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Un fantasma recorre el mundo: el fantasma del periodismo basado en la ética de los derechos humanos. El que se ve a si mismo como un servicio público, y como engranaje que garantiza el derecho de la sociedad a estar informada.
En el marco del 12 Encuentro Internacional de Fotoperiodismo Ciudad de Gijón, en Galicia, se promulgó el 18 de julio el Manifiesto Periodismo y Derechos Humanos. Son 161 palabras que lo dicen todo, en estos tiempos en que el titular parece ser “El fin justifica los medios”.
Este es su texto, con sus primeros firmantes
Gijón, 18 de Julio de 2008
La Declaración Universal de los Derechos Humanos debe ser el marco ético del periodismo.
El derecho a la información es una condición fundamental para el desarrollo pleno de la democracia, así como para que los ciudadanos puedan opinar y actuar libremente.
Los periodistas y las empresas periodísticas deben contribuir a que se respeten los derechos humanos, y su labor debe poner de manifiesto todas sus violaciones.
Las nuevas tecnologías amplían las posibilidades de acceso a nuevos medios de comunicación: democratizan el derecho a informar y a ser informado, y favorecen el desarrollo del periodismo desde el enfoque de los derechos humanos.
La independencia de los periodistas es vital para la sociedad y el periodismo es un servicio público a los ciudadanos que no puede estar sometido a intereses políticos o económicos particulares.
La defensa de los Derechos Humanos es una de las tareas primordiales del periodismo y los periodistas no podrán ejercer su labor si sus propios derechos humanos son vulnerados.
Firmantes.
Javier Bauluz. Periodista. Director Encuentro Internacional de Fotoperiodismo. Premio Pulitzer
Luis Acebal. Vicepresidente Asociación Pro Derechos Humanos de España APDHE
Eduardo Márquez. Periodista. Presidente Federación Colombiana de Periodistas. FIP
Enrique Meneses. Periodista. Corresponsal desde 1956 para LIFE, Paris-Match, TVE, etc.
Walter Astrada. Fotoperiodista. Freelance. Premio World Press Photo 2007
Karen Maron. Periodista. Premio Club de Prensa Madrid 2006
Jesús Abad Colorado. Fotoperiodista. Premio Internacional Libertad de Expresión CPJ, Nueva York. Premio Nacional de Periodismo de Colombia.
Enrique Hidalgo. Fotoperiodista Diario El Mundo. Finalista Premio FotoCAM 2008
Miguel de la Fuente. Camarógrafo.TVE. Premio Universidad de Georgia, The Foster Peabody Award 2005
Juan Luis Sánchez. Periodista. Jefe de Producción Propia y Comunicación Digital en Expo Zaragoza 2008
Rosa Jiménez Cano. Periodista. La Comunidad de El País Digital
Ali Hussain Khudhair. Periodista iraquí de ABC News.
Juan Medina. Fotoperiodista. Agencia Reuters. Premio World Press Photo 2006.
Juan Manuel Pardillas. Director Informativos Cadena Ser en Tenerife y Corresponsal El País Canarias. Premio de Periodismo Ernesto Salcedo
Patricia Simón. Periodista. Coordinadora Encuentro Internacional de Fotoperiodismo
julio 20th, 2008
Suiza “tomó nota” de la decisión de Bogotá de excluir la mediación europea de los acercamientos con las FARC para conseguir una solución negociada.“Hay una fuerte tensión entre Suiza y Colombia”, está claro que “Colombia quería sacarse de encima a los países mediadores», dijo a Swissinfo Bruno Rütsche, especialista del Grupo de Trabajo Suiza-Colombia, organización helvética con más de 20 años de presencia en este país.
A veces pasan cosas por acá que me dan vergüenza ajena, y no dejo de preguntarme por qué, si no tengo nada que ver con lo que el presidente Álvaro Uribe haga o deshaga.
Cuenta El Tiempo en su edición de este viernes que el presidente Álvaro Uribe “careó” a los dos emisarios de los tres países amigos (Francia, Suiza y España) cuando se los encontró en los pasillos de la Casa de Nariño, sede presidencial, el viernes 27 de junio, en la semana antes de la operación “Jaque” del miércoles 2 de julio, que liberó a 15 cautivos de la guerrilla, incluida Ingrid Betancourt.
El emisario francés Noël Saez y el suizo Jean-Pierre Gontard estaban acompañados de sus embajadores.
Salían de una reunión con el Alto Comisionado de Paz Luis Carlos Restrepo, en la sede presidencial.
Relata el periódico en su edición impresa: “Uribe se los topó. No hubo saludo. El Presidente los careó, los señaló con su índice, y les reprochó sus actuaciones como mediadores: ‘Mal, ¡Muy mal! (…) Eso no es así. No les quito la mediación por respeto a sus países’, dijo Uribe y les dejó claro que no confiaba en ellos”.
“Ni los emisarios ni los embajadores tuvieron tiempo de replicar. El presidente, una vez ‘cantada la tabla’, siguió su camino. No hubo diálogo”.
Una razón para la furia presidencial -prosigue El Tiempo- es que, según su gobierno, en los computadores de «Raúl Reyes» que la fuerza pública dice haber encontrado en el campamento del guerrillero abatido el 1 de marzo en territorio ecuatoriano, «Reyes» dice que los emisarios europeos dicen que ellos le dicen a Uribe «el loco».
El Tiempo (que a veces publica columnas de la médica de Uribe, en las que la galena nos explica qué bueno es, desde el punto de vista de su salud, que el presidente sea maleducado), intentó justificar el trato del mandatario colombiano a los representantes de Francia y Suiza:
“Uribe estaba indispuesto, pues el día anterior había conocido pormenores del fallo de la Corte Suprema que cuestionó el trámite del acto legislativo de la reelección. De hecho, el presidente se topó con los emisarios cuando se dirigía al primer piso de la Casa de Nariño con el ministro de Protección Social, Diego Palacio, para anunciar que este último demandaría a magistrados de la Corte ante la Comisión de Acusación”.
Mejor dicho, El Patrón estaba hecho una hidra, para satisfacción de su médica.
La noche anterior al “careo” con los europeos decidió, casi a la medianoche, convocar un referendo para eludir la acción de la justicia. No tuvo óbice para acusar a los magistrados de la Corte Suprema de ser cómplices del narcotráfico y la guerrilla. Y ese mismo viernes, altísimos funcionarios como el propio ministro Palacio siguieron el ejemplo de El Patrón. El ministro Palacio se atrevió a calificar a los magistrados de la Corte Suprema de “mentirosos”.
julio 11th, 2008
Un comunicado publicado hoy, y fechado el 5 de julio, señala que los dos guerrilleros detenidos durante la operación “Jaque”, “César” y “Enrique Gafas”, se habrían fugado junto con los cautivos que estaban a su cargo, encabezados por Ingrid Betancourt.
El secretariado del Estado Mayor de la guerrilla acusa a ambos combatientes, en proceso de ser extraditados a Estados Unidos, de “despreciable conducta”.
El comunicado no hace ninguna referencia a que estuviera en marcha una supuesta operación de liberación. Cobraría así fuerza la versión de fuentes consultadas por IPS, y muy cercanas a los esfuerzos de negociación con las FARC, que expresaron que se trató de una “compra” a los guardianes de los cautivos.
“César” lo niega, y dice que fue engañado por inteligencia militar, que tiene interceptadas todas las comunicaciones de la insurgencia.
“De persistir en el rescate como única vía, el gobierno debe asumir todas las consecuencias de su temeraria y aventurera decisión”, dicen las FARC, y yo pienso en las familias de los que aún quedan en la selva, en primer lugar en el docente Gustavo Moncayo, el “caminante de la paz” y padre del militar Pablo Emilio Moncayo, más de 10 años a la espera de una solución viable.
Este es el texto:
Comunicado
1. La fuga de los 15 prisioneros de guerra, el pasado miércoles 2 de Julio, fue consecuencia directa de la despreciable conducta de Cesar y Enrique, que traicionaron su compromiso revolucionario y la confianza que en ellos se depositó.
2. Independiente de un episodio como el sucedido, inherente a cualquier confrontación política y militar donde se presentan victorias y reveses, mantenemos vigente nuestra política por concretar acuerdos humanitarios que logren el intercambio y además protejan la población civil de los efectos del conflicto. De persistir en el rescate como única vía, el gobierno debe asumir todas las consecuencias de su temeraria y aventurera decisión.
3. La lucha por liberar a los nuestros y demás combatientes políticos presos siempre estará al orden del día en el conjunto de las unidades farianas, especialmente en su dirección. A todos ellos los llevamos en la mente y en el corazón.
4. El camino por lograr las transformaciones revolucionarias, en ninguna parte del mundo ni en ningún momento de la historia ha sido fácil, por el contrario, y por ello nuestro compromiso se acrecienta ante cada nuevo reto o dificultad.
5. La paz que requiere Colombia debe ser resultado de acuerdos que beneficien a las mayorías, no va a ser la paz de los sepulcros sostenida sobre la corrupción, el terror del Estado, la felonía y la traición. Las causas por las que luchan las FARC-EP siguen vivas, el presente es de lucha y el futuro es nuestro.
Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC-EP
Montañas de Colombia, julio 5 del 2008.
julio 11th, 2008
Hoy se conoció una comunicación de organizaciones de derechos humanos al comandante de las FARC, Alfonso Cano. Le proponen liberar, antes del 20 de Julio, al resto de “retenidos” que le faltó liberar a la operación Jaque.
Es decir, al grupo de 25 personas que, como hasta el 2 de julio Ingrid Betancourt, han estado sometidas a canje por la guerrilla y que permanecen en la manigua.
El 20 de Julio, día nacional de Colombia, habrá una manifestación contra el secuestro que promete ser gigantesca, pues los medios de comunicación están haciendo una convocatoria masiva.
Las organizaciones humanitarias firmantes esperan que la liberación de los cautivos genere “un nuevo ambiente nacional a favor del diálogo y la negociación, donde ojalá los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la no repetición tengan cabida”.
La carta abierta está fechada el 5 de julio y encabezan las firmas las dos primeras organizaciones humanitarias que se crearon en Colombia: el Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, entre cuyos fundadores está el escritor Gabriel García Márquez, y el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, que en 1978 inició los foros nacionales sobre la violaciones a los derechos humanos que ya abundaban en el país.
También suscriben la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, ligada a la iglesia católica y que mantiene un estrecho acompañamiento a las comunidades en medio de la guerra y publica el boletín electrónico Por lo menos sus nombres, en homenaje y memoria de las víctimas.
Asimismo la Fundación Manuel Cepeda Vargas, de familiares y amigos del senador de la Unión Patriótica y periodista asesinado en 1994; Andas, Asociación Nacional de Ayuda Solidaria, integrada por desplazados; la Consejería para los Derechos Humanos y el Desplazamiento, CODHES, y la Fundación Cese el Fuego, para el esclarecimiento de los hechos en la toma guerrillera y la contra-toma militar del Palacio de Justicia en noviembre de 1985.
Este es el texto:
Bogotá, julio 5 de 2008
Comandante
ALFONSO CANO
Secretariado de las FARC
Colombia
La sucesión de hechos que han transcurrido durante el presente año han puesto de manifiesto nuevamente los dolorosos impactos sobre la población que continúa ocasionando el conflicto colombiano.
El país saludó en su momento y sigue valorando el gesto unilateral expresado por ustedes al dejar en libertad a Consuelo González, Clara Rojas, Luis Eladio Pérez, Jorge Eduardo Gechem Turbay, Orlando Beltrán y Gloria Polanco, lo cual significó una luz de esperanza para avanzar en la solución de esta crisis humanitaria. Crisis que refleja la existencia de causas profundas del conflicto, injusticia, exclusión e impunidad que deben ser resueltas en un diálogo político.
Con ocasión de la libertad de Ingrid Betancourt, los tres contratistas norteamericanos y los once oficiales y suboficiales de Ejército y Policía, se abre de nuevo una profunda reflexión en diversos sectores de la sociedad sobre la urgencia de que las personas aún retenidas regresen al lado de sus familias, pero también, para que se valore la posibilidad de reabrir acercamientos entre las partes enfrentadas que permitan un nuevo ciclo de conversaciones que apunten hacia los acuerdos y la paz.
El próximo 20 de Julio el país ha sido convocado a expresarse en favor de la vida y la libertad. Esperamos que sea una jornada en contra de la guerra y en pos de una salida concertada hacia la paz. Las organizaciones de derechos humanos que suscribimos la presente misiva nos dirigimos a usted para proponerle liberar antes de esa fecha a las personas aún retenidas, con lo cual se generaría un nuevo ambiente nacional a favor del diálogo y la negociación, donde ojalá los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la no repetición tengan cabida.
Nos ponemos en disposición para lo que sea necesario en esa perspectiva.
Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, Fundación Manuel Cepeda Vargas, Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, Justicia y Paz, Andas, Fundación Cese el Fuego, CODHES.
julio 8th, 2008
Así titula Swissinfo un despacho este martes, cuya lectura recomiendo. No solamente está en “línea de fuego colombiano” el facilitador suizo Jean-Pierre Gontard.
Creo que el principal balance, tras la dicha sin límites que significa volver a oír a Ingrid Betancourt en libertad, y lo más importante, que su liberación y la de los demás haya sido incruenta, en una operación de inteligencia militar el pasado 2 de julio, es que ha quedado “en línea de fuego” la solución política.
Había empezado a pintar mi casa cuando me sorprendió la operación Jaque.
En medio del arduo trabajo que prosiguió y que continúa, de seguimiento periodístico y de puesta a prueba de las descripciones de la operación de rescate (descripciones que, por cierto, han ido variando con los días), así como la puesta a prueba de las versiones que han surgido, mi casa –forrada de libros- parece poco menos que el campamento bombardeado de Raúl Reyes, aunque sin muertos, claro.
Por fin terminó ayer la labor de pintura. Ya comencé a reordenar los libros y a ponerlos en su lugar. Ya está casi organizada la biblioteca de poesía, la consentida, la que mejor me ilumina, y anoche emprendí la organización de la biblioteca sobre la historia de este país.
La biblioteca de guerra, la llamo. En la que apoyo mi labor cotidiana en el esfuerzo permanente por equivocarme lo menos posible, para mi lector o lectora, y para mí misma.
Paso amorosamente un trapo un poco húmedo por cada tomo, y lo coloco en el sitio al que cronológicamente corresponde.
El ejercicio ha servido para repasar esta guerra sin fin, cuán largo es el horror que se va juntando en los anaqueles, las oportunidades de paz desperdiciadas, los pactos traicionados.
También, para tener presente que la guerrilla colombiana ha sufrido derrotas muchas veces; ha decretado cese de fuegos y se ha desmovilizado unas cuantas; y tantas otras ha vuelto a la batalla. ¿Por qué?
Los tomos van contando que la guerrilla –por lo menos esta guerrilla campesina de las FARC, que hoy tanto humilla y maltrata a sus rehenes y prisioneros- surgió como una autodefensa ante la violación de los derechos humanos promovida por gamonales, a través de bandas armadas que actuaban con la fuerza pública de la época, por allá a mediados de los años 40.
Como en Colombia la historia da vueltas en redondo, la fórmula fue repetida por narcotraficantes aliados del ejército y de la policía desde los años 80.
Espero que otros concluyan, aún hoy, como yo, que para salir de ese encallamiento repetitivo la única solución garantizada y sustentable es cambiar ciertas costumbres y negociar.
Una negociación política que sea respetada.
Acompañada de verdad y justicia y –a juzgar por los muchos volúmenes de mi biblioteca sobre la estructura de la propiedad de la tierra- de un reparto más equitativo de ése, que sigue siendo el bien más preciado en este país tan rico y tan bonito.
Esta mañana acompañé a ASFAMIPAZ en su plantón de todos los martes en la Plaza de Bolívar por el acuerdo humanitario que ha gestionado Jean-Pierre Gontard, entre muchos otros.
Los de ASFAMIPAZ siguen pensando que la negociación con las FARC es la vía más civilizada y la garantía más segura de volver a ver a los suyos con vida, como sueñan, y “sin un rasguño”, como regresaron los del 2 de julio, tal como me dijo la presidenta de ASFAMIPAZ, Marleny Orjuela.
Yo esperaba que las madres y padres de los policías y soldados que se quedaron en la selva tuvieran mucha compañía en este primer martes en la Plaza de Bolívar tras la operación Jaque.
Pero no: estaban solos. Quizá más solos que nunca. Y tenían miedo, y desesperanza, librados únicamente a la fe en Dios.
julio 8th, 2008
(Reproduzco este artículo sin comentarios, para que no me vayan a meter presa)
¡Yo quiero una!
Por Jose Heriberto Monroy Aguilar
Tomado de Rebelión
Yo quiero una computadora como la de Raúl Reyes, dirigente guerrillero de las FARC muerto por el ejército colombiano en marzo, en la selva ecuatoriana.
Sí, imagínese, se conecta a Internet en un campamento guerrillero clandestino en medio de la selva, sin cable Módem, sin WIFI, sin teléfono… ¡sin nada!
A mí en cambio en medio San José (capital de Costa Rica), con cable módem y WIFI, la conexión me falla. La de Raúl Reyes a lo mejor se conectaba con los árboles o tenía una súper batería construida clandestinamente por IBM para él. En todo caso yo necesito una de esas, para poder conectarme en Punta Uva, donde ni siquiera la televisión nacional entra.
Además, la computadora FARC aguantó durante más de seis años la lluvia torrencial, que suele caer en estos lugares; el lodo, la humedad, el calor y los hongos de la selva ecuatoriana, y nunca se le metieron esas molestas hormigas tropicales, que a mí en Escazú ya me jodieron dos.
No, en serio; es la computadora más vergona del mundo. ¡Y fue hecha antes de 2002!… ¿que les parece?… Claro, ahora como todo es chino, nada dura. Pero esa fue hecha quién sabe dónde. Porque los militares colombianos cuando atacan no dejan piedra sobre piedra.
Entonces, si el ejército atacó por aire, esa computadora aguantó la destrucción total que produce una de esas bombas (que no fue sólo una) en un radio efectivo de 40 metros y la desintegración que provoca su honda expansiva. Y si los colombianos atacaron también por tierra, fue con ametralladoras con una precisión ¡súper chingona!… porque le pegaron a todo, incluyendo a Don Raulito Reyes, menos la computadora. ¡GUAU!!…
Debe estar hecha de material de la NASA. Ruego a los fabricantes que las pongan en el mercado YA. La mía, que es mucho más nueva, se da un golpecito contra la mesa y se me jode por un buen rato. Una vez le cayó encima, no árboles, no esquirlas o balas, sino un mísero poco de café con leche y pasó dos semanas en el taller.
¡Y eso sin mencionar la capacidad del disco duro de esta «súper-compu»! Quizás tenía un millón de gigabites, para guardar todos los correos electrónicos desde 2002. Yo no sabía que desde esa fecha se fabricaban laptops con esa potencia. ¡Y qué respetuosa! Guardaba correos desde hace seis años o más, y nunca le dio a Raulito la idea de borrar de vez en cuando algún correo que ya hubiese leído. Definitivamente esta computadora es la «NANA» de la tecnología portátil…. ¡Yo quiero unaaa!!…
Lo único que no me suena es lo de los nombres de los ticos que aparecieron en la PC, porque yo suponía que todo guerrillero no llama a sus «colaboradores» por su nombre, sino a través de un seudónimo. O sea que «Raulito», de clandestinidad y de guerrilla, no sabía nada.
junio 28th, 2008
“No se puede eludir la acción de la justicia con un plebiscito en las urnas”, señala un comunicado emitido este viernes por la Coordinación Colombia-Europa-Estados Unidos (CCEEU), una coalición de 199 organizaciones colombianas que trabajan en la promoción, divulgación y defensa de los derechos humanos.
La Corte Suprema de Justicia (CSJ) instó a la Corte Constitucional a reexaminar la validez de una reforma constitucional para la reelección inmediata que fue conseguida mediante hechos de corrupción, y a la Fiscalía a que investigue a todos los ministros y colaboradores de Uribe involucrados.
El presidente Álvaro Uribe y sus asesores señalaron a la CSJ de guerrillera, y a sus magistrados de tener vínculos con paramilitares y narcotraficantes.
Esa situación no tiene solución jurídica, dijo Uribe como argumento para anunciar que hará que el parlamento, de mayoría uribista, tramite rápidamente “un proyecto que autorice nuevamente su reelección”, como define sin ambages la CCEEU la idea presidencial de un referendo que “repita” los comicios de 2006.
¿”Repetir” elecciones? ¿Con los mismos candidatos? ¿Con las fuerzas paramilitares, armadas o de civil, llevando a votar por Uribe a las comunidades a las buenas, y si no, a las malas? En todo caso, tanto la trampa para conseguir la reelección, como la embestida contra el alto tribunal que investiga la parapolítica, denotan pies de barro.
Uribe está buscando “impedir que actúen los controles constitucionales para aclarar la validez del acto legislativo que dio origen a la reelección”, y “obstaculizar los procedimientos judiciales que deben enjuiciar los hechos delictivos que estuvieron detrás de su cuestionada aprobación”, dijo la CCEEU, y yo me pregunto por qué tanto desespero del presidente y los suyos por retener el poder.
Uribe se opuso a una reforma política para depurar el parlamento, y quiere que apenas una decena de “académicos” oficialistas introduzca una reforma a la justicia y evalúe qué hacer ante el hecho de que, por ahora, la tercera parte del parlamento está enredado en la parapolítica. Eso es cerrar, no abrir la democracia. Al presidente ni se le pasó por la cabeza promover un plebiscito para que el pueblo defina qué hacer con las «sillas vacías» de los parapolíticos.
Al acusar a la CSJ de prestarse a la trampa del terrorismo, Uribe retoma el mismo argumento con el que ha atacado “a los defensores de derechos humanos, a quienes ejercen la oposición política, y a quienes les ha tocado ejercer funciones judiciales y de control que no coinciden con (sus) criterios e intereses”, advierte la Coordinación sobre la frase más extraña de Uribe en su declaración, casi a la medianoche del jueves. Dicen que el gobierno está ardido porque la Corte no le ha dado credibilidad a los contenidos de los archifamosos computadores que supuestamente pertenecían a «Raúl Reyes».
La Coordinación Colombia-Europa-Estados Unidos exige al presidente respetar a los magistrados de la Corte y acatar estrictamente sus decisiones y procedimientos judiciales, “sin importar el rango ni la autoridad” de los involucrados en corrupción para torcer la votación en el parlamento.
Además, pide a la Fiscalía “continuar con las investigaciones para enjuiciar a todos los responsables de estos delitos”, y exige “que se continúe el procedimiento de control constitucional sobre la validez del cuestionado acto legislativo de la reelección”. La Corte Constitucional tendrá que decidir sobre la impunidad, o no, de la corrupción en Colombia.
CCEEU llama al parlamento a no seguir aceptando las presiones del Ejecutivo, y le solicita que se niegue a dar trámite a la reforma, que “lo que pretende es desconocer la integridad de la magistratura y la legitimidad de las actuaciones y decisiones de la Justicia”.
Si la ley de referendo se sometiera hoy a votación de las comisiones constitucionales de ambas cámaras, según el noticiero CMI se repite el empate de hace cuatro años, cuando el gobierno le compró el voto a Yidis Medina y, supuestamente, también a Teodolindo Avendaño.
¿Son realmente tan fuertes como parecen?
junio 28th, 2008
Jorge Eliécer Pardo
Premio nacional de cuento sobre desaparición forzada “Sin Rastro”
A las amorosas mujeres colombianas
Como a mis hermanos los han desaparecido, esta noche espero a las orillas del río a que baje un cadáver para hacerlo mi difunto. A todas en el puerto nos han quitado a alguien, nos han desaparecido a alguien, nos han asesinado a alguien, somos huérfanas, viudas. Por eso, a diario esperamos los muertos que vienen en las aguas turbias, entre las empalizadas, para hacerlos nuestros hermanos, padres, esposos o hijos. Cuando bajan sin cabeza también los adoptamos y les damos ojos azules o esmeralda, cafés o negros, boca grande y cabellos carmelitas. Cuando vienen sin brazos ni piernas, se las damos fuertes y ágiles para que nos ayuden a cultivar y a pescar. Todos tenemos a nuestros NN en el cementerio, les ofrecemos oraciones y flores silvestres para que nos ayuden a seguir vivos porque los uniformados llegan a romper puertas, a llevarse nuestros jóvenes y a arrojarlos despedazados más abajo para que los de los otros puertos los tomen como sus difuntos, en reemplazo de sus familiares. Miles de descuartizados van por el río y los pescadores los arrastran a la playa a recomponerlos. Nunca damos sepultura a una cabeza sola, la remendamos a un tronco solo, con agujas capoteras y cáñamo, con puntadas pequeñas para que no las noten los que quieren volver a matarlos si los encuentran de nuevo. Sabemos que los cuerpos buscan sus trozos y que tarde o temprano, en esta vida o la otra, volverán a juntarse y, cuando estén completos, los asesinos tendrán que responder por la víctima. Si la justicia humana no castiga a los verdugos, la otra sí los pondrá en el banquillo de los que jamás volverán a enfrentarse a los ojos suplicantes de los ultimados.
Esta noche hemos salido a las playas a esperar a que bajen otros. Nos han dicho que son los masacrados hace varias semanas, los que sacaron a la plaza principal y aserraron a la vista de todos. Quiero que venga un hombre trabajador y bueno como los pescadores y agricultores de por allá arriba y que yo pueda hacerle los honores que no le dieron cuando lo fusilaron. Mis hermanas tirarán las atarrayas y los chiles para no dejarlos pasar, uno no sabe si el que le toca es el sacrificado que con su muerte acabará la guerra. Aquí todas creemos que nuestros difuntos prestados son los últimos de la guerra, pero en los rezos nos damos cuenta de que es una ilusión. Cuando traen ojos se los cerramos porque es triste verles esa mirada de terror, como si en sus pupilas vidriosas estuvieran reflejados los asesinos. Nos dan miedo esos hombres armados que quedan en el fondo de los ojos de los muertos, parecen dispuestos a matarnos también. Muchos párpados ya no quieren cerrar y, dicen en el puerto, que es para que no olvidemos a los sanguinarios. Los enterramos así, con el sello del dolor y la impunidad mirando ahora la oscuridad de las bóvedas.
Algunos están comidos por los peces y los ojos desaparecidos no dan señales del color de sus miradas. A muchos de los que nos regala el río y no tienen cara, nosotras les ponemos las de nuestros familiares desaparecidos o perdidos en los asfaltos de las ciudades. Pegamos las fotografías en los vidrios de los ataúdes para despedirlos con caricias en las mejillas. Fotos de cuando eran niños, con sus caras inocentes. Las novias hacen promesas, las esposas les cuentan sus dolores y necesidades y las madres les prometen reunirse pronto donde seguramente Dios los tiene descansando de tanta sangre. Las solteras les piden que les traigan salud, dinero y amor. Y cuando las palomas anidan en las tumbas es el anuncio de que deben emigrar para otra parte de Colombia o para Venezuela, España o los Estados Unidos.
Los primeros meses poníamos en sus lápidas las tristes letras de NN y debajo un número para que todos supieran que era un muerto con dueño, o mejor un desparecido reencontrado. Cuando nadie viene por ellos y las autoridades también los dejan a la buena de Dios, los dueños de los cadáveres los rebautizan con los nombres de sus muertos queridos. Es como un nacimiento al revés: parido entre el agua del río y lavado después en la arena. Les llevamos flores, les encendemos veladoras y les regalamos rosarios completos y unos cuantos responsos. Todas sabemos que en cada rescatado hay un santo.
Los lunes nos reunimos en un rezo colectivo porque ya todas tenemos muertos y sabemos que están muy solos y que todavía sienten la angustia de haber sido degollados, descuartizados o ejecutados con desmayo en la humillación. El dolor produce una mueca que nos hace respetar más al sacrificado. A los aterrorizados les tenemos más amor y consideración porque uno nunca sabe cómo es ese momento de la tortura lenta y cómo enfrentaron las motosierras, las metralletas, los cilindros bomba.
Cuando oímos los llantos colectivos de las viudas errantes buscando a sus muertos, en peregrinación por las riveras, como nuevos fantasmas detrás de sus maridos, les damos los rasgos corporales y les entregamos los cadáveres recuperados. Lloramos con devoción y esa misma noche se los llevan envueltos en costales de fique, sábanas viejas, en barbacoas o en los cajones simples que nosotras hemos alistado para los difuntos santificados. Romerías con linternas apuntando el infinito con estrellas como pidiendo orientación al cielo para no perderse en los manglares, tras la huella invisible del río. Lloran como nosotras la rabia de la impotencia. Cuando no encuentran al que buscan nos dejan su foto arrugada porque ya no importa tanto la justicia de los hombres sino la cristiana sepultura de los despojos.
Nos hemos contentado con recibir y adoptar pedazos porque tener uno entero es tan difícil como el regreso de nuestros muchachos que reclutaron para la muerte. Ellos no volverán, mucho menos las noticias porque la guerra se los come o los ahoga. Cuando no se los traga la manigua, los matan las enfermedades de la montaña o el hambre.
Nos han dicho que no somos los únicos en el puerto, que en Colombia los ríos son las tumbas de los miserables de la guerra. Los viejos nos han dicho que siempre los ríos grandes y pequeños albergan a las víctimas, desde la violencia entre liberales y conservadores de los siglos pasados cuando venían inflados, flotando, con un gallinazo encima.
Al reemplazar el NN en la lápida por el nombre de nuestro esposo o hijo, la energía que viene del cemento es como la que sentimos cuando nos abrazábamos antes de la desaparición. Lo sabemos porque al golpear la pared y empezar las conversaciones secretas, después de las palabras, aquí estamos, no estás solo, nos llega un vientecito tibio como el calor de los cuerpos de nuestros seres inmolados. Los santos asesinados son los mismos en todo el mundo, en todas las guerras y nosotras lo sabemos sin decírnoslo. A algunas de nuestras vecinas les han dicho que se vayan del puerto, que busquen en las ciudades un mejor porvenir para los niños y muchas se han ido sin regreso posible. Entonces regalan o encargan a su muerto, a su Alfredo o Ricardo, a su Alfonso o Benjamín, para que los guíe y cuide en los largos y miedosos tiempos del errabundaje. Así el puerto se ha quedado con muy pocos niños y las adolescentes desaparecen antes de que los padres las saquen de las zonas de candela. Por eso creemos que nuestros muertos, los descendientes sacrificados que nos da el río, reemplazarán a tantas familias que mendigan por Colombia. Mi esposo seguramente ha sido redimido por otra madre desconsolada, más abajo de aquí, porque hemos sabido que lo arrojaron desnudo y dividido, lo acusaban de enlace de los grupos armados. Tendrá otras manos y otra cabeza, pero no dejará de ser el hombre que amaré por siempre, así me lo hayan arrebatado untado con mis lágrimas. Se me ha acabado el agua de mis ojos pero no la rabia. El perdón, el olvido y la reparación, han sido para mí una ofensa. Nadie podrá pagar ni reparar la orfandad en que hemos quedado. Nadie. Ni siquiera el río que nos devuelve las migajas, nos da la comida para vivir y nos entrega los muertos para no perder la esperanza.
Nuestro cementerio no es de desconocidos como pretendieron hacernos creer. Nosotras no pedimos a nuestros muertos números de suerte ni pedazos de tierra para una parcela, pedimos paz para los niños que aún no entran en la guerra a pesar de que a muchos de nuestros sobrinos los han quemado o arrojado al agua. Los niños no llegan a las playas, no son pescados por manos bondadosas. Dicen que a ellos los rescata un ángel cuando los asesinan. El río los purifica.
Después de tantas noches de cielo hechizado, de tanto llanto contenido, mi hija ha quedado viuda. Por eso está conmigo esta noche en la orilla, rezando para que baje un hombre por quien llorar junto a nosotras. Más arriba hay chorros de linternas. Sabemos que cada uno tiene los muertos que el río buenamente le entrega. No importa que seamos un pueblo de mujeres, de fantasmas, o de cadáveres remendados, no importa que no haya futuro. Nos aferramos a la vida que crece en los niños que no han podio salir del puerto. A nuestras criaturas inocentes las hemos dejado dormidas para salir a pescar a los huérfanos de todo. Mañana nos preguntarán cómo nos fue y nosotras les diremos que hay una tumba nueva y un nuevo familiar a quien recordar.
Bajan canoas y lanchas. No sabemos si estamos dentro de un sueño o nosotras flotamos despedazadas en el agua turbia, en espera de unas manos caritativas que nos hagan el bien de la cristiana sepultura.
junio 26th, 2008
Anoche fueron llamados a indagatoria los generales en retiro Jesús Armando Arias Cabrales y Rafael Samudio Molina, que están vinculados al proceso penal por secuestro y desaparición forzada durante la contra-toma del Palacio de Justicia, en noviembre de 1985. Las indagatorias se llevarán a cabo el 30 y 31 de julio.
En ese entonces, el general Samudio era comandante del Ejército, y el general Arias Cabrales era comandante de la Brigada 13 de esa fuerza, con jurisdicción en Bogotá.
La Fiscalía General de la Nación consideró que no hace parte de la función militar, por ejemplo, aquello de que gente que salió viva del Palacio de Justicia apareciera muerta después, dentro y fuera del Palacio, o no apareciera nunca. Por eso ha asumido la investigación de esos hechos, provocados por la entonces guerrilla M-19. Colombia aún está pagando las implicaciones del subsiguiente golpe del militarismo.
Hoy me da por reproducir tres citas, sin comentario.
La primera aparece por estos días en el sitio web del Ministerio de Defensa Nacional http://www.mindefensa.gov.co, en la sección “Derechos Humanos”. El link para leer el texto completo no lleva a ninguna parte, pero lo incluyo, por si acaso lo arreglan.
“Derechos Humanos
La posible muerte de civiles en un Objetivo Militar, no deslegitima ni hace ilegal la acción de la Fuerza Pública
En los últimos días se ha tratado de presentar la muerte de algunos extranjeros en el campamento de las FARC en donde murió el segundo cabecilla de las FARC, alias Raúl Reyes, como un crimen. Esta situación está lejos de la realidad, si se analiza desde el punto de vista normativo. El derecho internacional humanitario, que es la ley aplicable a hechos de confrontación como la que desafía a Colombia y a su Fuerza Pública en contra de una organización armada ilegal como lo son las FARC, prevé como legales y legítimos los ataques a objetivos militares cuya neutralización ofrezca una verificable ventaja militar”.
http://www.mindefensa.gov.co/index.php?page=181&id=174&PHPSESSID=850e4457c0ea077b233cf125215c08e1
La segunda cita es del presidente Álvaro Uribe Vélez, quien expresó el 26 de noviembre del 2006:
“Me emociona mucho compartir este acto con el señor general Rafael Samudio Molina, honra de la Patria y presidente de Acore. (…) Gracias, general Samudio, por lo que ha hecho por la Patria (…) Reitero ante ustedes respetando su patriotismo, su autoridad moral, con una subalternidad ética, porque para asear bien a la Patria hay que respetarlos a ustedes, todo mi compromiso con tres objetivos: la derrota del terrorismo, la derrota de la corrupción y la reivindicación de los pobres. (…) ¡Que viva Colombia!… ¡Que viva Acore, su junta! Señor general Samudio, que le siga sirviendo bien a la Patria, que hay una Patria agradecida con la Fuerza Pública, que le ha mostrado un horizonte promisorio”.
Tercera cita, del ministro de Defensa Juan Manuel Santos:
“Acore, hoy sabiamente dirigida por el general Rafael Samudio Molina, cuya hoja de vida es patrimonio nacional, y con el concurso intelectual y moral de los más eximios miembros de las fuerzas militares, merece todo el respeto y gratitud de la patria, son el mejor ejemplo de una vida entregada a los más altos ideales del espíritu humano.”
junio 26th, 2008
“Los perdono, pero hoy el tiempo es nuestro. Es de nosotros las víctimas”, dijo Aura María Díaz cuando el moderador, antes de darle la palabra, se excusó diciendo que sólo había tiempo para hacer preguntas concretas.
El miércoles, primer día de sesiones del Seminario Internacional sobre Desaparición Forzada “Sin Rastro”, estaban en la mesa, como conferencistas, el Defensor del Pueblo (Ombudsman) Vólmar Pérez, el presidente de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación creada por la Ley de Justicia y Paz, Eduardo Pizarro, el director de la Comisión Colombiana de Juristas, Gustavo Gallón, y María Luisa Ortiz, de la Comisión Asesora Presidencial para las Políticas de derechos Humanos de Chile.
El Ombudsman había recibido ya la crítica de un hombre de unos 30 años, entre el público, que dijo ser funcionario estatal, y que hablaba a título personal, quien reclamó porque “no podemos, en este momento, tener un Defensor del Pueblo de bajo perfil”.
De unos 60 años de edad, contextura gruesa, pelo cano y un vestido naranja de manga corta, Aura María Díaz prosiguió. Transcribo tal cual, porque estoy de acuerdo en que el tiempo de las víctimas llegó:
“Mi pregunta va al Defensor Vólmar Pérez. Quiero nos diga a las víctimas qué mecanismos de prevención hacia la desaparición forzada está adelantando la Defensoría del Pueblo, ya que para nosotros, como Asfaddes (Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos), la Defensoría sí es de nosotros, del pueblo. Pero desde hace algunos años está ausente.
“Algo tan mínimo que tenía la Defensoría del Pueblo, que era una cartilla muy instructiva y muy buena, que iba para los personeros en todo Colombia, desapareció, por falta de presupuesto. Era muy importante.
“Todas nuestras víctimas, la gran mayoría, yo por ejemplo, primero llegué a la Defensoría antes que ir a una ONG o a la Personería. En ella está depositada nuestra confianza. Y vemos que hoy, para nosotros, no representa nada.
“Segunda pregunta: ¿Por qué la posición de la Defensoría tan tibia y débil frente a la extradición de los 15 paramilitares (en realidad 14), cuando todos tenemos claro que se llevaron a las espaldas muchísimos de nuestros desaparecidos? Se llevaron la verdad, se lo llevaron todo.
“Es lo más grave que le puede pasar al país. Porque si bien los entes del Estado, llámense F-2, Ejército, Policía, desaparecieron a nuestros familiares, los quemaron, los sepultaron en las Brigadas, en los estadios, en los cementerios clandestinos; no obtuvimos ese testimonio desgarrador de quienes descuartizaron a nuestros familiares y los echaron a los caimanes, que los descuartizaron y los echaron a los ríos. Esa verdad se la llevaron.
“Y no es verdad que aquí se siga investigando en Colombia. Nos han burlado, se han burlado de las víctimas. Esa posición débil, no es buena.
“Tercera pregunta, ¿qué vamos a hacer, doctor Vólmar Pérez, señor Procurador, que no está presente, o su delegado- y me perdonan: soy una víctima y tiemblo, porque me duele:
«¿Qué mecanismo van a adoptar ustedes para hacerle seguimiento al Mecanismo de Búsqueda Urgente (de Personas Desaparecidas)? No está operando. Es que el mecanismo no es para que el general del Ejército pegue varias fotos en los postes públicos y en lugares visibles. Es que el Mecanismo de Búsqueda Urgente no es para que envíen oficios a todas las personerías de los municipios.
“Eso no es. Hay que buscar al desaparecido y no lo están haciendo. Mediante juicios no se busca al desaparecido.
“Y quiero resaltar hoy la memoria, donde esté, del doctor Cayón. No sé donde está. Se ponía su overol, y en (el departamento de) Santander fuimos a buscar los desaparecidos a la finca, al Batallón, al F-2, a todos los lugares. Eso no volvió a pasar. Eso sí era buscar.
“Pero cuando las funciones se les dan a los segundones o terceros, claro que esas funciones desaparecen, porque no hay voluntad política. Lo han dicho aquí, lo han repetido. No hay voluntad para buscar a nuestros desaparecidos.
“Por eso nosotros estamos aquí, 25 años resistiendo, con nuestro dolor a cuestas, llevando el dolor de los miles y miles de desaparecidos.
“Hemos revivido ese duelo cuando nos dicen que han extraditado a 15 paramilitares que se llevan nuestra verdad, que se llevan nuestra justicia. Porque, para el gobierno, primero está el delito del narcotráfico, por encima de la violación a los derechos humanos. Muchas gracias”.
junio 26th, 2008
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