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La siguiente comunicación fue radicada esta tarde en la Embajada de Costa Rica en Bogotá por el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado, en su intento por evitar que ese país le concediera asilo político al director nacional del partido Colombia Democrática, Mario Uribe, primo del presidente colombiano.
Mario Uribe se hizo recibir en la misión diplomática en la mañana de hoy, luego de conocerse que la Fiscalía General de la Nación dictó medida de aseguramiento contra el ex senador por presuntos vínculos con paramilitares. A las 18:30 hora de Colombia (23:30 GMT), la Cancillería de Costa Rica consideró «improcedente» conceder asilo a Uribe Escobar.
Texto completo…
Bogotá D.C., 22 de Abril de 2008
Excelentísimo Embajador(a)
EMBAJADA DE LA REPÚBLICA DE COSTA RICA EN COLOMBIA
Atte.
E.S.D.
Reciba un cordial saludo.
Los abajo firmantes, organizaciones integrantes del Comité de Impulso del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado, miembros de organizaciones sociales, defensores de derechos humanos y ciudadanos y ciudadanas colombianas en general, por medio del presente escrito respetuosamente nos aproximamos ante su dignidad, a fin de solicitar que se NIEGUE el asilo político al ex Senador de Colombia MARIO URIBE ESCOBAR, quien en la actualidad se encuentra procesado por su colaboración con el paramilitarismo colombiano, estructura responsable de la comisión de crímenes de lesa humanidad, cuyo principal cabecilla, SALVATORE MANCUSO, ha reconocido la colaboración directa de URIBE ESCOBAR en su accionar delictivo.
ANTECEDENTES
La naturaleza de los crímenes cometidos por el paramilitarismo en Colombia permite concluir que se trata de crímenes de lesa humanidad, los cuales han sido cubiertos, en gran medida, por el manto de la impunidad. Esto ha implicado el incumplimiento de la obligación de investigar, perseguir, juzgar y sancionar a los responsables materiales, intelectuales y beneficiarios políticos, sociales, económicos y culturales de los mismos, en los términos establecidos en la Convención Americana de Derechos Humanos y en la Declaración Universal de Derechos Humanos; específicamente sobre el deber de garantía, deber de protección, juicio justo, imparcial y debido proceso, como mínimo para las víctimas.
Estos graves crímenes han afectado la convivencia pacífica, la armonía social, la seguridad jurídica, política y militar. Han sembrado un sentimiento de desprotección de las víctimas directas, sus familiares y amigos, sobre las organizaciones políticas, sociales, gremiales, de derechos humanos y de la comunidad en la cual se rompieron los tejidos sociales construidos en forma centenaria.
Según la teoría internacional de los Derechos Humanos, cuando hablamos de crímenes de lesa humanidad nos referimos como mínimo a las siguientes conductas: ejecuciones individuales o colectivas de carácter sumario, detenciones- desapariciones, torturas, etnocidio y genocidio. Y el concierto para delinquir ocurre cuando tiene como finalidad cometer cualesquiera de los anteriores, entre otros. Estos crímenes implican una afectación contra la comunidad en general y contra la humanidad en el planeta en todos los sentidos; aquí cobra sentido la jurisdicción universal, la no concesión de indultos, amnistías, cesaciones de procedimiento, autos inhibitorios, etc. o cualesquier beneficio jurídico.
Los crímenes de LESA HUMANIDAD cometidos por el paramilitarismo desde 2002 hasta 2006 se calculan aproximadamente en 3.015, según la información entregada por la Comisión Colombiana de Juristas y que se cuantifican en la siguiente tabla:
Departamento |
AÑO 2002 |
AÑO 2003 |
AÑO 2004 |
AÑO 2005 |
Antioquia
|
133
|
97
|
43
|
16
|
Arauca
|
15
|
41
|
31
|
26
|
Atlántico
|
6
|
44
|
11
|
13
|
Bolívar
|
14
|
79
|
31
|
8
|
Boyacá
|
Nr
|
4
|
3
|
1
|
Caldas
|
43
|
34
|
30
|
25
|
Caquetá
|
4
|
3
|
0
|
1
|
Casanare
|
0
|
3
|
4
|
3
|
Cauca
|
39
|
16
|
5
|
5
|
Cesar
|
8
|
36
|
20
|
4
|
Chocó
|
12
|
28
|
5
|
3
|
Córdoba
|
2
|
31
|
18
|
3
|
Cundinamarca
|
2
|
42
|
7
|
6
|
Bogotá
|
1
|
6
|
9
|
16
|
Guaviare
|
1
|
3
|
30
|
3
|
Huila
|
6
|
35
|
9
|
11
|
La Guajira
|
5
|
8
|
6
|
6
|
Magdalena
|
11
|
125
|
16
|
16
|
Meta
|
16
|
44
|
42
|
32
|
Nariño
|
4
|
8
|
4
|
7
|
Norte de Santander
|
21
|
124
|
19
|
3
|
Putumayo
|
3
|
1
|
10
|
7
|
Risaralda
|
8
|
21
|
37
|
7
|
Santander
|
62
|
154
|
37
|
14
|
Sucre
|
2
|
8
|
10
|
25
|
Tolima
|
6
|
36
|
44
|
19
|
Valle
|
33
|
37
|
57
|
12
|
Vichada
|
0
|
0
|
1
|
0
|
MARIO URIBE ESCOBAR se desempeñó como político en Antioquia por el partido Colombia Democrática. Es primo del Presidente de Colombia ALVARO URIBE VÉLEZ, fundador y vocero de su partido, y ex presidente del Senado. En la actualidad se encuentra vinculado a investigación por el delito de concierto para delinquir agravado, por sus presuntos nexos con organizaciones paramilitares; presuntas reuniones con estas estructuras ilegales; presunto apoyo paramilitar en su campaña electoral.
El ex senador MARIO URIBE ESCOBAR fue vinculado al proceso por las informaciones suministradas por el ex paramilitar JAIRO CASTILLO PERALTA, recaudadas desde hace ocho años, en virtud de las cuales se estableció que URIBE ESCOBAR asistió a varias reuniones en Antioquia, Córdoba y Sucre, para presuntamente obtener tierras con organizaciones paramilitares en Antioquia y Sucre, lo que le valió ser propietario de grandes extensiones de tierra. Según el mismo Castillo, «la estrategia era la de intimidar a los finqueros para comprarles barato sus predios«.
Dentro de la información que entrega la Registraduría Nacional del Estado Civil se señala que de la lista de los 168 aspirantes al Senado para el año 2002, se encontraban miembros de los diferentes partidos de oposición, como en el caso del Partido Liberal, el Polo Democrático Alternativo y demás organizaciones políticas contrarias a estos partidos que apoyó el paramilitarismo. Cerca de un 40% de los aspirantes eran miembros de la oposición, los cuales se vieron afectados en razón no solo de los aportes económicos que hizo el paramilitarismo, sino también por el apoyo político que dieron en la región y el uso que le dieron a herramientas ilegales como amenazas y constreñimientos.
En diligencia de versión libre rendida ante la Unidad de Justicia y Paz, SALVATORE MANCUSO informó bajo juramento sobre sus reuniones y apoyo político a URIBE ESCOBAR a fin de llegar al Congreso de la República. También aseguró que la ex representante ELEONORA PINEDA ARCIA era una de sus testigos, quien posteriormente, y como es de público conocimiento, lo ratificó.
De esta forma, la Corte Suprema de Justicia abrió investigación preliminar en contra de MARIO URIBE ESCOBAR el 11 de julio de 2007. Fue llamado a indagatoria el 26 de septiembre de 2007 (citado para el 8 de octubre de 2007) por presunto apoyo de organizaciones paramilitares en su carrera política y en la adquisición de más de 5.000 hectáreas de tierra. El 4 de octubre de 2007 renunció a su fuero como congresista y la investigación penal fue remitida a la justicia ordinaria, siendo reemplazado en el Congreso por RICARDO ALJURE. El 5 de diciembre de 2007 rindió indagatoria ante la Fiscalía General de la Nación y el día de hoy, cuando la Fiscalía le ha impuesto medida de aseguramiento, ha acudido a malbaratar un instituto tan sagrado como el asilo por razones políticas, para intentar sustraerse a la administración de justicia.
EL CONCIERTO PARA DELINQUIR AGRAVADO NO PUEDE SER CONSIDERADO DELITO POLÍTICO
En la sentencia de fecha 11 de julio de 2007, la Honorable Corte Suprema de Justicia de Colombia establece una clara diferencia entre el delito político y el concierto para delinquir agravado (que es el punible que cobija al paramilitarismo desde la reforma del código penal del año 2000 que eliminó los tipos penales que hacían referencia expresa al término ‘paramilitarismo’). De modo que reconoce la imposibilidad de equiparar el concierto para delinquir agravado con la sedición, que es un delito político. Apoya esta diferencia en argumentos de fondo, desde la naturaleza jurídica de estos delitos, así como en razones contundentes de orden constitucional, legal, jurisprudencial, doctrinal y de la teoría del delito misma.
Es de tal entidad esta manifestación de la Corte Suprema de Justicia, que en la misma providencia consignó que los operadores judiciales incluso pueden llegar a hacer uso de la figura de la excepción de inconstitucionalidad por razones de fondo, que consiste en negarse a aplicar una norma por ser abiertamente contraria a la Constitución cuando los paramilitares sean tratados como sediciosos.
También debe resaltarse, que el fallo consigna una prolífica y profunda cadena de argumentos que evidencian la necesidad de garantizar derechos de las víctimas a la verdad, a la justicia y la reparación integral. A tener un efectivo acceso a la justicia, a que el Estado investigue, enjuicie y sancione a los responsables de los crímenes para que se materialice el derecho a que no haya impunidad.
Debe resaltarse que esta sentencia también se apoya de manera certera en los instrumentos internacionales de derechos humanos, en las sentencias de la Corte Interamericana , en las disposiciones del Estatuto Penal Internacional, entre otros. En hora buena, los tribunales nacionales de Colombia vienen asumiendo el reto histórico de fundar sus decisiones en el derecho internacional de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario para bien del fortalecimiento y legitimidad de la justicia, pilar fundamental de cualquier Estado democrático y de Derecho.
El gobierno nacional, en cabeza del presidente de la República como era previsible -si nos atenemos a la experiencia- ha descalificado no solamente el fallo en sí, sino a la Corte Suprema misma, señalándola de forma temeraria de tener “sesgos ideológicos” y de no contribuir con la paz por no colaborar armónicamente con las demás ramas del poder público. Tal descalificación, además de no corresponder a la verdad y de no hablar bien del presidente, constituye una indebida intromisión del poder ejecutivo en la rama judicial que afecta o busca afectar la independencia e imparcialidad que debe caracterizar a esta última. Ahora, su primo el senador MARIO URIBE ESCOBAR está golpeando ante las puertas de Costa Rica, solicitando se le prodigue un asilo político, cuando los delitos por los cuales se lo está investigando no pueden, bajo ninguna óptica, considerarse como delitos políticos.
DERECHO A BUSCAR Y RECIBIR ASILO
El derecho de asilo se encuentra reglamentado en la Convención de Caracas de 1854 y en la VII Conferencia Internacional Americana de Montevideo en 1954.
El derecho internacional americano ha dejado al criterio de cada Estado la potestad de conceder o no el asilo. No obstante, existen limitaciones, como la contenida en la Resolución de la ONU sobre Asilo Territorial de 1967, en virtud de la cual se establece que el asilo no se concederá por delitos comunes y por actos opuestos a los principios de la ONU , obsérvese:
«No podrá invocar el derecho de buscar asilo, o de disfrutar de éste, ninguna persona respecto de la cual existan motivos fundados para considerar que ha cometido un delito contra la paz, un delito de guerra o un delito contra la humanidad, de los definidos en los instrumentos internacionales elaborados para adoptar disposiciones respecto de tales delitos».
Y no puede más que reconocerse la existencia de motivos fundados cuando la Fiscalía General de la Nación , después de haberlo escuchado en descargos, definió imponer medida de aseguramiento en contra de URIBE ESCOBAR. De ahí que resultaría no solo vulneratorio del Derecho Internacional, sino con mayor dureza, violatorio de nuestros derechos como víctimas de crímenes de lesa humanidad, que se llegue a prodigar con la protección de asilo político a una persona como MARIO URIBE ESCOBAR, que se encuentra procesada por muy graves crímenes que, auncuando ocurrieron en nuestro país, han vulnerado la conciencia de la humanidad.
Esta limitación se encuentra contenida en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que en su artículo 14 establece:
«1. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país,
«2. Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial realmente originada por delitos comunes o por actos opuestos a los propósitos y principios de las Naciones Unidas»,
Es evidente y elocuente que MARIO URIBE ESCOBAR ha pretendido la utilización de este instituto del derecho internacional con la única intención de evadir el cumplimiento de la imposición de la medida de aseguramiento, medida legal y legítima que han impuesto los organismos judiciales competentes de Colombia. No puede arribarse a conclusión diferente cuando se observa que la solicitud ha sido presentada instantes posteriores a que se haya difundido en Colombia la noticia de la imposición de la medida de aseguramiento en su contra. Así, URIBE ESCOBAR ha trocado la posibilidad de hacer una digna rendición a la justicia en solicitud de asilo político, a nuestro juicio completamente improcedente.
Bajo esta lógica, la Honorable Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en opinión del 20 de octubre de 2000, recomendó a los Estados miembros de la OEA “que se abstengan de otorgar asilo a presuntos autores materiales o intelectuales de crímenes internacionales”.
En este orden, manifestó que los Estados han aceptado “que existen limitaciones al asilo, conforme a las cuales dicha protección no puede ser concedida a personas respecto de las cuales haya serios indicios para considerar que han cometido crímenes internacionales, tales como crímenes de lesa humanidad (concepto que incluye la desaparición forzada de personas, torturas y ejecuciones sumarias), crímenes de guerra y crímenes contra la paz”.
Y afirmó que otorgar asilo a personas que abandonen su país para eludir la determinación de su responsabilidad como autores materiales o intelectuales de crímenes internacionales constituye una total desnaturalización de dicha institución.
Como se advera, Honorable Embajador, no estamos solicitando cuestión diferente que honrar el contenido del fundamental artículo 31 de la Constitución de su país:
Artículo 31.- El territorio de Costa Rica será asilo para todo perseguido por razones políticas. Si por imperativo legal se decretare su expulsión, nunca podrá enviársele al país donde fuere perseguido.
La extradición será regulada por la ley o por los tratados internacionales y nunca procederá en casos de delitos políticos o conexos con ellos, según la calificación costarricense.
Por lo cual, solicitamos del Gobierno de la República de Costa Rica, de la manera más respetuosa,
SE SIRVA NEGAR LA SOLICITUD DE ASILO POLÍTICO IMPETRADA POR EL PROCESADO MARIO URIBE ESCOBAR.
De usted,
Atentamente,
ORGANIZACIONES COMITÉ DE IMPULSO
MOVIMIENTO NACIONAL DE VÍCTIMAS DE CRÍMENES DE ESTADO
Referencias:
CIDH, “El Asilo y su relación con los crímenes internacionales ”. 20 de octubre de 2000 . OEA/Ser./L/V/II.111, Doc. 20 Rev., en Informe Anual de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos 2000, Washington . OEA, 16 abril 2001.
Más razones para el NO asilo a Mario Uribe: www.movimientodevictimas.org
abril 22nd, 2008
«Dios no lo quiera”, como dicen las señoras. El caso es que Tom Malinowski, director de promoción en Washington de la estadounidense Human Rights Watch, pregunta si el Washington Post opinaría lo que opina sobre los avances en derechos humanos que publicita el gobierno colombiano, si paramilitares aliados con el gobierno estadounidense estuvieran amenazando a los periodistas del Post. El símil no está nada mal, así que traduje el breve comentario de Malinowski.
No desestimen las matanzas en Colombia
Por Tom Malinowski
(10 de abril de 2008) Si escuadrones de la muerte con vínculos con el gobierno de los EE.UU. estuvieran amenazando de muerte a periodistas del Post, dudo de que el Post estuviera desestimando el problema con el argumento de que la tasa de periodistas asesinados es menor que la del Distrito de Washington.
Sin embargo, eso es exactamente lo que hizo el Post al desestimar los asesinatos de activistas sindicales por parte de paramilitares en Colombia, sobre la base de que los sindicalistas tienen menos probabilidades de ser asesinados que el ciudadano común [«The Sin of Speaking Truth,» («El Pecado de Decir la Verdad«), editorial del 8 de abril].
Por supuesto, la tasa de asesinatos en Colombia – un país en conflicto – es alta. Pero cuando se mata a miembros de sindicatos por ejercer los derechos fundamentales, eso no es apenas otra manifestación de violencia, es una amenaza a la propia democracia colombiana.
El editorial también dijo que era una «grave calumnia» la afirmación de que la administración del Presidente colombiano Álvaro Uribe está bajo sospecha de apoyar a los paramilitares responsables de esos asesinatos. Pero la propia Corte Suprema de Justicia y el fiscal general están investigando a decenas de legisladores y funcionarios cercanos al Sr. Uribe, incluido su ex jefe de inteligencia, por supuesta colaboración con los asesinos paramilitares.
El Sr. Uribe merece crédito por enfrentar a la izquierda violenta. Pero el Congreso tiene razón en demorar la aprobación de un acuerdo de libre comercio con Colombia, hasta que el Sr. Uribe haga otro tanto con la derecha violenta.
Más información sobre derechos humanos en Colombia:
http://hrw.org/doc?t=americas&c=colomb
abril 10th, 2008
Titula El Tiempo una noticia en su edición dominical: “¿Y como para qué llamará Jimmy Carter a Uribe?”
El ex presidente estadounidense ha llamado telefónicamente tres veces a Álvaro Uribe en los últimos 10 días; Carter “es partidario del acuerdo humanitario y de apoyar el proceso de paz en Colombia”, dice la brevísima información con tan inusual título.
abril 6th, 2008
Con su odio obsesivo a las FARC, el presidente Álvaro Uribe “es quien más importancia les ha concedido y quien mayor protagonismo les ha dado en toda la historia de Colombia”, registra con asombro el escritor colombiano William Ospina en una carta circulada en la RedCaribe de Periodistas. Extractos.
“Ningún gobernante colombiano como Uribe se ha propuesto de un modo más decidido y persistente la aniquilación de la guerrilla, y sobre todo su reducción a lo irrisorio. Uribe ha querido demostrar que no son ningún ejército insurgente sino una pequeña y despreciable banda de delincuentes sin el menor contenido político.
“Lo más asombroso para quien contemple hoy el panorama, es descubrir que ese hombre que se proponía ningunear a ese ejército insurgente, a esa guerrilla que ha cometido tantos crímenes y que tiene tan pocas propuestas para la sociedad, en realidad es quien más importancia les ha concedido y quien mayor protagonismo les ha dado en toda la historia de Colombia.
“Borges decía que nadie sabe quién es, que nadie sabe cuál es el papel que ha venido a jugar en el mundo. Saulo de Tarso, el perseguidor de cristianos, se creía su principal enemigo, y en realidad fue el fundador del cristianismo. Es es decir, sólo se odia tanto algo, si se le concede la mayor importancia. Sólo se dedica la vida entera a destruir a un enemigo si se piensa que no hay en el mundo nada más importante que él. Por eso decía Kafka: ‘De tu verdadero enemigo te llega una energía incontenible’.
“Creo que Uribe, paradójicamente, pasará a la historia como el hombre que convirtió a las FARC en un ejército revolucionario de dimensión latinoamericana. Si uno quisiera acabar con las FARC, que es lo que habría que hacer, negociaría con ellas, haría la reforma agraria que la sociedad colombiana requiere, salvaría a las instituciones colombianas, mejorándolas un poco, y la guerrilla local se diluiría en el mar de la sociedad como ocurrió con el M-19 y otras fuerzas.
“Pero no, Uribe las odia, Uribe sólo acepta aniquilarlas, y considera como una vergonzosa concesión dialogar y negociar con ellas. Por ello se lanza a combatirlas a toda costa, de cualquier modo, y sin atenuantes. El resultado: ha internacionalizado la lucha de esa guerrilla. Con tal de matar a uno de sus jefes ha producido la mayor crisis de Latinoamérica en los últimos tiempos, ha llevado a Colombia por primera vez en su historia a romper relaciones simultáneamente con tres países, y parece empeñado en llevar ante la Corte Internacional un caso que no parece probable que produzca para él resultados benéficos.
“Es más: hasta hace un par de semanas la guerrilla era un fenómeno local, reducido a unos diez mil militantes. El gobierno en la ceguera de su odio está empeñado en demostrar que Chávez y Correa están aliados con ella, y no advierte que lo único que logra es ampliar la militancia de las FARC con cinco millones de chavistas y tres millones de correístas. Nadie había hecho tanto por esa guerrilla, que a mí, personalmente, me parece violadora de los derechos humanos, y sin proyecto válido para un país como Colombia en los tiempos que corren.
“Algo más: Uribe se proponía demostrar que no son una fuerza política, que no son beligerantes, pero en su ceguera insiste en afirmar que Chávez no sólo está aliado con ella sino que es, casi, su jefe. ¿A qué más beligerancia podía aspirar la guerrilla que a tener entre sus miembros o sus simpatizantes a los presidentes de dos naciones y a sus electorados?
“Si Chávez es partidario de las FARC, o como dicen los uribistas, su jefe, entonces ya las FARC tienen un carácter político indudable. Es más, tienen ya status de gobernantes en varios países. El odio ha logrado lo que nunca lograría la simpatía. O, dicho de otro modo, el que las odia les da mucho más que el que habría querido ayudarlas.
“Ahora las guerrillas son protagonistas harto visibles de la historia sudamericana, el gobierno ha recibido el rechazo y podría recibir la condena de muchos países, y nadie podría predecir para dónde van las cosas.”
abril 2nd, 2008
La Fiscalía General de la Nación, de Colombia, quiere interrogar a la estudiante mexicana Lucía Andrea Morett Álvarez, sobreviviente del ataque a Raúl Reyes y quien se recupera en el Hospital Militar de Quito. Se me pasa por la cabeza que alguien debería interrogar también al fiscal colombiano que acompañó a la fuerza pública de este país al lugar de la matanza, en territorio ecuatoriano.
Reproduzco mensaje recibido hoy, suscrito por Morett.
Relata que el grupo de la UNAM, integrado por “jóvenes que desde las vías pacíficas y legales queremos un cambio en la sociedad”, llegó al campamento “unas pocas horas antes de la barbarie”, al cual fue invitado para conocer las propuestas de paz de las FARC. Que los heridos fueron rematados por la espalda.
“Nosotros no cometimos ningún delito, ingresamos y transitamos legalmente en el Ecuador, participamos de actividades públicas y, en cambio arteramente se nos acribilló. Tan abrumadores son los hechos que el Fiscal General de esta nación me ha dicho que no hay nada en mi contra, que fui víctima y me deseaba una pronta recuperación”, expresa Morett.
Compañeras y compañeros:
Reciban un saludo sincero, bolivariano, desde una cama del Hospital Militar en Quito, Ecuador, en donde me recupero de las múltiples lesiones que sufrí a consecuencia del criminal bombardeo lanzado por el ejército colombiano a tierras del Ecuador el pasado 1 de marzo y por el cual murieron cuatro de mis mejores amigos. Me duelen muchas cosas, entre otras, que el gobierno mexicano intente con su silencio revertir la responsabilidad que, ante el mundo y la historia, tienen los autores de la masacre, para desviar la atención preguntándose qué estábamos haciendo allí, cuando además se sabe que llegamos al campamento unas pocas horas antes de la barbarie y lo hicimos en nuestra condición de civiles y estudiosos universitarios sin imaginar que íbamos a ser víctimas de una de las peores infamias cometida recientemente en América Latina, justo en un lugar al que se nos invitó para conocer las propuestas de paz.
Me duele que en un mundo lleno de comunicación, los medios y su poder tergiversen la realidad con absurdas y dolosas mentiras, y que con ellas busquen lastimar la dignidad de jóvenes que desde las vías pacíficas y legales queremos un cambio en la sociedad. Vean lo que les digo, ahora nos salen con la abominable pretensión, eso sí ampliamente difundida, «de que las autoridades colombianas nos van a interrogar».
En qué cabeza cabe pensar que nuestro verdugo sea al mismo tiempo el juez de estos hechos y que sean además los asesinos quienes sentencien a las víctimas. Cabe destacar que existe ya un culpable confeso, a Álvaro Uribe se le debe investigar y castigar y lo mismo debe hacerse con otros autores materiales e intelectuales, a todos aquellos que nos lanzaron bombas igualitas a las que arrojaron en guerra contra Irak, para después atacar por la espalda a los heridos.
Nosotros no cometimos ningún delito, ingresamos y transitamos legalmente en el Ecuador, participamos de actividades públicas y, en cambio arteramente se nos acribilló. Tan abrumadores son los hechos que el Fiscal General de esta nación me ha dicho que no hay nada en mi contra, que fui víctima y me deseaba una pronta recuperación.
Quiero decirles desde este hermoso pueblo ecuatoriano que me ha abierto sus brazos y su solidaridad, que sé que allá en México el coraje y la dignidad también están encontrando su lugar y que son muchos los actos y las formas mediante las que se exige que este crimen de Estado no quede impune.
Gracias por estar con nosotros, con Juan, con Fernando, con Verónica, con Soren. Tengo la confianza que no estoy sola, que la gente de mi pueblo sabrá luchar y hacer justicia; que en la UNAM nuestras autoridades han condenado los crímenes y han estado a la altura de los acontecimientos para defender el derecho a pensar y actuar críticamente.
Estoy segura que muy pronto mis compañeros tendrán una lápida digna, que su muerte no será en vano ya que su semilla cayó en suelo fértil por lo que junto a ellos nacerán flores y frutos hermosos. Su voz que pretendieron apagar de una manera muy ruin se multiplicará en el grito de muchos millones por todo el planeta.
Me despido desde esta mitad del mundo fracturada por ese bombardeo cobarde. Sigo confiada en que esa América, esa Patria Grande por la que lucharon y soñaron Bolívar y Martí, muy pronto llegará. Nuestras naciones después de un largo eclipse florecerán. No hay imperio que viva eternamente.
Fraternalmente. Lucía Andrea Morett Álvarez.
Quito, Ecuador a 25 de marzo de 2008.
abril 1st, 2008
Iván Márquez, miembro del secretariado de las FARC, quien actuó públicamente como interlocutor de Hugo Chávez durante la vertiginosa gestión humanitaria del presidente venezolano por la libertad de rehenes y prisioneros de guerra, afirma que el misil que mató a su compañero Raúl Reyes en territorio ecuatoriano fue disparado por fuerzas estadounidenses desde la base de Tres Esquinas, en el departamento del Caquetá en Colombia. Las tropas terrestres entraron desde el sur del campamento, según esta reconstrucción. «Mataron a Raúl, e hirieron gravemente el canje de prisioneros y la paz», comentó el comandante de las FARC, Manuel Marulanda.
La operación frustró un encuentro de Reyes con una delegación del gobierno francés. Márquez se hace una pregunta que me hacía yo esta mañana: ¿Dónde están los 11 guerrilleros detenidos que reportó el gobierno colombiano en el parte de guerra sobre la muerte de Reyes?
Sitúa en 150 mil las personas encarceladas por el gobierno de Álvaro Uribe.
No comparto los ataques de Iván Márquez a mis colegas Juan Gossaín y Darío Arizmendi, directores respectivamente de RCN Radio y de Caracol Radio. Ellos no son responsables de lo que ocurre. Publico este texto para conocimiento de mi lector o lectora.
El «tenebroso terrorista»
Por Iván Márquez, integrante del Secretariado de las FARC-EP/Colombia
¡Aquí hay uno vivo! –gritaban en la oscuridad. ¡Dénle bala! –respondían. Y luego los disparos… Así actuaban las tropas de Uribe Vélez, el tenebroso terrorista internacional pelele de los Estados Unidos, al consolidar la toma del campamento de Raúl Reyes. Varios de los heridos fueron rematados con tiros de gracia.
A las 00:25 de ese primero de marzo un misil impacta con estruendo el corazón del campamento dormido. No se escucharon aviones ni helicópteros. El misil había sido disparado por los gringos desde la base aérea de Tres Esquinas, en el Caquetá. De sur a norte entraron las tropas terrestres que fueron avistadas en el área desde el 26 de febrero. Ya no habría encuentro con la delegación francesa para explorar la liberación de Ingrid. Habían muerto Raúl Reyes, algunos de sus guerrilleros y unos estudiantes mexicanos de visita en el lugar. Como dijo el comandante Manuel: «mataron a Raúl, e hirieron gravemente el canje de prisioneros y la paz».
El «Israel» de Suramérica –Colombia-, el país receptor de la mayor ayuda militar y de millones y millones de dólares del gobierno de Washington en la región, había actuado sobre seguro, con el consentimiento de su amo, con los satélites y la tecnología militar de punta proporcionada por el gobierno de los Estados Unidos.
La indignante mentira de la persecución en caliente no podía resistir el embate de la verdad. Se derrumbó ante el primer análisis dejando al desnudo la más infame violación al territorio, a la soberanía y la dignidad de un país hermano. Y como ya habían soltado su perfidia, intentaron y siguen intentando convertir a la nación victimizada en victimaria. Por eso como perros de presa ladran la doctrina de la soberanía limitada, inaceptable sofisma y pretexto de la Casa Blanca para agredir y expoliar pueblos, argucia precaria que no servirá para encubrir la transgresión a la ley internacional en Nuestra América. La respuesta del Presidente del Ecuador, Rafael Correa, al señor Uribe fue altiva y contundente: «su insolencia hace más daño que sus bombas asesinas. ¡Déjese de falacias!”
El mundo no podrá olvidar aquella tarde de Santo Domingo en que un enloquecido Álvaro Uribe cubría de improperios a Raúl Reyes ya muerto, llamándolo cobarde y tenebroso terrorista, calificativos que más bien pueden endilgarse al terrorista con banda presidencial, que a nombre del narco paramilitarismo que sucedió a los carteles de Cali y Medellín, se tomó el Palacio de Nariño.
A la muerte de Raúl y al asesinato posterior de Iván Ríos le siguió la más irracional euforia triunfalista de las oligarquías de Colombia. El fascismo histérico –el mismo que incita a lapidar a mujeres extraordinarias como Piedad Córdoba- estremeció al país comandado por los Santos, gossaínes y arismendys. Vomitaron todo su odio y llenaron el espacio electromagnético de informaciones manipuladas, manos cercenadas, recompensas y sapos, aquelarres de victoria y de incitaciones a «fumigar» a la insurgencia. Se destaparon y se lanzaron con todo, creyendo que estaban sellando la victoria de la batalla final. Sus más terribles anatemas profanaron los cadáveres de los caídos con el mismo ensañamiento de los paramilitares con sus víctimas. Les pasará lo que al mariscal Monet, que creyendo asegurada la victoria en los campos de Ayacucho, con desmedido optimismo se lanzó con todas sus fuerzas a exterminar a los invencibles de Sucre y de Bolívar.
A través de un micrófono el Fiscal General Mario Iguarán exteriorizaba su escalofriante dilema: catalogar o no como homicida al asesino del comandante Iván Ríos y su compañera. Y por otro lado el general Mora Rangel se ufanaba de los 400 mil efectivos de las Fuerzas Armadas oficiales comparados con los 50 mil del Ecuador y los 70 mil de Venezuela. La experiencia de los soldados colombianos es mayor, -decía, «les llevamos años luz y no sólo a Venezuela, pues nuestros pilotos están acostumbrados a combatir de noche». Y tal vez tenga razón, pero el problema de su ligero análisis es que no tiene en cuenta ni a las FARC ni a los pueblos de la Gran Colombia. Unas FARC libres para avanzar no es asunto despreciable, y mucho menos si lo hacen rodeadas de pueblo insurreccionado, resuelto a salir de la horrible noche de la opresión.
Se les está olvidando que Colombia entera es un polvorín social a punto de estallar. Uribe desterró para siempre de sus discursos los programas sociales. Sólo habla de guerra y odio y lo hace desde las guarniciones militares, y desde la escuela de policía General Santander. Convirtió sus Consejos Comunales en la tribuna de la demagogia y el engaño descarado a la población. Anuncia que va a solucionar las necesidades más sentidas de la gente, pero de ahí no pasa. Ya son más de 30 millones los colombianos que viven en la pobreza. El alto costo de la vida y el desempleo están matando de hambre a las mayorías. No hay techo, no hay salud ni educación para ellas. Las tierras despojadas no han sido devueltas a los campesinos, y más de 4 millones de desplazados continúan engrosando la miseria. Sólo hay ganancias para los grandes inversionistas, objeto fundamental de la «sacrosanta» política de la Seguridad Democrática impuesta por los gringos, como prolongación renovada de la nefasta Doctrina de la Seguridad Nacional.
La violación a la soberanía del Ecuador fue otra de las tantas cortinas de humo para intentar tapar todas las podredumbres y vergüenzas reunidas de un régimen que ha vuelto sus armas represivas contra el pueblo. Buscan encubrir los inobjetables vínculos del señor Uribe con la narco-para-política que deshonra el nombre de Colombia. Que nadie cuestione cómo puede seguir siendo presidente un hombre cuyos principales alfiles están tras las rejas por sus escandalosos nexos con la narco-para-política. El 90% de los congresistas acusados, es uribista. El Vicepresidente y el ministro de Defensa, los señores Santos, no pueden ocultar su frondoso rabo de paja narco-paramilitar. Los mismos capos paramilitares han denunciado que financiaron con maletas repletas de dólares las campañas presidenciales de Uribe. No puede ocultar el señor Uribe su trayectoria delictiva en el narcotráfico. Está metido ahí hasta los tuétanos desde que se desempeñó como director de la Aeronáutica Civil, cargo que aprovechó para autorizar a Pablo Escobar Gaviria la operación de centenares de pistas clandestinas en la selva, desde donde el capo surtió de cocaína las ciudades estadounidenses.
¿Es a éste a quien Bush y Rice llaman a apoyar como Presidente democrático y paladín de la justicia social? ¿Será que ya se les olvidó que llegó a la presidencia, además, cabalgando en un gigantesco fraude electoral montado por los paramilitares y el director del DAS? Que diga ese «presidente democrático» dónde están los 11 prisioneros que sacó del campamento de Raúl Reyes, hoy desaparecidos. Que responda por las masacres y las miles de fosas comunes sobre las que erigió su gobierno, por los más de 150 mil ciudadanos encarcelados tras sus redadas fascistas. Que responda por el asesinato de dirigentes sindicales y populares, por la extradición a los Estados Unidos de más de 600 nacionales, renunciando a la soberanía jurídica del país en el más abrumador arrodillamiento a una potencia extranjera. No puede ser un gobernante democrático quien envía sus hordas paramilitares a Venezuela a asesinar a un Presidente, o quien no se inmuta ante el asesinato de varios de los organizadores de la gran marcha del 6 de marzo contra el terrorismo de Estado. En realidad, Uribe es un «tenebroso terrorista». El terrorismo de Estado es su práctica cotidiana.
Las convulsiones de la Colombia de hoy son el signo de que estamos en los umbrales de una nueva era. América está pariendo la era de Bolívar. Es la hora de la lucha de los pueblos y la solidaridad. Nos aproximamos a un hito histórico portentoso en que los pueblos serán los protagonistas del cambio luego de 500 años de opresión y expolio. No se puede vacilar en este momento. Esa cuerda de bandidos santanderistas, neoliberales y pro-yanquis no va a desactivar la resistencia popular con su subjetiva y alegre arrogancia triunfalista.
Los pueblos de la Gran Colombia deben marchar contra el pelele fascista de Washington, contra los halcones histéricos que chillan amenazantes su doctrina fascista sobre los pueblos de Nuestra América, azuzados por el Comando Sur.
Colombia requiere de un levantamiento popular por la patria, por la solución política del conflicto, contra el hambre, contra la guerra, por la paz, por un nuevo gobierno, por democracia popular y soberanía del pueblo. Queremos la patria que quería Bolívar, no la que truncaron Santander y el entonces Secretario de Estado Henry Clay, un nuevo gobierno que aborde la búsqueda urgente de la paz con justicia social que le dé a nuestro pueblo la mayor suma de estabilidad política y felicidad; que empuñe la bandera bolivariana de construir en este hemisferio una gran nación de repúblicas, que sea «escudo de nuestro destino» y garantía inmovible de respeto y dignidad.
Montañas de Colombia, marzo 20 de 2008
marzo 31st, 2008
» Y ahora qué más da; si nos hemos quedado solos, que nos invadan sería lo mejor… Estamos solos, a la derecha del mapa. Sólo nos acompaña nuestro buen amigo, el que invadió el país de las Mil y una Noches», dice un texto anónimo* que me envía una colega, de regreso de un breve viaje por Ecuador.
(Para fortuna mía, varios lectores aclararon más tarde que «Ojalá nos invadan» corresponde al cantautor Lizardo Carvajal. Así llegué a su sitio web www.lizardocarvajal.com, que recomiendo).
Ojalá nos invadan
por Lizardo Carvajal
Y ahora qué más da; si nos hemos quedado solos, que nos invadan sería lo mejor.
Sería una bendición para nuestra tierra que rodeen nuestras fronteras y que nos invadan nuestros hermanos latinoamericanos.
Que nos invadan los ecuatorianos, tal vez así volvamos a tener de tierno maíz el corazón que perdimos.
¡Que nos invadan los cubanos! Para que nuestros niños se eduquen gratuitamente y no mueran en las puertas de los hospitales privados.
Que venga lo mejor de nuestra América.
Que venga un contingente de garotas brasileras que nos hagan el amor hasta perder la leve fuerza que se necesita para apretar un gatillo. Sería lo mejor para Colombia una invasión brasilera a gran escala; de pronto así, algún día, ganemos un mundial de fútbol.
Urgentemente una invasión venezolana, para volver a decir las cosas con claridad, con franqueza, sin santanderismos, con elocuencia bolivariana.
Se requiere con urgencia una invasión boliviana, que nos quite esa vergüenza de tener también sangre de indios; esa vergüenza, que nos condena eternamente al peor de los subdesarrollos.
Reclamo con ansias la invasión de tropas de piqueteros argentinos, de madres y abuelas de plaza que nos cuenten historias en donde podamos reconocer nuestras propias historias.
Que vengan tropas españolas y chilenas, a contarnos cómo se pudre el corazón de una patria fascista.
Vengan los uruguayos con sus mates amargos a contarnos la milonga dulzona y triste de sus desaparecidos.
Que vengan todos los hermanos del mundo a esta tierra olvidada a hacernos entender que nuestro país no es el mejor país del mundo, porque es una patria injusta. Que Colombia es pasión… y muerte.
Ojalá nos invada la batucada festiva que acabe con nuestro luto, que acabe con este silencio que aturde.
Estamos solos, a la derecha del mapa. Sólo nos acompaña nuestro buen amigo, el que invadió el país de las Mil y una Noches.
marzo 31st, 2008
En todo este embrollo por la mediación de Venezuela y Ecuador frente a las FARC lo que ha hecho falta es información clara y descarada. Ha habido demasiado secreto diplomático, algo que como periodista nunca termino de lamentar.
Estados Unidos, y especialmente por boca de su embajador en Colombia William Brownfield, ha repetido que cualquier persona y cualquier gobierno que puedan ayudar en la liberación de los rehenes en manos de las FARC, será bienvenido. Otro tanto ha dicho el gobierno francés.
Lo que muestran algunos documentos que nos están dejando ver, entre los supuestamente hallados en los computadores del guerrillero “Raúl Reyes”, es que más de uno está intentando hacer valer esas palabras. La muerte de “Reyes” en territorio de Ecuador demuestra que había una mediación, en un lugar geográfico destinado para el efecto, fuera de Colombia.
¿Alguien cree en serio que la enorme felicidad por la libertad, en enero y febrero, de Clara Rojas, Consuelo González, Luis Eladio Pérez, Gloria Polanco, Orlando Beltrán y Jorge Eduardo Gechem se logró mediante insultos y descalificaciones a la guerrilla de las FARC?
¿Alguien se ha preguntado por qué las armas de los guerrilleros aparecieron amontonadas en un rincón del campamento, como si se tratase de parte de un acuerdo con las autoridades de ese país? El domingo, el periodista investigativo Ignacio Gómez reveló en Noticias Uno que el soldado colombiano que murió en la operación pereció porque le cayó un árbol encima, que había quedado inestable tras el bombardeo.
Por lo menos alguien se preguntó que habría pasado si, en lugar de estudiantes de la UNAM, en el momento del ataque hubieran estado en el campamento de “Reyes” un obispo, un miembro del Comité Internacional de la Cruz Roja, un parlamentario o un ministro de un país mediador.
Uribe “no puede querer una mediación y matar a los negociadores, no puede llamar a la solidaridad internacional para salvar a sus compatriotas, y bombardear a los países hermanos que ofrecen facilidades para las negociaciones”, afirma el presidente de la delegación del Parlamento Europeo para los países de la Comunidad Andina, en misiva el 4 de marzo al presidente de Colombia, y que reproduzco a continuación.
Bruselas, el 04 de marzo de 2008
Sr. Presidente de la República de Colombia
Dr. Alvaro Uribe
Palacio de Nariño
Santa Fe de Bogotá
Colombia
Excelentísimo Señor Presidente,
Al cabo de algunos días de reflexión me permito escribirle con respecto al grave incidente ocurrido el 1ero de marzo: me refiero a la incursión en territorio ecuatoriano perpetrada por la aviación y tropas transportadas por aeronaves, con la finalidad de matar al ‘número dos’ de las FARC, Raúl Reyes, a sus acompañantes, y de llevárselos junto con tres computadoras.
Seguramente, la protesta y la indignación del Presidente de la República ecuatoriana, Rafael Correa, y la reprobación internacional provocada por esta violación de la soberanía ecuatoriana totalmente contraria a la legalidad, no le habrán sorprendido, y pienso que es con toda la conciencia de esta reprobación que usted ordenó o dejó cometer este acto. No tengo nada que añadir sobre este asunto que usted no sepa ya.
He leído muy atentamente el discurso del Presidente Correa, así como la «respuesta de su Ministro de Relaciones Exteriores a la Cancillería del Gobierno Ecuatoriano», así como varios artículos relativos al contenido de las computadoras.
Es a triple título, Excelentísimo Presidente, que me permito escribirle. Como Presidente de la delegación del Parlamento Europeo para los países de la Comunidad Andina, como ciudadano francés, y como un viejo amigo de Colombia y del pueblo colombiano. Además he tenido varias veces el honor de reunirme con usted y de escuchar su punto de vista, muy recientemente en Bruselas y en Bogotá.
Como presidente de la delegación para la CAN, solo puedo expresar mi total falta de comprensión ante tanta agresión por parte de Colombia contra un país hermano, y eso en plena negociación de un acuerdo de Asociación entre la CAN y la Unión Europea. Usted me aseguró, hace unos días, su voluntad de negociar «de bloque a bloque». ¿Cómo se puede hablar de bloque todavía cuando un miembro del bloque toma la iniciativa de lanzar una intervención militar en un territorio ajeno?
Como ciudadano francés, guardo el recuerdo de una guerra atroz que realizó mi país contra el Frente de Liberación Nacional argelino, antes de terminar negociando con él. Esta guerra estuvo plagada de incidentes internacionales del mismo estilo: el bombardeo de Sakhiet en Turquía, el desvío de un vuelo internacional para capturar dirigentes del Frente de Liberación Nacional… Estos actos desacreditaron tanto a la diplomacia francesa que Francia perdió una guerra que sus militares pensaban haber ganado en el terreno.
De ninguna manera quisiera negar el derecho del gobierno constitucional colombiano a responder por las armas a los actos criminales de los grupos que la misma Unión Europea inscribió y mantiene en la lista de grupos terroristas: las AUC, el ELN, las FARC. Pero atacar a los países vecinos, muy perturbados ya por la afluencia de refugiados colombianos, es algo muy distinto.
Pero hay algo más grave aún – si es posible – me refiero al pueblo colombiano; a los miles de secuestrados y sus familias, y a la posibilidad de volver a la paz en Colombia.
Usted, Señor el Presidente, aprobó públicamente un proyecto de «zona de distensión» en la Florida – Pradera, propuesta por los mediadores españoles, suizos y franceses, donde se pudiese negociar un canje humanitario.
Ante el rechazo por las FARC del perímetro propuesto, Usted mismo me había dicho: «Si no quieren negociar en Colombia, que negocien donde quieran, hasta en el Vaticano».
Sin embargo, hace varias semanas que las FARC van liberando cada vez más ciudadanas y ciudadanos colombianos, senadores o representantes. Usted agradeció públicamente a los mediadores que permitieron estas liberaciones de colombianos, liberaciones portadoras de tanta esperanza.
Es lógico que sí hubo una mediación, hubo un lugar para estas negociaciones, y que si éste lugar no estaba en Colombia, fue entonces el objeto de «acuerdos» territoriales temporales entre las FARC, los mediadores y las autoridades de los países vecinos de Colombia.
Es de notoriedad pública que solamente un dirigente de la envergadura de Raúl Reyes podía concluir tales acuerdos de liberación (Rodrigo Granda, a quien Usted liberó a petición del Presidente Sarkozy, estuvo en una posición demasiado baja en la jerarquía de las FARC para tomar tales decisiones).
Ha sido revelado, por una de las computadoras confiscadas en el campamento de Raúl Reyes, que las autoridades ecuatorianas habían tomado disposiciones para que en ese lugar, cerca de la frontera, se negociara la liberación del Soldado Pablo Emilio Moncayo, el más antiguo de los prisioneros de las FARC, cuyo único crimen fue haber defendido el orden constitucional de su Patria.
Quizás sabremos un día si las liberaciones anteriores se habían negociado en el mismo campamento o según un acuerdo del mismo estilo.
Lo que es seguro, es que al causar la muerte de Raúl Reyes en ese lugar, las Fuerzas Armadas Colombianas pusieron un término a las negociaciones para la liberación del Soldado Pablo Emilio Moncayo y quizás de muchos otros posteriormente. Pienso en particular en la ex-senadora Ingrid Betancourt, cuyas ‘pruebas de vida’ inspiran las más altas inquietudes acerca de su salud a corto plazo.
Excelentísimo Señor Presidente, con todo el respeto que le debo, quisiera recordarle el respeto a la lógica y a la humanidad. Usted no puede querer una mediación y matar a los negociadores, no puede llamar a la solidaridad internacional para salvar a sus compatriotas, y bombardear a los países hermanos que ofrecen facilidades para las negociaciones.
Le pido pensar un momento en la siguiente situación: ¿Qué habría pasado si un mediador importante, un obispo colombiano, un dirigente de la Cruz Roja, un Ministro o Diputado de un país mediador europeo, hubiera estado esa noche con Raúl Reyes en el campamento facilitado por las autoridades ecuatorianas? ¿Qué hubiese pasado si esta persona también hubiera sido asesinada por una bomba colombiana? ¿Qué hubiese pasado si se hubiera localizado a Raúl Reyes en el Vaticano en plena negociación con emisarios suizos? ¿Hubiese mandado a bombardear el Vaticano?
Es por ello que, llevado por la preocupación de sus compatriotas, le hago este llamado, Sr. Presidente, no solamente a evitar las confrontaciones militares que pondrían en peligro la vida de los rehenes, sino a abstenerse absolutamente de toda operación violenta contra los negociadores, emisarios o mediadores en la búsqueda de un acuerdo humanitario, ya sea en suelo colombiano, y mucho menos en suelo de otro país soberano.
Reafirmando nuestro compromiso con la paz en la región,
Le saluda atentamente
Alain Lipietz
marzo 17th, 2008
El Concierto Paz Sin Fronteras resultó siendo un concierto de puro amor para los pueblos de Colombia, Venezuela y Ecuador.
Carlos Vives, Miguel Bosé, Alejandro Sanz, Juan Luis Guerra, Juan Fernando Velazco, Ricardo Montaner y Juanes, el que convocó todo, fueron llamados “los cancilleres que necesitamos”.
Fotografías aéreas en el diario La Opinión, de Cúcuta
Los azuzadores de odios no fueron bienvenidos.
marzo 16th, 2008
La Barca de Calderón, sección de chismes políticos de El Nuevo Siglo, diario bogotano, registra que el gobierno de Álvaro Uribe por fin se leyó la Declaración del Grupo de Río, adoptada el viernes en Santo Domingo.
Y que lo que leyó, no le gustó.
Según el periodista William Calderón, autor de La Barca, el principal asesor presidencial José Obdulio Gaviria se mostró desconcertado este lunes en el programa radial La Hora de la Verdad, del ex ministro del Interior y de Justicia Fernando Londoño Hoyos.
El asesor Gaviria “dijo que el presidente Uribe no conoció esa declaración y no podía estar de acuerdo con ella”.
A Uribe le preocupan “ahora” dos “asuntos esenciales”:
1) Que las FARC no sean terroristas para los países de América Latina, con las consecuencias políticas y jurídicas que ese hecho tiene.
“2) Que Colombia haya perdido cualquier derecho a la legítima defensa, con lo que resultaría ilegítima y censurable la operación que concluyó con la muerte de Raúl Reyes, el mayor terrorista del continente”, habría dicho Gaviria.
Parece que a Estados Unidos tampoco le gustó la Declaración de Santo Domingo.
Son también “dos” los principios que según el embajador estadounidense en Colombia, William Brownfield, deben tener en cuenta en este caso la comunidad internacional y específicamente la ONU y la OEA (no habló del Grupo de Río, donde Estados Unidos no tiene asiento).
El primero, el de la soberanía territorial inviolable. Pero el segundo principio es no ofrecer santuario o apoyo a “grupos terroristas”.
“La comunidad internacional está comprometida a no ofrecer apoyo a grupos terroristas que atacan a otros pueblos y a otros países”, dijo el embajador, y advirtió que el Departamento de Estado se pronunció en el mismo sentido.
Por si acaso, el presidente ecuatoriano Rafael Correa dijo que aún no retornará a Bogotá su embajador. Los asuntos del Ecuador serán despachados por la embajada argentina en la capital colombiana.
Entre tanto, hacia 10 de la noche hora local, 03:00 GMT del martes, arribó al aeropuerto militar Catam de Bogotá, procedente de Quito, el secretario general de la OEA José Miguel Insulza, a la cabeza de una misión especial de inspección al lugar, en territorio ecuatoriano, donde fue muerto el guerrillero de las FARC Raúl Reyes el 1 de marzo por un ataque militar desde Colombia.
Este martes la misión viaja por vía aérea a Puerto Asís, Putumayo, departamento fronterizo con Ecuador. De allí se desplaza a la zona fronteriza, donde según el noticiero televisivo Noticias Uno hubo fuertes combates el fin de semana.
En la noche, Insulza sostendrá un encuentro con el canciller colombiano Fernando Araújo y el miércoles está pautado un desayuno de trabajo con el presidente Uribe.
Ya veremos qué dice Insulza en su informe el próximo lunes 17 en Washington, ante la reunión de cancilleres.
marzo 11th, 2008
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