FARC y mantenido en calidad de prisioneros de guerra a tres estadounidenses, asesores militares. Los cargos por narcotráfico no prosperaron.
Aquí el texto
septiembre 27th, 2012
Llegó a mi correo pasadas las 11 am de hoy una Declaración Política conjunta de las cúpulas de las FARC y el ELN.
«No puede haber otro camino para los revolucionarios que la unidad y la lucha, la acción de masas en las calles, el levantamiento popular en el campo y las ciudades, retando la criminalización de la protesta y exigiendo al gobierno reales hechos de paz», indican ambas guerrillas.
«No es con demagogia y amenazas de represión y más guerra que se pondrá fin al conflicto. No es con más compra de material bélico ni entregando el país al Pentágono que se alcanzará la paz», advierten.
Agregan que la reconciliación de los colombianos no se logrará «con planes guerreristas y de tierra arrasada, como el ‘Plan Patriota’ o el ‘Espada de Honor'», «mucho menos dando ultimatums a la insurgencia a partir de la idea vana de que la paz sería el producto de una quimérica victoria militar del régimen, que lleve de rodillas a la insurgencia, rendida y desmovilizada, ante ese adefesio llamado marco jurídico para la paz».
Las FARC y el ELN indican que su voluntad de paz «radica en el convencimiento de que el destino de Colombia no puede depender de los intereses ruines de la oligarquía». «La verdadera llave» de la conquista de la paz es «la unidad y la movilización del pueblo en favor de los cambios estructurales».
Texto completo
— DECLARACIÓN POLÍTICA —
El Ejercito de Liberación Nacional (ELN) y Las Fuerzas armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo (FARC-EP), inspirados en los más profundos sentimientos de hermandad, solidaridad y camaradería, con optimismo y elevada moral de combate, estrechados en un fuerte abrazo de esperanza en el cambio revolucionario, nos hemos reunido para analizar la situación política nacional e internacional, los problemas de la guerra y de la paz en Colombia y avanzar en el proceso de unidad que desde el año 2009 venimos forjando paso a paso, con el propósito de hacer converger ideas y acciones que permitan enfrentar junto al pueblo a la oligarquía y al imperialismo como elementos que imponen la explotación y la miseria en nuestra patria.
Indoblegable determinación nuestra, es continuar la búsqueda de una paz que para Colombia y el continente signifiquen el establecimiento de la verdadera democracia, la soberanía popular, la justicia social y la libertad.
Realizamos esta reunión, en momentos en que se desarrolla la más profunda crisis del sistema capitalista mundial, caracterizada por una desaforada carrera de guerras de invasión, saqueo y sobreexplotación de los recursos de la naturaleza, precarización de las condiciones de trabajo, que condenan al hambre y la muerte a millones de seres humanos en un planeta conducido por la voracidad del imperialismo, hacia el caos y la destrucción.
En nuestra patria las calamidades generadas por este sistema de inhumana sobre-explotación y exclusión de las pobrerías, ha escalado la desigualdad y profundizado la confrontación de clases en dimensiones nunca antes vistas, las cuales derivan directamente de la aplicación sostenida y desbocada de políticas neoliberales que favorecen a los grandes grupos financieros y grandes corporaciones transnacionales, en detrimento de las mayorías nacionales.
Dentro del panorama internacional de crisis sistémica del capital, que muestra sus rostros múltiples de debacle financiera, económica, ambiental, urbanística, energética, militar, política, institucional, moral y cultural, Colombia se configura como un país de economía reprimarizada y financiarizada.
A esa condición la han llevado los detentadores del poder, para permitir el saqueo que significa la extracción desaforada, el robo de sus recursos naturales y la especulación financiera. Millones de compatriotas han sido lanzados a la miseria y la guerra, impuesta por las élites para acallar la inconformidad de las mayorías frente a esta iniquidad.
El gobierno de Juan Manuel Santos fue instaurado para garantizar la continuidad de los planes de desposeción por despojo que sobre el pueblo colombiano impone el imperialismo. Una nueva espacialidad del Capital acompañada de ordenamientos jurídicos y disposiciones militaristas de seguridad y defensa inmersas en la vieja Doctrina de la Seguridad Nacional y terrorismo de Estado, se afianza en nuestro país para blindar los “derechos” del capital, el bienestar de los ricos a costa de los trabajadores y del pueblo más humilde. Dentro de esa perspectiva se define la nueva etapa de despojo de tierras que hoy se disfraza con el falso nombre de restitución. En la práctica, a los millones de desplazados y víctimas de las sucesivas etapas de despojo violento auspiciadas por el Estado, se suman ahora nuevas legiones de campesinos, indígenas, y gente sencilla en general, a los que se les arrebatará o se les niega ya la tierra mediante procedimientos de engañosa legalidad, engrosándose aún más las cifras de pobreza y de indigencia que colocan a Colombia en el rango del tercer país más desigual del mundo.
Es este el sentido cruel de la seguridad inversionista y de la prosperidad que difunde el presidente Juan Manuel Santos, mientras se sigue encarcelando, asesinando y reprimiendo a sus opositores.
Frente a esta realidad no puede haber otro camino para los revolucionarios que la unidad y la lucha, la acción de masas en las calles, el levantamiento popular en el campo y las ciudades, retando la criminalización de la protesta y exigiendo al gobierno reales hechos de paz, que no pueden ser otra cosa que hechos de solución a los problemas sociales y políticos que padecen las mayorías por cuenta del terrorismo Estado de la casta gobernante cuyas tendencias más guerreristas han conducido los destinos del país durante la última década.
No es con demagogia y amenazas de represión y más guerra que se pondrá fin al conflicto. No es con más compra de material bélico ni entregando el país al pentágono que se alcanzará la paz; no es con planes guerreristas y de tierra arrasada, como el “Plan Patriota” o el “Espada de Honor” como se logrará la reconciliación de los colombianos. Mucho menos dando ultimatums a la insurgencia a partir de la idea vana de que la paz sería el producto de una quimérica victoria militar del régimen, que lleve de rodillas a la insurgencia, rendida y desmovilizada, ante ese adefesio llamado marco jurídico para la paz.
Nuestra voluntad de paz radica en el convencimiento de que el destino de Colombia no puede depender de los intereses ruines de la oligarquía. Los cambios políticos y sociales con la participación y decisión plenos del pueblo son una necesidad y un requerimiento inevitable. Por ello la unidad y la movilización del pueblo en favor de los cambios estructurales para, sobre la base de la justicia, construir la paz, son la verdadera llave de su conquista.
Con pasos firmes de unidad en el pensamiento y en la acción, fraternalmente,
COMANDO CENTRAL, ELN.
SECRETARIADO DEL ESTADO MAYOR CENTRAL, FARC-EP.
Montañas de Colombia, septiembre de 2012
septiembre 27th, 2012
«Para decirlo con claridad, los ejercicios de ficción no son aceptables siempre y menos aun cuando se usan para hacer sindicaciones de grueso calibre en temas sensibles», dice un inusual editorial de El Tiempo acerca de uno de sus columnistas, asesor de Álvaro Uribe .
El episodio de José Obdulio Gaviria y su columna en El Tiempo me recuerda que no se sabe aun quién plantó información falsa en los computadores supuestamente decomisados en el campamento de Raúl Reyes en Ecuador, bombardeado en marzo de 2008.
septiembre 26th, 2012
Vanesa Coicué, una niña nasa de 11 años, pereció el 16 de septiembre de 2011 en su propio hogar, en el Norte del Cauca. El ejército y las FARC combatían, literalmente, en el jardín de su casa. Un proyectil relleno de metralla, para hacer el mayor daño posible, estalló a dos metros de la vivienda de madera. Foto Constanza Vieira/ IPS
A la misma hora en que Juan Manuel Santos y las FARC anunciaban desde Bogotá y La Habana el inicio de conversaciones de paz, varias de las comunidades que más han sufrido en Colombia enviaron hoy una carta conjunta al presidente colombiano y a los jefes de las dos guerrillas, las FARC y el ELN.
La misiva proviene del Centro y Norte del Cauca, Chocó, Antioquia, Meta, Putumayo, Caldas y Valle del Cauca.
Las comunidades proponen cinco puntos:
Cese bilateral del fuego, garantías para la libertad de expresión y participación física en espacios definidos para hacer propuestas, incluida una Comisión de la Verdad.
Además, la satisfacción básica de algunos derechos con base en la redistribución de los recursos que se destinan a la guerra. La idea es también que los recursos de cooperación internacional se destinen, entre otros, a la Comisión de la Verdad.
Finalmente, piden que los acuerdos de paz que se logren sean refrendados en un referendo o mediante una Constituyente.
Esta es la carta.Diversos lugares de Colombia, septiembre 4 de 2012
Doctor JUAN MANUEL SANTOS Presidente de Colombia
Señor TIMOLEÓN JIMÉNEZ Secretariado de las FARC – EP
Señor NICOLÁS BAUTISTA Comité Central ELN
Nos llena de esperanza el haber conocido el acuerdo de aproximación entre la guerrilla de las FARC y el gobierno nacional de Santos y la reiteración del ELN de ser parte de un proceso. Respaldamos la disposición de las partes para dar fin al conflicto armado. Y esperamos que prontamente se habiliten acuerdos de aproximación para la discusión con el ELN.
Nosotros hemos vivido los efectos de la guerra, habitamos en zonas de conflicto armado, hemos sido víctimas de crímenes de Estado, crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y de graves infracciones al derecho humanitario, en particular, los crímenes de Estado y las operaciones empresariales que han beneficiado a despojadores, operadores extractivistas, ganaderos, palmeros y compañías de infraestructura se encuentran en absoluta impunidad.
Seguimos siendo víctimas de confrontaciones armadas, de hostilidades, de planes de consolidación, de montajes judicializaciones con falsos testigos, de permanentes chantajes, del uso de medios de guerra proscritos por el derecho internacional, tras de los cuales se continúan beneficiando sectores empresariales y políticos. Esos costos inenarrables, muchas veces desconocidos, exigen su cese definitivo. Tomar la decisión de prolongar la guerra es continuar haciendo inviable el país incluyente y democrático que por más de 60 años nos ha sido negado por intereses de poder inconfesables. Algunos calculan que continuar la guerra para someter a las guerrillas significaría 20 o 30 años más de derroche militar, calculando una derrota por vía militar o mejor reducción del movimiento armado eso es reprochable cuando se puede dialogar y concertar
Muchas de nuestras situaciones por efectos del conflicto armado han sido conocidas por Colombianas y Colombianos por la Paz en su labor por la paz con justicia que dan fe de estas graves condiciones que general el conflicto armado. Conocen y han escuchado lo que ha significado en costos en vidas humanas, en costos sociales, ambientales y económicos está guerra que va a cumplir cerca de 50 años.
Igualmente hemos ido construyendo propuestas frente a la impunidad y la verdad en la Comisión Ética de la Verdad y otras iniciativas compartidas con el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado.
Hemos constituido y desarrollado propuestas técnicamente asesoradas y probadas de enfrentamiento de la impunidad, de protección ambiental, de producción económica alimentaria, de protección del agua, de acueductos comunitarios, de educación propia, de vivienda saludable, de comunicación radial y televisiva, de salud que son mejoramiento de la calidad de vida de propuestas para enfrentar la pobreza y la exclusión y que proyectas acuerdos comerciales democráticos.
Creemos que cualquier proceso de diálogo hacia la paz debe enfrentar problemas estructurales algunos de ellos consignados en los temas de la agenda, y otros que han quedado excluidos: la definición democrática del uso del suelo urbano, la impunidad jurídica y socio cultural que requiere un nuevo aparato judicial, la democratización en la propiedad y acceso a la información, entre otros.
Somos conscientes, y no por esto pesimistas, que el país no cambiará por acuerdos políticos en las conversaciones, será seguramente unos acuerdos que posibiliten avanzar en la construcción de un nuevo modelo democrático en lo político, lo social, lo económico, lo ambiental.
Se requiere mucha generosidad no solamente para cesar la militarización y propiciar un desarme, una desmentalización de la lógica de la seguridad nacional que ha dado origen incluso al paramilitarismo y la persecución judicial. Se requiere generosidad de empresarios, de la clase política y dirigente y un acuerdo por una información veraz que no afecte la decisión que apoyamos todos que la guerra debe terminar.
Será un avance hacia la paz el que se reconozcan los problemas estructurales que persisten y los que requieren ejercicios de gobierno transversal, horizontal, transparente con voluntad de cambio en la destinación de los recursos del Estado, entre ellos las regalías, y la aplicación de una política pública que proteja a la totalidad de las y los colombianos.
Ya hemos visto como una Constitución como la del 91 logró proteger un conjunto de derechos, pero también, como en su oposición y desestructuración, factores de poder han intervenido para limitar e imposibilitar la satisfacción de derechos de las mayorías y mantener un orden injusto, excluyente. O como, la llamada de ley de víctimas siendo un avance en algunos aspectos, hoy está siendo inviable por factores de poder interno como el neo paramilitarismo y los enfoques de desarrollo de la “prosperidad”.
Proponemos frente a los acuerdos de aproximación ya conocidos, y frente a lo que eventualmente se conozca en Oslo que se defina:
1. Un cese bilateral del fuego. Este debe ser incluyente y exigible a las fuerzas regulares y a los disidentes armados. Esta deberá ser de manera expedita y pronta, con verificación de las propias comunidades, la Defensoría del Pueblo, y algún ente internacional.
2. Garantías para nuestra libertad de expresión. La persistencia del conflicto armado, las operaciones de tipo paramilitar, la persecución judicial y de periodistas imposibilitan que expresemos en libertad o con serias limitaciones nuestro pensar, nuestras actividades cotidianas laborales. Estas son razones importantes para que se de un cese al fuego, se posibilite nuestra participación y podamos creer en el proceso. Es fundamental el cumplimiento de aspectos referente a estructuras criminales e igualmente la necesidad de tener acceso ya a medios de información públicos y privados.
3. El derecho a la paz es de todas y de todos. El Acuerdo habla de recepción electrónico y por medios físicos como medio de participación de la sociedad civil, esa expresión es importante, pero imprecisa y da a equívocos.
Debemos tener nosotros espacios precisos donde discutamos nuestras apuestas territoriales, las que tienen viabilidad técnica y solo se requiere voluntad política de escucharlas, de discutir y asumirlas en acuerdos para salidas socio ambientales al conflicto armado.
Requerimos saber de qué manera, por ejemplo, nuestras propuestas de habitación, de protección territorial, de respeto a la riqueza biológica y ecosistemas, de comisión de verdad, de reforma al aparato judicial, de no a la minería como definición del uso del suelo en zonas de reserva forestal y de páramos es presentada, discutida y concertada.
Sabemos que se requiere eficacia, pero ya tenemos la madurez necesaria para que esta se traduzca en propuestas concretas, viables, verificables
4. Satisfacción básica de algunos derechos con base en redistribución del PIB. Urge una redefinición del destino de los recursos que se usan en la guerra y de otros rubros que se financian por tributación directa e indirecta, una redistribución del PIB y de los de la cooperación internacional desde el 2014 y por 10 años, en los que nuestras propuestas de habitación, de producción, de Comisión de Verdad, de educación, sean incluidas. Una redefinición del gasto serán los que propician la viabilidad de la exclusión con una nueva mentalidad en los acuerdos comerciales y en la que se limiten seriamente las operaciones extractivas.
Esa paz con justicia será procesal, si existe voluntad de cambio
5. Mecanismos de Refrendación de los acuerdos con participación directa Constituyente o Referendo. El gobierno de Colombia y las guerrillas representan algunos intereses, de algunos sectores urbanos y rurales colombianos, pero no necesariamente en las partes se ven reflejados todas nuestras exigencias, nuestros derechos y propuestas en su integralidad, así existan puntos de coincidencia. Si se logran acuerdos, insistimos, que no van a cambiar los factores estructurales, pero si cimentar las bases procesales a la paz, lo que es nuestro deseo, es que estos sean refrendados por algunos de estos mecanismos de participación directa como los arriba propuestos, esto supone una reforma al sistema electoral y los mecanismos de participación política con acceso libre y permanente a medios de información.
Hay una crisis de representación del poder legislativo de los intereses de los colombianos, lo que se ha hecho evidente en las movilizaciones sociales o en el hundimiento a la reforma a la justicia reflejando la capacidad de corrupción en diversas instancias institucionales, así que la carta de acuerdos hacia la solución del conflicto implica su refrendación por otros mecanismos de representación y de participación.
Es hora de empezar en la reconstrucción del país, en fortalecer lo que hemos ido construyendo las víctimas, de lo contrario un proyecto de país en paz será imposible para las próximas generaciones. La paz es una democracia para todas y todos con justicia integral en un proceso que debe empezar pronto, con realismo y eficacia estructural.
• Asociación campesina agroecológica Huerto Renacer, municipio de Sucre Cauca
• Asociación campesina agroecológica Bien Andante, municipio de Sucre Cauca
• Asociación de familias víctimas de desplazamiento forzado del municipio de Argelia Cauca
• Asociación de familias víctimas de ejecuciones extrajudiciales «Sembradores de Paz» san Antonio, Inza Cauca
• Escuela de Derechos Humanos Zona de Encuentro, Autonomía y resistencia Nasa, resguardo san Francisco Toribio Cauca
• Resguardo Humanitario Ambiental – Urada Jiguamiando – So Bia Drua – Pueblo Embera
• Zona humanitaria El Castillo, Comunidad de Vida y Paz – CIVIPAZ- Meta
• Zona de Reserva Campesina Perla Amazónica – ADISPA – Putumayo
• Consejo Regional del Pueblo Nasa del Putumayo
• Zonas de Biodiversidad Grupo Porvenir – Putumayo
• Comunidades de Autodeterminación Vida y Dignidad – CAVIDA-Chocó
• Comunidad de Vida y Trabajo “La Balsita”- Dabeiba
• Asociación de Zonas Humanitarias y de Biodiversidad de la cuenca del Jiguamiandó, y Curvaradó-Chocó
• Asociación de Víctimas de la Violencia de Riosucio, CLAMORES
• Consejo comunitario de la comunidad negra del rio Naya – Valle
• Resguardo indígena Santa Rosa Guayacán Pueblo Nonaam – Valle
• Asociación agroecológica Esther Cayapú. ASUAESCA – Trujillo – Valle.
• JUBCA. Jóvenes unidos por el Bajo Calima-Valle
septiembre 4th, 2012
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