Archive for junio, 2008
(Reproduzco este artículo sin comentarios, para que no me vayan a meter presa)
¡Yo quiero una!
Por Jose Heriberto Monroy Aguilar
Tomado de Rebelión
Yo quiero una computadora como la de Raúl Reyes, dirigente guerrillero de las FARC muerto por el ejército colombiano en marzo, en la selva ecuatoriana.
Sí, imagínese, se conecta a Internet en un campamento guerrillero clandestino en medio de la selva, sin cable Módem, sin WIFI, sin teléfono… ¡sin nada!
A mí en cambio en medio San José (capital de Costa Rica), con cable módem y WIFI, la conexión me falla. La de Raúl Reyes a lo mejor se conectaba con los árboles o tenía una súper batería construida clandestinamente por IBM para él. En todo caso yo necesito una de esas, para poder conectarme en Punta Uva, donde ni siquiera la televisión nacional entra.
Además, la computadora FARC aguantó durante más de seis años la lluvia torrencial, que suele caer en estos lugares; el lodo, la humedad, el calor y los hongos de la selva ecuatoriana, y nunca se le metieron esas molestas hormigas tropicales, que a mí en Escazú ya me jodieron dos.
No, en serio; es la computadora más vergona del mundo. ¡Y fue hecha antes de 2002!… ¿que les parece?… Claro, ahora como todo es chino, nada dura. Pero esa fue hecha quién sabe dónde. Porque los militares colombianos cuando atacan no dejan piedra sobre piedra.
Entonces, si el ejército atacó por aire, esa computadora aguantó la destrucción total que produce una de esas bombas (que no fue sólo una) en un radio efectivo de 40 metros y la desintegración que provoca su honda expansiva. Y si los colombianos atacaron también por tierra, fue con ametralladoras con una precisión ¡súper chingona!… porque le pegaron a todo, incluyendo a Don Raulito Reyes, menos la computadora. ¡GUAU!!…
Debe estar hecha de material de la NASA. Ruego a los fabricantes que las pongan en el mercado YA. La mía, que es mucho más nueva, se da un golpecito contra la mesa y se me jode por un buen rato. Una vez le cayó encima, no árboles, no esquirlas o balas, sino un mísero poco de café con leche y pasó dos semanas en el taller.
¡Y eso sin mencionar la capacidad del disco duro de esta «súper-compu»! Quizás tenía un millón de gigabites, para guardar todos los correos electrónicos desde 2002. Yo no sabía que desde esa fecha se fabricaban laptops con esa potencia. ¡Y qué respetuosa! Guardaba correos desde hace seis años o más, y nunca le dio a Raulito la idea de borrar de vez en cuando algún correo que ya hubiese leído. Definitivamente esta computadora es la «NANA» de la tecnología portátil…. ¡Yo quiero unaaa!!…
Lo único que no me suena es lo de los nombres de los ticos que aparecieron en la PC, porque yo suponía que todo guerrillero no llama a sus «colaboradores» por su nombre, sino a través de un seudónimo. O sea que «Raulito», de clandestinidad y de guerrilla, no sabía nada.
junio 28th, 2008
“No se puede eludir la acción de la justicia con un plebiscito en las urnas”, señala un comunicado emitido este viernes por la Coordinación Colombia-Europa-Estados Unidos (CCEEU), una coalición de 199 organizaciones colombianas que trabajan en la promoción, divulgación y defensa de los derechos humanos.
La Corte Suprema de Justicia (CSJ) instó a la Corte Constitucional a reexaminar la validez de una reforma constitucional para la reelección inmediata que fue conseguida mediante hechos de corrupción, y a la Fiscalía a que investigue a todos los ministros y colaboradores de Uribe involucrados.
El presidente Álvaro Uribe y sus asesores señalaron a la CSJ de guerrillera, y a sus magistrados de tener vínculos con paramilitares y narcotraficantes.
Esa situación no tiene solución jurídica, dijo Uribe como argumento para anunciar que hará que el parlamento, de mayoría uribista, tramite rápidamente “un proyecto que autorice nuevamente su reelección”, como define sin ambages la CCEEU la idea presidencial de un referendo que “repita” los comicios de 2006.
¿”Repetir” elecciones? ¿Con los mismos candidatos? ¿Con las fuerzas paramilitares, armadas o de civil, llevando a votar por Uribe a las comunidades a las buenas, y si no, a las malas? En todo caso, tanto la trampa para conseguir la reelección, como la embestida contra el alto tribunal que investiga la parapolítica, denotan pies de barro.
Uribe está buscando “impedir que actúen los controles constitucionales para aclarar la validez del acto legislativo que dio origen a la reelección”, y “obstaculizar los procedimientos judiciales que deben enjuiciar los hechos delictivos que estuvieron detrás de su cuestionada aprobación”, dijo la CCEEU, y yo me pregunto por qué tanto desespero del presidente y los suyos por retener el poder.
Uribe se opuso a una reforma política para depurar el parlamento, y quiere que apenas una decena de “académicos” oficialistas introduzca una reforma a la justicia y evalúe qué hacer ante el hecho de que, por ahora, la tercera parte del parlamento está enredado en la parapolítica. Eso es cerrar, no abrir la democracia. Al presidente ni se le pasó por la cabeza promover un plebiscito para que el pueblo defina qué hacer con las «sillas vacías» de los parapolíticos.
Al acusar a la CSJ de prestarse a la trampa del terrorismo, Uribe retoma el mismo argumento con el que ha atacado “a los defensores de derechos humanos, a quienes ejercen la oposición política, y a quienes les ha tocado ejercer funciones judiciales y de control que no coinciden con (sus) criterios e intereses”, advierte la Coordinación sobre la frase más extraña de Uribe en su declaración, casi a la medianoche del jueves. Dicen que el gobierno está ardido porque la Corte no le ha dado credibilidad a los contenidos de los archifamosos computadores que supuestamente pertenecían a «Raúl Reyes».
La Coordinación Colombia-Europa-Estados Unidos exige al presidente respetar a los magistrados de la Corte y acatar estrictamente sus decisiones y procedimientos judiciales, “sin importar el rango ni la autoridad” de los involucrados en corrupción para torcer la votación en el parlamento.
Además, pide a la Fiscalía “continuar con las investigaciones para enjuiciar a todos los responsables de estos delitos”, y exige “que se continúe el procedimiento de control constitucional sobre la validez del cuestionado acto legislativo de la reelección”. La Corte Constitucional tendrá que decidir sobre la impunidad, o no, de la corrupción en Colombia.
CCEEU llama al parlamento a no seguir aceptando las presiones del Ejecutivo, y le solicita que se niegue a dar trámite a la reforma, que “lo que pretende es desconocer la integridad de la magistratura y la legitimidad de las actuaciones y decisiones de la Justicia”.
Si la ley de referendo se sometiera hoy a votación de las comisiones constitucionales de ambas cámaras, según el noticiero CMI se repite el empate de hace cuatro años, cuando el gobierno le compró el voto a Yidis Medina y, supuestamente, también a Teodolindo Avendaño.
¿Son realmente tan fuertes como parecen?
junio 28th, 2008
Jorge Eliécer Pardo
Premio nacional de cuento sobre desaparición forzada “Sin Rastro”
A las amorosas mujeres colombianas
Como a mis hermanos los han desaparecido, esta noche espero a las orillas del río a que baje un cadáver para hacerlo mi difunto. A todas en el puerto nos han quitado a alguien, nos han desaparecido a alguien, nos han asesinado a alguien, somos huérfanas, viudas. Por eso, a diario esperamos los muertos que vienen en las aguas turbias, entre las empalizadas, para hacerlos nuestros hermanos, padres, esposos o hijos. Cuando bajan sin cabeza también los adoptamos y les damos ojos azules o esmeralda, cafés o negros, boca grande y cabellos carmelitas. Cuando vienen sin brazos ni piernas, se las damos fuertes y ágiles para que nos ayuden a cultivar y a pescar. Todos tenemos a nuestros NN en el cementerio, les ofrecemos oraciones y flores silvestres para que nos ayuden a seguir vivos porque los uniformados llegan a romper puertas, a llevarse nuestros jóvenes y a arrojarlos despedazados más abajo para que los de los otros puertos los tomen como sus difuntos, en reemplazo de sus familiares. Miles de descuartizados van por el río y los pescadores los arrastran a la playa a recomponerlos. Nunca damos sepultura a una cabeza sola, la remendamos a un tronco solo, con agujas capoteras y cáñamo, con puntadas pequeñas para que no las noten los que quieren volver a matarlos si los encuentran de nuevo. Sabemos que los cuerpos buscan sus trozos y que tarde o temprano, en esta vida o la otra, volverán a juntarse y, cuando estén completos, los asesinos tendrán que responder por la víctima. Si la justicia humana no castiga a los verdugos, la otra sí los pondrá en el banquillo de los que jamás volverán a enfrentarse a los ojos suplicantes de los ultimados.
Esta noche hemos salido a las playas a esperar a que bajen otros. Nos han dicho que son los masacrados hace varias semanas, los que sacaron a la plaza principal y aserraron a la vista de todos. Quiero que venga un hombre trabajador y bueno como los pescadores y agricultores de por allá arriba y que yo pueda hacerle los honores que no le dieron cuando lo fusilaron. Mis hermanas tirarán las atarrayas y los chiles para no dejarlos pasar, uno no sabe si el que le toca es el sacrificado que con su muerte acabará la guerra. Aquí todas creemos que nuestros difuntos prestados son los últimos de la guerra, pero en los rezos nos damos cuenta de que es una ilusión. Cuando traen ojos se los cerramos porque es triste verles esa mirada de terror, como si en sus pupilas vidriosas estuvieran reflejados los asesinos. Nos dan miedo esos hombres armados que quedan en el fondo de los ojos de los muertos, parecen dispuestos a matarnos también. Muchos párpados ya no quieren cerrar y, dicen en el puerto, que es para que no olvidemos a los sanguinarios. Los enterramos así, con el sello del dolor y la impunidad mirando ahora la oscuridad de las bóvedas.
Algunos están comidos por los peces y los ojos desaparecidos no dan señales del color de sus miradas. A muchos de los que nos regala el río y no tienen cara, nosotras les ponemos las de nuestros familiares desaparecidos o perdidos en los asfaltos de las ciudades. Pegamos las fotografías en los vidrios de los ataúdes para despedirlos con caricias en las mejillas. Fotos de cuando eran niños, con sus caras inocentes. Las novias hacen promesas, las esposas les cuentan sus dolores y necesidades y las madres les prometen reunirse pronto donde seguramente Dios los tiene descansando de tanta sangre. Las solteras les piden que les traigan salud, dinero y amor. Y cuando las palomas anidan en las tumbas es el anuncio de que deben emigrar para otra parte de Colombia o para Venezuela, España o los Estados Unidos.
Los primeros meses poníamos en sus lápidas las tristes letras de NN y debajo un número para que todos supieran que era un muerto con dueño, o mejor un desparecido reencontrado. Cuando nadie viene por ellos y las autoridades también los dejan a la buena de Dios, los dueños de los cadáveres los rebautizan con los nombres de sus muertos queridos. Es como un nacimiento al revés: parido entre el agua del río y lavado después en la arena. Les llevamos flores, les encendemos veladoras y les regalamos rosarios completos y unos cuantos responsos. Todas sabemos que en cada rescatado hay un santo.
Los lunes nos reunimos en un rezo colectivo porque ya todas tenemos muertos y sabemos que están muy solos y que todavía sienten la angustia de haber sido degollados, descuartizados o ejecutados con desmayo en la humillación. El dolor produce una mueca que nos hace respetar más al sacrificado. A los aterrorizados les tenemos más amor y consideración porque uno nunca sabe cómo es ese momento de la tortura lenta y cómo enfrentaron las motosierras, las metralletas, los cilindros bomba.
Cuando oímos los llantos colectivos de las viudas errantes buscando a sus muertos, en peregrinación por las riveras, como nuevos fantasmas detrás de sus maridos, les damos los rasgos corporales y les entregamos los cadáveres recuperados. Lloramos con devoción y esa misma noche se los llevan envueltos en costales de fique, sábanas viejas, en barbacoas o en los cajones simples que nosotras hemos alistado para los difuntos santificados. Romerías con linternas apuntando el infinito con estrellas como pidiendo orientación al cielo para no perderse en los manglares, tras la huella invisible del río. Lloran como nosotras la rabia de la impotencia. Cuando no encuentran al que buscan nos dejan su foto arrugada porque ya no importa tanto la justicia de los hombres sino la cristiana sepultura de los despojos.
Nos hemos contentado con recibir y adoptar pedazos porque tener uno entero es tan difícil como el regreso de nuestros muchachos que reclutaron para la muerte. Ellos no volverán, mucho menos las noticias porque la guerra se los come o los ahoga. Cuando no se los traga la manigua, los matan las enfermedades de la montaña o el hambre.
Nos han dicho que no somos los únicos en el puerto, que en Colombia los ríos son las tumbas de los miserables de la guerra. Los viejos nos han dicho que siempre los ríos grandes y pequeños albergan a las víctimas, desde la violencia entre liberales y conservadores de los siglos pasados cuando venían inflados, flotando, con un gallinazo encima.
Al reemplazar el NN en la lápida por el nombre de nuestro esposo o hijo, la energía que viene del cemento es como la que sentimos cuando nos abrazábamos antes de la desaparición. Lo sabemos porque al golpear la pared y empezar las conversaciones secretas, después de las palabras, aquí estamos, no estás solo, nos llega un vientecito tibio como el calor de los cuerpos de nuestros seres inmolados. Los santos asesinados son los mismos en todo el mundo, en todas las guerras y nosotras lo sabemos sin decírnoslo. A algunas de nuestras vecinas les han dicho que se vayan del puerto, que busquen en las ciudades un mejor porvenir para los niños y muchas se han ido sin regreso posible. Entonces regalan o encargan a su muerto, a su Alfredo o Ricardo, a su Alfonso o Benjamín, para que los guíe y cuide en los largos y miedosos tiempos del errabundaje. Así el puerto se ha quedado con muy pocos niños y las adolescentes desaparecen antes de que los padres las saquen de las zonas de candela. Por eso creemos que nuestros muertos, los descendientes sacrificados que nos da el río, reemplazarán a tantas familias que mendigan por Colombia. Mi esposo seguramente ha sido redimido por otra madre desconsolada, más abajo de aquí, porque hemos sabido que lo arrojaron desnudo y dividido, lo acusaban de enlace de los grupos armados. Tendrá otras manos y otra cabeza, pero no dejará de ser el hombre que amaré por siempre, así me lo hayan arrebatado untado con mis lágrimas. Se me ha acabado el agua de mis ojos pero no la rabia. El perdón, el olvido y la reparación, han sido para mí una ofensa. Nadie podrá pagar ni reparar la orfandad en que hemos quedado. Nadie. Ni siquiera el río que nos devuelve las migajas, nos da la comida para vivir y nos entrega los muertos para no perder la esperanza.
Nuestro cementerio no es de desconocidos como pretendieron hacernos creer. Nosotras no pedimos a nuestros muertos números de suerte ni pedazos de tierra para una parcela, pedimos paz para los niños que aún no entran en la guerra a pesar de que a muchos de nuestros sobrinos los han quemado o arrojado al agua. Los niños no llegan a las playas, no son pescados por manos bondadosas. Dicen que a ellos los rescata un ángel cuando los asesinan. El río los purifica.
Después de tantas noches de cielo hechizado, de tanto llanto contenido, mi hija ha quedado viuda. Por eso está conmigo esta noche en la orilla, rezando para que baje un hombre por quien llorar junto a nosotras. Más arriba hay chorros de linternas. Sabemos que cada uno tiene los muertos que el río buenamente le entrega. No importa que seamos un pueblo de mujeres, de fantasmas, o de cadáveres remendados, no importa que no haya futuro. Nos aferramos a la vida que crece en los niños que no han podio salir del puerto. A nuestras criaturas inocentes las hemos dejado dormidas para salir a pescar a los huérfanos de todo. Mañana nos preguntarán cómo nos fue y nosotras les diremos que hay una tumba nueva y un nuevo familiar a quien recordar.
Bajan canoas y lanchas. No sabemos si estamos dentro de un sueño o nosotras flotamos despedazadas en el agua turbia, en espera de unas manos caritativas que nos hagan el bien de la cristiana sepultura.
junio 26th, 2008
Anoche fueron llamados a indagatoria los generales en retiro Jesús Armando Arias Cabrales y Rafael Samudio Molina, que están vinculados al proceso penal por secuestro y desaparición forzada durante la contra-toma del Palacio de Justicia, en noviembre de 1985. Las indagatorias se llevarán a cabo el 30 y 31 de julio.
En ese entonces, el general Samudio era comandante del Ejército, y el general Arias Cabrales era comandante de la Brigada 13 de esa fuerza, con jurisdicción en Bogotá.
La Fiscalía General de la Nación consideró que no hace parte de la función militar, por ejemplo, aquello de que gente que salió viva del Palacio de Justicia apareciera muerta después, dentro y fuera del Palacio, o no apareciera nunca. Por eso ha asumido la investigación de esos hechos, provocados por la entonces guerrilla M-19. Colombia aún está pagando las implicaciones del subsiguiente golpe del militarismo.
Hoy me da por reproducir tres citas, sin comentario.
La primera aparece por estos días en el sitio web del Ministerio de Defensa Nacional http://www.mindefensa.gov.co, en la sección “Derechos Humanos”. El link para leer el texto completo no lleva a ninguna parte, pero lo incluyo, por si acaso lo arreglan.
“Derechos Humanos
La posible muerte de civiles en un Objetivo Militar, no deslegitima ni hace ilegal la acción de la Fuerza Pública
En los últimos días se ha tratado de presentar la muerte de algunos extranjeros en el campamento de las FARC en donde murió el segundo cabecilla de las FARC, alias Raúl Reyes, como un crimen. Esta situación está lejos de la realidad, si se analiza desde el punto de vista normativo. El derecho internacional humanitario, que es la ley aplicable a hechos de confrontación como la que desafía a Colombia y a su Fuerza Pública en contra de una organización armada ilegal como lo son las FARC, prevé como legales y legítimos los ataques a objetivos militares cuya neutralización ofrezca una verificable ventaja militar”.
http://www.mindefensa.gov.co/index.php?page=181&id=174&PHPSESSID=850e4457c0ea077b233cf125215c08e1
La segunda cita es del presidente Álvaro Uribe Vélez, quien expresó el 26 de noviembre del 2006:
“Me emociona mucho compartir este acto con el señor general Rafael Samudio Molina, honra de la Patria y presidente de Acore. (…) Gracias, general Samudio, por lo que ha hecho por la Patria (…) Reitero ante ustedes respetando su patriotismo, su autoridad moral, con una subalternidad ética, porque para asear bien a la Patria hay que respetarlos a ustedes, todo mi compromiso con tres objetivos: la derrota del terrorismo, la derrota de la corrupción y la reivindicación de los pobres. (…) ¡Que viva Colombia!… ¡Que viva Acore, su junta! Señor general Samudio, que le siga sirviendo bien a la Patria, que hay una Patria agradecida con la Fuerza Pública, que le ha mostrado un horizonte promisorio”.
Tercera cita, del ministro de Defensa Juan Manuel Santos:
“Acore, hoy sabiamente dirigida por el general Rafael Samudio Molina, cuya hoja de vida es patrimonio nacional, y con el concurso intelectual y moral de los más eximios miembros de las fuerzas militares, merece todo el respeto y gratitud de la patria, son el mejor ejemplo de una vida entregada a los más altos ideales del espíritu humano.”
junio 26th, 2008
“Los perdono, pero hoy el tiempo es nuestro. Es de nosotros las víctimas”, dijo Aura María Díaz cuando el moderador, antes de darle la palabra, se excusó diciendo que sólo había tiempo para hacer preguntas concretas.
El miércoles, primer día de sesiones del Seminario Internacional sobre Desaparición Forzada “Sin Rastro”, estaban en la mesa, como conferencistas, el Defensor del Pueblo (Ombudsman) Vólmar Pérez, el presidente de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación creada por la Ley de Justicia y Paz, Eduardo Pizarro, el director de la Comisión Colombiana de Juristas, Gustavo Gallón, y María Luisa Ortiz, de la Comisión Asesora Presidencial para las Políticas de derechos Humanos de Chile.
El Ombudsman había recibido ya la crítica de un hombre de unos 30 años, entre el público, que dijo ser funcionario estatal, y que hablaba a título personal, quien reclamó porque “no podemos, en este momento, tener un Defensor del Pueblo de bajo perfil”.
De unos 60 años de edad, contextura gruesa, pelo cano y un vestido naranja de manga corta, Aura María Díaz prosiguió. Transcribo tal cual, porque estoy de acuerdo en que el tiempo de las víctimas llegó:
“Mi pregunta va al Defensor Vólmar Pérez. Quiero nos diga a las víctimas qué mecanismos de prevención hacia la desaparición forzada está adelantando la Defensoría del Pueblo, ya que para nosotros, como Asfaddes (Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos), la Defensoría sí es de nosotros, del pueblo. Pero desde hace algunos años está ausente.
“Algo tan mínimo que tenía la Defensoría del Pueblo, que era una cartilla muy instructiva y muy buena, que iba para los personeros en todo Colombia, desapareció, por falta de presupuesto. Era muy importante.
“Todas nuestras víctimas, la gran mayoría, yo por ejemplo, primero llegué a la Defensoría antes que ir a una ONG o a la Personería. En ella está depositada nuestra confianza. Y vemos que hoy, para nosotros, no representa nada.
“Segunda pregunta: ¿Por qué la posición de la Defensoría tan tibia y débil frente a la extradición de los 15 paramilitares (en realidad 14), cuando todos tenemos claro que se llevaron a las espaldas muchísimos de nuestros desaparecidos? Se llevaron la verdad, se lo llevaron todo.
“Es lo más grave que le puede pasar al país. Porque si bien los entes del Estado, llámense F-2, Ejército, Policía, desaparecieron a nuestros familiares, los quemaron, los sepultaron en las Brigadas, en los estadios, en los cementerios clandestinos; no obtuvimos ese testimonio desgarrador de quienes descuartizaron a nuestros familiares y los echaron a los caimanes, que los descuartizaron y los echaron a los ríos. Esa verdad se la llevaron.
“Y no es verdad que aquí se siga investigando en Colombia. Nos han burlado, se han burlado de las víctimas. Esa posición débil, no es buena.
“Tercera pregunta, ¿qué vamos a hacer, doctor Vólmar Pérez, señor Procurador, que no está presente, o su delegado- y me perdonan: soy una víctima y tiemblo, porque me duele:
«¿Qué mecanismo van a adoptar ustedes para hacerle seguimiento al Mecanismo de Búsqueda Urgente (de Personas Desaparecidas)? No está operando. Es que el mecanismo no es para que el general del Ejército pegue varias fotos en los postes públicos y en lugares visibles. Es que el Mecanismo de Búsqueda Urgente no es para que envíen oficios a todas las personerías de los municipios.
“Eso no es. Hay que buscar al desaparecido y no lo están haciendo. Mediante juicios no se busca al desaparecido.
“Y quiero resaltar hoy la memoria, donde esté, del doctor Cayón. No sé donde está. Se ponía su overol, y en (el departamento de) Santander fuimos a buscar los desaparecidos a la finca, al Batallón, al F-2, a todos los lugares. Eso no volvió a pasar. Eso sí era buscar.
“Pero cuando las funciones se les dan a los segundones o terceros, claro que esas funciones desaparecen, porque no hay voluntad política. Lo han dicho aquí, lo han repetido. No hay voluntad para buscar a nuestros desaparecidos.
“Por eso nosotros estamos aquí, 25 años resistiendo, con nuestro dolor a cuestas, llevando el dolor de los miles y miles de desaparecidos.
“Hemos revivido ese duelo cuando nos dicen que han extraditado a 15 paramilitares que se llevan nuestra verdad, que se llevan nuestra justicia. Porque, para el gobierno, primero está el delito del narcotráfico, por encima de la violación a los derechos humanos. Muchas gracias”.
junio 26th, 2008
A Gloria Cuartas hay que estarle regalando permanentemente pañoletas con dibujos de “rabo de gallo”: como la pañoleta verde que lleva en la foto, en la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, en la región bananera del Urabá, al norte del departamento de Antioquia.
Ella las luce en la cabeza en sus recorridos por las comunidades en resistencia contra la guerra, y la gente se las pide, de recuerdo.
Trabajadora social, proviene de las comunidades de base de la Iglesia Católica.
¿Cómo es que sólo hay hombres aquí?, ¿Dónde están las mujeres?, increpa a los líderes comunitarios y de desplazados que asisten a sus talleres y conferencias en zonas de guerra, mientras las mujeres preparan el almuerzo.
Ella les relata que sólo en el último año, de sus tres como alcaldesa de Apartadó (1997), se dio cuenta de que los 1.200 asesinatos en el municipio no eran casualidad, sino que respondían a un proyecto fríamente planeado.
Siendo alcaldesa, le tocó ser testigo directa del degollamiento de un niño por paramilitares, mientras daba una charla en una escuela.
17 de sus compañeros de trabajo fueron asesinados.
Se enfrentó con el entonces gobernador departamental, Álvaro Uribe Vélez, y con el comandante de la Brigada 17, general Rito Alejo del Río, enfrentamiento que continúa.
Es defensora de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó y recibe amenazas de muerte de manera permanente. Sus denuncias sobre la participación del ejército en la matanza de febrero de 2005 en esa comunidad fueron refrendadas este año en confesiones de paramilitares: militares y paramilitares, de manera conjunta, cometieron los asesinatos.
Uribe, hasta hoy, no ha manifestado sentimientos de condolencia o solidaridad con esa Comunidad por sus muertos.
Cuartas ha sido acusada por militares en retiro de tener vínculos con las FARC, porque se manifiesta a favor del acuerdo humanitario, mediante el cual esa guerrilla liberaría a los rehenes que mantiene en su poder, a cambio de insurgentes en las cárceles.
«Soy libre y como tal pido la libertad de todos, de quienes están detenidos, extraditados o secuestrados», responde Cuartas al señalamiento.
Un año y medio después de iniciar su mandato como alcaldesa, Gloria Cuartas recibió el Premio UNESCO Alcaldes por la Paz. En 2007 fue seleccionada por la UNESCO como una de las 60 mujeres que han contribuido al desarrollo de los derechos humanos en el mundo.
Ahora, Gloria Cuartas recibirá el 3 de julio el Premio del Edicto de Nantes, que recompensa a “individuos u organismos que obran o han obrado por la paz civil, el Estado de derecho y la libertad de conciencia”.
El galardón le será entregado a Cuartas en el marco del Tercer Foro Mundial de los Derechos Humanos, que sesiona entre el 30 de junio y el 3 de julio en el puerto fluvial de Nantes, capital del departamento del Loira-Atlántico, en la Bretaña francesa y a 50 kilómetros de la desembocadura del río Loira.
Bajo el espíritu de “Paz en libertad”, el Premio Edicto de Nantes, dotado con 15 mil euros, fue establecido en 1990 por el Ayuntamiento de la ciudad, como parte de las celebraciones por los 400 años de la promulgación del Edicto de Nantes (Abril de 1598), instrumento que puso fin al conflicto religioso de 37 años de duración y que causó ocho guerras en Francia, a partir de marzo de 1562.
El Edicto de Nantes está inscrito en la historia mundial de la conquista de las libertades públicas e individuales.
En el siglo XVI la tolerancia era inexistente y se la veía como algo “malo”, porque implicaba aceptar que la opinión o religión del otro eran tan válidas como las propias, en un contexto histórico en el que se pensaba que otra religión que no fuera la propia corrompía al ser humano.
Sin embargo, bajo la premisa fundamental de “Quiero que haya paz en mi reino”, el rey de Francia Enrique IV firma en Nantes el edicto (real ley) que aseguró libertades religiosas y civiles para los calvinistas, poniendo fin al conflicto entre éstos y los católicos.
El Foro Mundial sobre los Derechos Humanos se realiza cada dos años en Nantes, a partir de 2004, con el auspicio de la UNESCO, el Ayuntamiento de Nantes, la Región de los Países del Loira y el Departamento del Loira Atlántico.
El Foro de Nantes tiene el objetivo de fomentar la creación o reforzar las redes de solidaridad indispensables a la protección, respeto e implementación de los derechos humanos en el planeta.
El último Premio del Edicto de Nantes (concedido en 2006) fue también para una mujer, la camboyana Somaly Mam, presidenta del AFESIP (Actuar en favor de las mujeres en situación precaria). Mam combate en su país la explotación sexual de niñas, adolescentes y mujeres.
junio 24th, 2008
“Compartí con ellos más de cinco años de horror”, dice el ex diputado Sigifredo López a las familias de sus 11 compañeros muertos hace un año, en una prueba de vida conocida el sábado.
López fue el único sobreviviente del grupo de 12 diputados tomados rehenes por las FARC el 11 de abril de 2002. Los demás fueron abatidos, según la guerrilla, el 18 de junio de 2007, en un “fuego cruzado” aún rodeado de misterio y múltiples hipótesis.
Se trata de un vídeo de cerca de media hora, grabado en el día 2.005 de su cautiverio, según cuentas de López. Es decir, en octubre del año pasado y durante la mediación por el acuerdo que adelantaron el presidente Hugo Chávez y la senadora Piedad Córdoba.
Los inamovibles de Uribe son inamovibles para las FARC también, advierte López, quien fue alcalde de Pradera, municipio del occidental departamento del Valle del Cauca, cuya
desmilitarización exigen las FARC, junto con la del vecino municipio de Florida, para negociar en canje la libertad de guerrilleros en las cárceles. Uribe se niega.
López se refiere al entonces gobernador en funciones del noroccidental departamento de Antioquia, Guillermo Gaviria, y a su asesor de paz, el ex ministro de Defensa Gilberto Echeverri, ejecutados por las FARC durante un intento de rescate del ejército, en mayo de 2003. Y al capitán de la Policía Julián Guevara, muerto por enfermedad en cautiverio y cuyo cadáver no ha sido entregado a su madre.
Dice López: “Regateando con brutal intransigencia sofismas y posiciones inamovibles; trenzados en un espantoso pulso diabólico sobre los cadáveres y la memoria de mis compañeros, de Gilberto Echeverri, Guillermo Gaviria y del capitán Guevara, continúan las FARC y el gobierno demostrándole al mundo su crueldad, su barbarie y que, de alcanzar un eventual acuerdo -que de humanitario no ha tenido absolutamente nada- lo que menos les ha importado es la vida de los secuestrados, a quienes inmisericordemente los condenaron a morir atrapados en el infame círculo vicioso que crearon, y que ya completa más de cinco años, varias masacres, y que día a día recrudece aún mas el ya bastante degradado conflicto colombiano”.
El rehén rechaza la acusación de un supuesto desertor de las FARC, de quien sólo se conoce su alias (“Rafael”). «Rafael» afirmó que el ex diputado no murió porque es miembro de la guerrilla.
Los señalamientos a protagonistas del canje se multiplican, y hace rato no parecen casualidad. Yo, que soy tan malpensada, creo que se trata de restar solidaridad pública a esta causa humanitaria.
Así, hasta que se conoció, en noviembre del año pasado, la prueba de vida lograda por Chávez – Córdoba, corría profusamente el rumor de que Ingrid Betancourt se había integrado a la guerrilla y era la amante de Alfonso Cano, quien sucedió este año en la comandancia insurgente a Manuel Marulanda.
De la senadora Córdoba, amiga de Ingrid y quien actuó como un vendaval para acercar a las partes a un acuerdo, hay quienes dicen hoy que ella en realidad la odia, porque es su rival política.
Según periodistas que olvidan que en una guerra la primera baja es la verdad, y asumen versiones oficiales como ciertas, Córdoba es una mujer histriónica sin compasión, capaz de mostrarse como amable facilitadora ante las familias de los secuestrados mientras recomendaba a las FARC, por correo electrónico, no liberarla.
“Sobre todo no liberen a Ingrid”; “qué coño me interesa la proposición de Sarkozy para obtener la liberación de Ingrid Betancourt”, son fragmentos y lenguaje atribuidos por autoridades colombianas a la senadora opositora, presentados por el Ministerio de Defensa de Colombia como tomados de correos electrónicos contenidos en los computadores de “Raúl Reyes”, y reproducidos sin criterio periodístico por Paris Match (5 de junio) y otros medios.
El periodista Carlos Lozano, nombrado hace dos meses facilitador oficial para el acuerdo, también se le achacan textos en los computadores del guerrillero abatido, escritos bajo un alias.
Lozano sí escribió correos a Reyes, incluso por pedido del propio Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, y realizando entrevistas que fueron publicadas en su periódico, el semanario Voz. Pero niega haberlo hecho nunca bajo un alias.
Eso, para hablar sólo de algunos, y de Colombia.
junio 22nd, 2008
Diecisiete académicos estadounidenses y británicos, y un periodista colombiano en el exilio, dirigieron el pasado 17 de junio una carta abierta a Ronald Noble, secretario general de INTERPOL. Le piden rectificar esta frase textual, expresada por Noble en rueda de prensa en Bogotá cuando entregó oficialmente al gobierno colombiano el peritazgo de INTERPOL sobre los computadores supuestamente hallados en el campamento del jefe negociador de las FARC “Raúl Reyes”:
«Estamos completamente seguros de que las evidencias computacionales que examinaron nuestros expertos vinieron de un campamento de las FARC. Nadie puede cuestionar nunca si Colombia manipuló los ordenadores incautados a las FARC.»
Los académicos firmantes son prácticamente los mismos que dirigieron el 26 de abril un llamado a la prensa para que, en aplicación de los principios periodísticos, no tome necesariamente como ciertas las interpretaciones que las autoridades colombianas están haciendo sobre los contenidos informáticos supuestamente hallados en los computadores de Reyes.
Dos de los firmantes, Greg Grandin y Forrest Hylton, también enviaron una segunda carta abierta a los medios el 12 de mayo, habida cuenta de que consideraron que la prensa que se ha hecho eco de estas interpretaciones y contenidos seguía sin aplicar el beneficio de la duda.
En Carta abierta a Noble académicos piden rectificación
Asunto: Concerniente a la declaración del 15 de mayo de 2008 en rueda de prensa sobre el Informe Forense de INTERPOL sobre los ordenadores y equipos informáticos de las FARC decomisados por Colombia.
17 de junio de 2008
Ronald Noble
Secretario General
INTERPOL
200, quai Charles de Gaulle
69006 Lyon
Francia
ENVIADO POR CORREO ELECTRÓNICO Y CORREO POSTAL ESTADOUNIDENSE
Estimado señor Noble:
Le solicitamos que retracte la siguiente declaración ofrecida a la prensa el 15 de mayo de 2008:
«Estamos completamente seguros de que las evidencias computacionales que examinaron nuestros expertos vinieron de un campamento de las FARC. Nadie puede cuestionar nunca si Colombia manipuló los ordenadores incautados a las FARC.» (AP, 15 de mayo de 2008).
La primera oración parece estar completamente fuera del ámbito de su investigación. En el «Informe Forense de Interpol sobre los ordenadores y equipos informáticos de las FARC decomisado por Colombia», no hay indicios de que Interpol hiciera algo para verificar las afirmaciones de Colombia sobre el origen de los computadores. En la página 7, el informe oficial señala: «El alcance del análisis forense de carácter informático de INTERPOL se limitaba a: a) establecer los datos reales que contenían las ocho pruebas instrumentales de carácter informático decomisadas a las FARC, b) comprobar si los archivos de usuario habían sido modificados de algún modo el día 1 de marzo de 2008 o en fechas posteriores, y c) determinar si las autoridades de los organismos colombianos encargados de la aplicación de la ley habían manejado y analizado las citadas pruebas de conformidad con los principios reconocidos internacionalmente para el tratamiento de pruebas electrónicas por parte de las fuerzas del orden».
Dado que Interpol no realizó ninguna investigación sobre el origen de estas evidencias computacionales, parecería inapropiado y equivocado que usted afirme que está «absolutamente seguro» del origen de éstas. Esto podría dar la confusa impresión de que la investigación de Interpol en realidad había verificado y comprobado la afirmación del gobierno de Colombia, que es rebatida, por ejemplo, por el Presidente de Ecuador.
La segunda oración está dentro del ámbito de su investigación, pero no queda claro que el informe la apoye. Por ejemplo, su informe señala que «Interpol no ha encontrado indicios de que tras la incautación a las FARC de las ocho pruebas instrumentales de carácter informático, efectuada el 1 de marzo de 2008 por las autoridades colombianas»,
No haber encontrado evidencia de algo no es lo mismo a decir que ese algo absolutamente no sucedió, o que «nadie puede cuestionar nunca» que haya pasado.
En vista de la importancia que reviste este asunto para las relaciones hemisféricas, y la importancia de que Interpol conserve su imparcialidad en sus investigaciones forenses, le solicitamos que retracte la primera oración citada anteriormente, y que clarifique y/o retracte la segunda oración.
Atentamente,
Larry Birns, Council on Hemispheric Affairs – Director
Amy Chazkel, Queens College, City University of New York – Profesora Asistente de Historia
James Early, TransAfrica Forum, e Institute for Policy Studies – Miembro de las Juntas Directivas
Sujatha Fernandes, Queens College, City University of New York – Profesora Asistente de Sociología
Lesley Gill, American University – Profesora Asociada en Antropología
Greg Grandin, New York University – Profesor de Historia; Director de Estudios de Postgrado
Daniel Hellinger, Webster University- Director & Profesor, Relaciones Internacionales
Forrest Hylton, New York University – Departamento de Historia
Diana Paton, University of Newcastle, UK – Profesora universitaria en Historia del Caribe
Deborah Poole, Johns Hopkins University – Profesora en Antropología
Gerardo Renique, City College of the City University of New York – Profesor Asociado de Historia
Fred Rosen, North American Congress on Latin America – Analista Senior
T.M Scruggs, University of Iowa – Profesor Asociado, Etnomusicología
Sinclair Thomson, New York University- Profesor Asociado de Historia
Miguel Tinker Salas, Pomona College – Profesor de Estudios Chicanos y Latinoamericanos
Mark Weisbrot, Center for Economic and Policy Research – Co-Director
John Womack, Harvard University- Profesor del curso Robert Bliss para Historia y Economía Latinoamericana
Hernando Calvo Ospina – Periodista. Autor de «Colombia, laboratorio de embrujos. Democracia y terrorismo de Estado«
*Mensaje a mi lector o lectora: retomo este blog después de un par de semanas de viajes, seguidas de otras con problemillas técnicos.
junio 19th, 2008